En la primera pregunta intenta acercarse no sólo a tu trabajo en el Ministerio de Educación de la provincia de Río Negro sino también a tus intereses personales.Entendemos que hay un largo camino para llegar a constituirte en promotora de lectura. ¿Podés comentarnos cómo fue esa experiencia

BAHAMONDE, MARÍA JOSÉ,

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Universidad Nacional del Comahue: E-Journals

   Dar a Leer. Revista de Educación Literaria                                                                ISSN 2718-8752 1   1-DIÁLOGOS  CONVERSANDO CON IRIS GIMÉNEZ, PROMOTORA DE LECTURA POETA1   MARÍA JOSÉ BAHAMONDE2  - Esta primera pregunta intenta acercarse no sólo a tu trabajo en el Ministerio de Educación de la provincia de Río Negro sino también a tus intereses personales. Entendemos que hay un largo camino para llegar a constituirte en promotora de lectura. ¿Podés comentarnos cómo fue esa experiencia?   El camino se fue construyendo casi solo. Cuando descubro algo que me gusta o (me) hace bien tiendo a compartirlo, a interesar a otras personas. En el caso de dar a leer literatura se trata nada más (y nada menos) que de un intento de siembra con el deseo de que prospere y haga el mismo efecto que una siente al leer. Una especie de puerta o ventana a diferentes pensamientos que de alguna forma nos ayuden a pensar también, a imaginar diferentes escenarios, otras calles.  A su vez, trabajar desde un organismo público ha sido más que una salida laboral necesaria. Trabajar en la Administración Pública (o de lo público) es además un compromiso personal, ideológico.  Este tramo lo inicié en 2006 en el Fondo Editorial Rionegrino (FER) junto al entonces director normalizador, profesor y gestor cultural Juan Raúl Rithner, de quien no solo aprendí a capitalizar mi propio recorrido sino a proyectar ideas, plasmarlas en acciones, pensar en políticas públicas de un modo colaborativo, horizontal, en convivencia absoluta con diferentes áreas dentro de un mismo organismo y otros, con intereses compartidos; en                                                           1 Coordinadora del Plan de Lectura de la Provincia de Rio Negro Ministerio de Educación. Promotora de lectura, escritora. 2 Docente de nivel medio en la ES N° 8 de Carmen de Patagones y en la carrera Profesorado en Lengua y Comunicación Oral y Escrita que se dicta en el CURZA. Magister en Literatura Argentina y Especialista en Educación mediada por Tecnología Digital. Realiza esta entrevista en el marco del Proyecto de Extensión “Estrategias de fortalecimiento y desarrollo del campo literario local” del CURZA, dirigido por Rodrigo Guzmán Conejeros.     Dar a Leer. Revista de Educación Literaria                                                                ISSN 2718-8752 2  definitiva, a administrar recursos técnicos y materiales del Estado sin perder de vista los objetivos y viabilidad de esas acciones, cada una un peldaño que abre a otras acciones y así construir. Y que planificar es fundamental, eso aprendí también, aunque suene obvio no resulta el abc en muchos casos. Allí estuve esta 2010, luego integré otros equipos dentro de la Secretaría de Derechos Humanos, de algún modo siempre ligada a la comunicación, otra de mis vocaciones y que en lo personal fui desarrollando en medios gráficos, un poco de radio también, revistas culturales y literarias, y que me permitió adquirir experiencia, aún cuando no me formé académicamente.  Y, en 2016 ingresé al área de Artística en el Ministerio de Educación.  El devenir y una propuesta de gestión específica presentada en su momento hizo que quedara a cargo del área de forma temporaria (tres años y medio). Mi propuesta y objetivo, aprobado por mi autoridad inmediata, era institucionalizar el área, que sus misiones y funciones sean reconocidas por las y los docentes de cada nivel, crear oficialmente un circuito de comunicación, conformar un equipo técnico asesor compuesto por referentes de los diferentes lenguajes artísticos que integran las currículas en los distintos niveles educativos,  y debo decir que se logró dar ese gran paso, aunque no sin mucho esfuerzo y dedicación, y hoy sigue creciendo.  