Desde la década de 1970 se está produciendo en el mundo un proceso de liberalización de los flujos comerciales y de capitales que se ve acompañado de una transformación económica derivada de la incorporación de las TIC a la vida cotidiana y los procesos productivos. Ello genera una serie desajustes que las naciones deben afrontar. Las causas de la globalización no hay que buscarlas exclusivamente en el determinismo económico sino que se conjugan factores políticos y sociológicos. En Europa, los Estados de Bienestar son a la vez condición necesaria y obstáculo a la globalización, y en esta encrucijada se vuelven inefectivos y cada vez más cuestionados