En el discurso con el que abrió las sesiones ordinarias del parlamento, el presidente Alberto Fernández volvió a mencionar en varias oportunidades los conceptos de justicia social y solidaridad: el primero como parte de un binomio inseparable con el crecimiento económico y el segundo como "viga maestra de la reconstrucción nacional". También manifestó una gran preocupación por el nivel actual de desigualdad en nuestro país y el compromiso gubernamental por reducirla, subrayando que es un objetivo central para alcanzar el desarrollo con inclusión social. Estas ideas constituyen las fibras más íntimas que guían las políticas del nuevo gobierno desde el momento en que tomó el control del Estado, y están en consonancia con las advertencias de más larga data que vienen formulando instituciones científicas y economistas reconocidos respecto de las consecuencias perturbadores de la desigualdad sobre el desarrollo social y económico (CEPAL, 2010, 2012, 2014; Stiglitz, 2012; Atkinson, 2015; Piketty, 2015; Milanovic, 2016).La aparición de estas inquietudes en el discurso del gobierno es un síntoma de la época. En los últimos años, los estudios sobre la desigualdad han ganado terreno en la producción académica sobre el desarrollo, sobre todo en torno a las relaciones posibles entre crecimiento económico, distribución del ingreso y avance tecnológico. Mientras que la perspectiva neoclásica sostiene que las políticas económicas que redistribuyen ingresos contraen el crecimiento, en tiempos recientes, incluso el Banco Mundial ha señalado que una desigualdad excesiva es perjudicial para el desarrollo (Viterna y Robertson, 2014). Para abordar esta problemática, proponemos una lectura del desarrollo como un emergente del conflicto social institucionalizado, o dicho de otro modo, como el resultado siempre precario y contingente de la lucha política entre agentes sociales. El desarrollo es entonces un proceso en disputa en el que no solo entran en conflicto las diversas ideologías sobre cómo alcanzarlo, sino también diversos modelos de justicia distributiva y discursos que intentan justificar una determinada distribución de la riqueza y los recursos. Este artículo es un intento por aportar algunas reflexiones en torno a las relaciones posibles entre desarrollo, desigualdad e ideologías para analizar los procesos socio-económicos de la Argentina reciente.En el primer apartado se presentan algunos aportes teóricos para abordar nuestra problemática. Se presentan conceptos tomados de la escuela de la regulación francesa, en especial las ideas de modelos y modos de desarrollo junto con las de regímenes de desigualdad. En el segundo apartado, a partir del análisis del conflicto social entre agentes socio-económicos, intentamos una reconstrucción de los modos de desarrollo y los regímenes de desigualdad que han tenido lugar en la Argentina de los últimos años. En el tercer apartado analizamos con mayor detenimiento la dimensión ideológica de las disputas por el modo de desarrollo, en particular, los tipos de justicia distributiva que sirven para justificar los regímenes de desigualdad. En el apartado final presentamos las conclusiones de nuestro trabajo.Fil: Villarreal, Pablo Mariano. Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas; Argentina. Universidad de Buenos Aires. Facultad de Ciencias Sociales. Instituto de Investigaciones "Gino Germani"; Argentina. Universidad Nacional de San Martín. Instituto de Altos Estudios Sociales; Argentin