La aptitud para emplear de modo corriente materiales de baja energía incorporada y para hacerlo en armonía con el carácter de las construcciones verná- culas será capaz de cerrar la brecha conceptual entre la conservación de edificios de valor patrimonial y las metas de reducción de emisiones de carbono en la industria de la construcción. Para capturar localmente las ganancias socioeconómicas que puede generar la conservación de la construcción tradicional como mate- ria y como práctica, se necesita ubicar la enseñanza de los métodos tradicionales de construcción con materia- les regionales en el centro del programa de estudios en arquitectura