The reform of union representation operated in France in 2008 has led to a heavy shift in the form of representativeness determination in the neighboring country. The previous rules determined legitimacy from the top to the bottom as a result of an irrebuttable presumption of representativeness affecting trade unions affiliatiated to union confederations recognized as representative by the Decree of March 31, 1966. On the contrary, the new regulation establishes legitimacy from the bottom to the top based on results of election held in companies, which determine the representativeness of trade unions at sectoral and cross-sectoral national level. However, the terms of the reform can be described as unsatisfactory, even though we will have to wait quite a long time to fully verify its effects. The complexity of the new regulations, which coincides with other far-reaching reforms in collective bargaining and, in particular, in the legitimacy to negotiate and reach agreements, so far has raised a significant level of conflict.La reforma de la representatividad sindical operada en Francia en 2008 ha conllevado una inversión absoluta de la forma de determinación de la representatividad en el país vecino: si las normas anteriores determinaban una legitimidad descendiente que nacía de la presunción iuris et de iure por afiliación a las confederaciones sindicales reconocidas como representativas por el Decreto de 31 de marzo de 1966, ahora se ha pasado a una legitimidad ascendiente fundada en la audiencia en las elecciones profesionales en la empresa, que determinan la representatividad de los sindicatos a nivel sectorial y nacional interprofesional. Sin embargo, los términos de la reforma pueden calificarse de poco satisfactorios, aunque será necesario esperar bastante tiempo para poder verificar plenamente los efectos de la misma. En este sentido, la complejidad de la nueva normativa, que confluye en el tiempo con otras reformas trascendentales en materia de negociación colectiva y, en particular, sobre la legitimidad para negociar y alcanzar acuerdos y convenios colectivos, ha suscitado hasta el momento un nivel importante de conflictividad