Abstract

La escritura se fundamenta en el lenguaje y hace parte constitutiva de la formación humana. Esta, como método de acompañar la construcción de conocimiento, es también una forma de producción de sentido y generación de memoria, cotidianidad y oralidad. Las prácticas culturales terminan siendo una extensión propia del lenguaje escrito y viceversa, por ende, pensar la escritura como una práctica reflexiva, condicionada por la cotidianidad, conlleva a entender esta como una herramienta de liberación en la construcción social e individual. El trabajo con comunidades cobra sentido cuando estas contribuyen a la formación de su propio conocimiento y este es el caso del libro “Relatos que liberan: mediaciones para la acción social y territorios de la experiencia creativa en contextos carcelarios”, que toma como base epistemológica la construcción de crónicas realizadas como resultado de la labor pedagógica llevada a cabo por estudiantes y profesores del programa de Comunicación Social y Periodismo de la Corporación Universitaria Minuto de Dios – UNIMINUTO, con el personal privado de la libertad (PPL) de la Cárcel y Penitenciaría de Mediana Seguridad de El Espinal, Tolima; exactamente con integrantes del pabellón 10 que conforman el grupo de condiciones excepcionales (indígenas, afrodescendientes, adultos mayores, extranjeros, LGTBIQ+ y discapacitados)

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