In the next few years, the possibility of voluntarily extending work life before retirement can be a more attractive option for the worker due to fundamentally economic reasons, in an environment of aggravated demographic aging. Although this possibility is currently facing significant drawbacks, the foreseeable worsening in the coming decades of the pension replacement rate will require a reconsideration of the retirement decisions of many workers. Faced with concerns about the solvency of social security and pensions, public authorities are introducing regulations that delay the retirement age, try to contain spending and encourage active aging. One of the measures that has been more unnoticed in this attempt to extend the working life of mature workers has been the abolition of the forced retirement age that was included in most of the collective bargaining of our country. However, there is a strong discrepancy between businesses and public authorities over older workers. This article analyzes this new context and the options that can be managed by companies to actively manage the strategy around retirement benefits of their employees through voluntary improvements in this area.En los próximos años la posibilidad de alargar voluntariamente la vida laboral antes de la jubilación puede resultar una opción más atractiva para el trabajador, debido a razones fundamentalmente económicas, dentro de un entorno de agravado envejecimiento demográfico. Aunque esta posibilidad se enfrenta actualmente a importantes inconvenientes, el previsible empeoramiento en las próximas décadas de la tasa de sustitución de la pensión va a obligar a reconsiderar las decisiones de jubilación de muchos trabajadores. Ante la preocupación por la solvencia de la Seguridad Social y las pensiones, los poderes públicos están introduciendo regulaciones que retrasan la edad de jubilación, tratan de contener el gasto y fomentan el envejecimiento activo. Una de las medidas que en ese intento de prorrogar la vida activa de los trabajadores maduros ha pasado más desapercibida ha sido la supresión de la edad de jubilación forzosa, que estaba incluida en la mayoría de los convenios colectivos de nuestro país. Sin embargo, existe una fuerte discrepancia entre las empresas y los poderes públicos respecto a los trabajadores de edad avanzada. Este artículo analiza ese nuevo contexto y las opciones que pueden manejar las empresas para gestionar de manera activa la estrategia en torno a las salidas pactadas por jubilación de sus empleados a través de las mejoras voluntarias en esa materia
