Las relaciones sino-sudamericanas en el marco de China como nuevo actor global

Abstract

En la antigüedad era bien conocida la frase de “Todos los caminos conducen a Roma”. Hoy podemos decir con fundamentos, que “Todos los caminos conducen a Beijing”. Así como antiguamente la Ciudad Imperial había desarrollado una red de caminos y rutas amplísima, que conectaba la inmensidad de lo que fue el Imperio Romano a medida que este iba conquistando pueblos tras sus fronteras, el actual proyecto de la Ruta de la Seda (One Belt, One Road) que fue presentado por el presidente de la República Popular, China Xi Jinping, en 2013 en su visita a Kazajstán también va en esa línea. Es que esta iniciativa, la cual es considerada el proyecto de infraestructura más ambicioso de la historia (Higueras, 2015), con un costo más de 1 trillón de dólares (CSIS, 2018), busca conectar no solo por tierra sino también por mar los continentes de Asia, África y Europa a través del financiamiento y desarrollo de Rutas, Ferrocarriles, Puertos (Incluso puertos secos), Vías Transoceánicas y Gaseoductos. De lo anterior dicho, uno se podría preguntar qué papel cumple Sudamérica en todo este megaproyecto o también preguntarse, qué es lo que ve China, qué le suma Sudamérica, para que sea considerado una extensión más de una disputa geopolítica con Estados Unidos.Instituto de Relaciones Internacionale

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