Las actividades agropecuarias se han asociado con el incremento de óxido nitroso hacia la atmósfera, por prácticas de manejo (fertilización y mecanización) que contribuyen con la dinámica del nitrógeno, las cuales limitan el almacenamiento del metano (CH4). Sin embargo, los sistemas agrícolas se han constituido en sumideros de gases de efecto invernadero (GEI), dependiendo de la gestión productiva