Paralelamente, como lenguaje artístico, dentro del área de Cultura (misma Dirección) propuse el “Programa de promoción de literatura regional en escuelas rionegrinas”, desde el que se trabajaron ateneos didácticos en toda la provincia, con el acompañamiento, mediante acuerdos de mutua colaboración,  de las universidades públicas, UNRN a través de su editorial, con el CURZA a través de proyectos de investigación, con la Secretaría de Cultura de la Provincia, con el área de Formación Permanente del Ministerio de Educación, así como con los Institutos de Formación Docente Continua ubicados en diferentes localidades.  Ese programa inicial fue el precedente del Plan provincial de lecturas interrumpido en 2015 al igual que se discontinuó el Plan Nacional de Lecturas, y que se retoma en 2020, en concordancia con las disposiciones ASPO-DISPO a causa de la pandemia causada por el covid-19.    Dar a Leer. Revista de Educación Literaria                                                                ISSN 2718-8752 3  Allí es que decido que mi ciclo frente a Artística está cumplido y continúo a cargo del área Cultura cuyo programa es justamente Plan de Lecturas Río Negro.  Desde ese momento fue dar continuidad a lo ya trabajado desde 2016 y por supuesto abrir una planificación específica con sus objetivos, visiones y demás, que incluyó conformar equipo de especialistas, mediadoras y mediadores de lecturas situados, gestionar para ampliar el acceso a bibliografía digital e impresa, etc. Empezar casi de cero, tal como lo hice cuando asumí el desafío en Artística.  El trabajo de gestión me lleva a ocuparme de varias instancias que hacen al área, para lo cual contar con especialistas y equipo técnico, más la plena disposición de las y los docentes y bibliotecarios dentro de cada institución que son quienes han hecho y hacen el mayor trabajo junto a sus estudiantes, es más que fundamental. Y en esa línea trabajo, como dije antes, sin olvidar los objetivos trazados, sin desconocer las necesidades en las instituciones, en continua gestión con demás áreas y direcciones dentro del Ministerio y siendo consciente de mis propias limitaciones en tanto soy lo que llaman en la Provincia una trabajadora perteneciente a la Ley 1844…. ni más.   - Estimamos que sos una lectora activa y actualizada. Por lo tanto, quisierámos saber ¿qué es la lectura para vos? ¿De qué modo considerás que cambia la vida de las personas? ¿Qué ocurre con le lectura en los niños y los adolescentes en el ámbito escolar?  La lectura llegó a mi vida después de la escritura. En casa no había libros, me crié con mi mamá en un hogar en el que nunca faltaron incentivos creativos, entusiasmo, inquietudes, búsquedas… pero también con mucha austeridad, privándonos de ciertos lujos como tener libros, por ejemplo, incluso televisión.  En cambio, sí tuve a una narradora oral de las mejores que algunas noches en vena poética me contaba historias, familiares o de ficción. Ella, por supuesto, era mi mamá. Esas fueron mis primeras lecturas a falta de. Y las infaltables historietas variopintas: Mafalda, Paturuzito, las revistas Intervalo, El Tony. La escuela primaria (en los años 70) tampoco motivaba la lectura por placer, aunque sí muchos otros lenguajes artísticos como las obras teatrales escolares formaron parte de mis primeras herramientas expansivas. Ya en la secundaria tuve un par, no muchas oportunidades más, de dar con obras y autores que han sido llaves atesoradas, como lo fue El Quijote de la    Dar a Leer. Revista de Educación Literaria                                                                ISSN 2718-8752 4  Mancha, primera obra “larga” que empecé a leer en el aula de primer año, a los 11/12 años, y que no podía dejar así que pedí que me prestaran el libro y me lo llevé a mi casa; como lo fue la obra de Cortázar cuando la profe de segundo año en la Escuela Industrial nos dio a leer “La noche boca arriba” y cuántas lecturas y miradas disparó. Creo que hablé con gente con la que no hubiese tenido otra conexión más que conocer su lectura sobre ese cuento y compartir la mía. Entre tantas obras y autores que luego fui sumando.  