research

Democracia y autoritarismo en la escuela venezolana. Un acercamiento etnográfico

Abstract

Este texto se presentó como comunicación al II Congreso Internacional de Etnografía y Educación: Migraciones y ciudadanías. Barcelona, 5-8 Septiembre 2008.La conflictividad política vivida en Venezuela en la última década ha invadido el espacio escolar, alimentando una creciente división social; de ahí que la investigación que se presenta a continuación surgió de la preocupación por rescatar la dimensión de lo político dentro de la propuesta formativa que la escuela ofrece a las nuevas generaciones de venezolanos. Con este motivo, se decidió abordar la vida cotidiana de las escuelas, una oficial y otra privada, desde la metodología etnográfica, entendiendo que ella permitiría asumir la ambigüedad y la sensibilidad de un tema proclive a la visceralidad, vivido en un ambiente poco tolerante al diálogo. En una primera etapa, desde la vida cotidiana de las escuelas comenzó a surgir una realidad con claves de lectura propias que se constituyó en caldo de cultivo para iniciar un proceso de identificación de categorías de análisis. Esta experiencia se fue enriqueciendo paulatinamente con la reflexión en torno a la comprensión política de la Pedagogía. Con este fin, la propuesta epistemológica de Zemelman -en torno al presente potencial para la lectura de lo político- permitió identificar tres niveles de análisis: los sujetos sociales, las prácticas educativas y los proyectos sociopolíticos que dieron consistencia al conjunto de categorías que surgieron de la vida cotidiana de las escuelas para interpretar la realidad de las mismas desde la perspectiva democrática y autoritaria. La escuela privada observada se comprende como una institución controlada al detalle, imposibilitada para el diálogo, en donde la centralidad del maestro y el cumplimiento del alumno crean un espacio seguro, protegido y aislado del entorno; la democracia se concibe como una utopía inalcanzable y el autoritarismo como una imposición necesaria para alcanzar las metas. Por su parte, la escuela oficial se comprende como una institución sin direccionalidad, ambigua en su oferta educativa, con una evidente ausencia de procesos viables de educación; los sujetos asocian la democracia con la irresponsabilidad y perciben al autoritarismo como necesario para controlar el desorden. Al hacer un diagnóstico del potencial democrático de ambas escuelas, se llega a la conclusión que la escuela privada, al mantenerse impermeable ante la realidad, podría constituirse en un espacio propicio para la preparación de generaciones descomprometidas con el país, incapaces para comprender la complejidad de los procesos sociales; mientras, la escuela oficial, de continuar funcionando a la deriva seguirá alimentando la convicción de sus alumnos por preferir soluciones autoritarias que transformen su realidad

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