Toda teoría se funda en la experiencia. Si entre las experiencias observadas existe una que sea la más frecuente, universal e importante, la teoría debe preferentemente fundarse en ella, como prototipo. Este principio nos guiará en el estudio de la comunicación interpersonal. El hombre aun antes de ser, necesita como condición previa la comunicación personal. La concepción misma es fruto de la más perfecta y completa comunicación interpersonal, la del padre y la de la madre: transmisión de genes por la compenetración de dos seres complementarios en un amor erótico, psíquico y social.
Si examinamos el comportamiento en el tiempo de la infancia, veremos que la comunicación interpersonal es la primera experiencia del hombre-feto dentro del útero materno; existe una comunicación envolvente y táctil durante nueve meses. La comunicación táctil es tierna, continua y transformadora en la etapa fetal y deja sello indeleble en la historia posterior del hombre y sólo cambian las formas táctiles con otras personas en la vida adulta.ITESO, A.C