Pienso que el gran cambio, si cabe la palabra, que la lectura de literatura me provocó es que pasó a formar parte importante de mi vida. Leer, junto a escuchar música, es mi salvoconducto para limpiar la cabeza de mentes, de pensamientos vacuos que nos confunden, que nos hacen perder dimensión de cómo estamos. Leer no solo suma conocimiento, despierta la imaginación, la curiosidad, nos sensibiliza, nos motiva. Creo que parte de la enseñanza en las niñeces y adolescencias debe contemplar espacios de disfrute y autoconocimiento. Leer literatura, así como escuchar música, debería ser una elección íntima que a la vez propicie la comunicación. A quienes trabajamos en este ámbito creo que nos mueve el deseo de que la lectura forme parte la vida cotidiana de las personas por decisión propia y no por obligación.   - Entre las distintas facetas relacionadas con la literatura, también escribís. ¿Desde cuándo lo hacés? ¿Cuál es el rol del escritor y qué diferencias encontrás entre el rol del escritor en la actualidad y el de otras épocas?  Aprendí a leer y a escribir antes de ingresar a la escuela. Por ese entonces, a los 4 años, vivía en casa de mis tíos junto a una prima que ya iba a tercer grado y jugaba a la maestra conmigo (era buena, de hecho, se dedicó a la enseñanza).  Recuerdo que me gustaba escribir, el hecho de escribir, ensayaba letras, transcribía todo cuanto se me cruzaba. Los dictados en la escuela, las tareas, todo lo transcribía nuevamente en mi casa.  Una vez, en cuarto grado, nos dieron una consigna para redactar una composición. Creo que se trataba de describir los objetos dentro de la casa o algo así, cuestión que me puse a escribir. Al otro día ya en el aula y cuando comenzamos a leer en voz alta una a una nuestras composiciones, ¡cuál no fue mi sorpresa (y ataque de pánico) al descubrir que conforme leían mis compañeras, ritmos más ritmos menos, todas las composiciones eran    Dar a Leer. Revista de Educación Literaria                                                                ISSN 2718-8752 5  parecidas entre sí, pero no a la mía! Ahí me di cuenta de que, al escribir, en lugar de limitarme a “respetar la consigna” me había ido por la ventana y chau…  Cuando llegó mi turno de leer quedé muda. La maestra, que imponía un cierto respeto por decirlo de alguna manera, se enojó conmigo y me mandó a hablar con la directora, una monja que también imponía un cierto respeto (otra vez, por decirlo...) y no recuerdo si me preguntaron algo, lo que sí recuerdo es que me mandaron un rato a la capilla de la escuela a no sé qué, ¿a pedir perdón sería? ¿A rezar?  Voy a obviar la descripción de lo que recuerdo que en su momento me significó estar solita con mi alma en ese lugar repleto de estatuas de santos con sus velas eléctricas titilantes y voy a decir que esa debió ser mi primera incursión en el oficio de la creación literaria, y vaya que me despertó la imaginación. Pero lejos de amedrentarme (o traumarme, podría haber sucedido, no?), me demostró que ese mundo podía ser infinito y sobre todo mío.  Años más tarde, ya adolescente de 16 o 17 años, encontré un cauce a través de la poesía y ahí hice nido, aunque también de vez en cuando escribo relatos (sin consigna previa…). Luego de varios años de ostracismo, siendo bastante joven, mis primeras incursiones en sociedad fueron de la mano de maestros talleristas como el poeta Nito Fritz, el novelista Guillermo Rodríguez, el poeta y narrador Raúl Artola. En adelante, mis maestros han sido y siguen siendo los libros y mis queridas y queridos escritores, muchas y muchos de ellos, amigos.   En cuanto al rol de las escritoras y escritores es escribir, no otro, antes y ahora.     - Otro aspecto que nos parece interesante abordar está vinculado con los escritores que producen literatura en nuestra región, la zona patagónica. ¿Podrías decirnos cuál es la situación de estos escritores en relación con las políticas culturales y editoriales?  