Desde mediados del siglo XX la montaña española y europea se ha visto inmersa en un proceso de transformación. El turismo ha alcanzado un importante grado de desarrollo como actividad económica tras la crisis del denominado sistema tradicional, utilizándose para la revitalización de estas zonas. El valle de Tena no ha sido ajeno a estos cambios, especialmente tras la instalación de las estaciones de esquí alpino de Panticosa en 1971 y Formigal en 1964 que, junto con otras modalidades turísticas, han provocado un cambio de paradigma en la dinámica demográfica, económica, social, urbanística y ambiental de este valle, el cual se ha consolidado como un destino turístico de masas con una economía profundamente tercerizada. En este trabajo se describen el turismo y su desarrollo en zonas de montaña, así como los cambios socioeconómicos derivados de estos procesos de transformación. Para cuantificar estos cambios se analiza el estado actual y la evolución de la dinámica demográfica, la estructura económica, el sector primario, los alojamientos turísticos, la expansión de los núcleos de población y el paisaje. Para contextualizar estos cambios se compara el valle de Tena con otros valles pirenaicos apreciándose una evolución distinta de los parámetros analizados. Los resultados muestran que el desarrollo turístico ha tenido efectos positivos en la evolución demográfica y negativos en el mantenimiento del sector primario, produciéndose a su vez cambios sustanciales en el paisaje.<br /
