La crisis en la relación de Estados Unidos con América Latina, que surgió con la entrada del nuevo milenio, tocó su punto más bajo en las últimas décadas y se caracterizó por la falta de confianza hacia Estados Unidos, por ser un gran reto para el presidente Barack Obama y por representar también una oportunidad fascinante, según se expresa en el artículo, que indica que las antiguas relaciones interamericanas de dependencia y subordinación enfrentaban la posibilidad de convertirse en una alianza en la cual América Latina y el Caribe asumieran, por primera vez, un papel dominante en la gobernanza global.ITESO, A.C