Sabemos, como se dice, que “Dios atiende en Buenos Aire”, y la situación de las literaturas producidas en el resto del país han sido siempre relegadas, no formamos parte del canon que de un modo u otro existe. También es cierto, sobre todo en nuestra región patagónica, que a fuerza de compartir mismas inquietudes y mucho trabajo mancomunado se han ido abriendo puentes, primero dentro de la región y luego ocupando o intentando llegar a otros lares, participando de encuentros y espacios en general vedados para quienes “somos del    Dar a Leer. Revista de Educación Literaria                                                                ISSN 2718-8752 6  interior”. Incluso en el exterior, de la mano de escritoras y escritores a la vez docentes investigadores de las literaturas regionales, un gran lujo con el que contamos.  Desde hace algunos años existen las editoriales estatales, de hecho, el FER (desde mediados de los años 80 con una interrupción importante entre inicios de los 90 y el año 2006, cuando se retoma) ha sido precursora de otras editoriales estatales en las provincias patagónicas. También existen, por lo menos en nuestra provincia, editoriales municipales, e incluso una universitaria que se ha dedicado a la literatura regional también, sumadas a editoriales independientes, con la gran diferencia de que las independientes no cuentan con presupuesto servido.  En cuanto a la relación con las políticas culturales y editoriales públicas, me circunscribo a uno de los tantos puntos de interés: existe un gran vacío en cuanto a las políticas de distribución de libros tanto a bibliotecas populares como a las escolares, así como a las librerías para su venta. Esto sucede porque en general no se piensa más allá de la convocatoria (otro punto discutible) y edición de las obras, olvidando que las y los beneficiarios de esas políticas, insisto, en el caso de las editoriales estatales, no son las y los autores sino las y los lectores. Supongo es algo que necesita mucho debate y planteos claros,  mentes abiertas y proyectivas.    - Aunque en el campo regional se puede observar gran cantidad de escritores de poesía, ¿consideras que hay una inclinación por la lectura y la producción de géneros narrativos?   Pienso que la poesía, en nuestra región patagónica, ha hecho las veces de vehículo de las narrativas identitarias, sobre todo. Recodemos que es una región en gran porcentaje poblada por gente venida de otros lugares del país que trajo consigo un bagaje de historia propia y heredada, y que adoptó estos paisajes y sus idiosincrasias a su modo de ver, una especie de mixtura que también nos fue narrando las diferentes geografías de esta extensa y riquísima región. Hoy contamos tanto con textos narrativos como con poesía de gran calidad literaria.  En nuestra comarca contamos con narradoras y narradores espectaculares, en gran medida de escuela poética. A la vez veo que las y los jóvenes escritores en general incursionan en las narrativas antes que, en la poesía, así como también he descubierto que a las y los    Dar a Leer. Revista de Educación Literaria                                                                ISSN 2718-8752 7  jóvenes lectores les interesa un poco más la narrativa que la poesía, aunque sin excluirla. Sabemos que, en relación a la música, por ejemplo, la poesía está muy presente y su creatividad a flor de piel.   - En cuanto a las literaturas argentinas, ¿cuál es el lugar de la lectura, la escritura, el escritor, el promotor de lectura?  Me voy a centrar en uno de los actores de este complejo entramado: así como con respecto a la literatura argentina y la universal, contemporánea y de todos los tiempos, el rol que cumplen las y los promotores de lecturas es primordial, literalmente hablando, como siempre ha sido o debido ser. Por eso su rol está cobrando valor y ocupando un espacio preponderante, sobre todo dentro de las instituciones educativas y culturales.    Gracias Iris por dejarnos ingresar en tu vida como escritora, como lectora y conocer tu perspectiva frente a la literatura regional actual       

Conversando con Iris Giménez, promotora de lectura, poeta

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