Eventos Naturales y Actuaciones Antrópicas: Impactos sobre los Bosques de Manglar de América del Sur

Abstract

The great importance of mangroves’ forest is linked to their capacity of resilience against natural and human impacts, this way playing a determinant function in the adaptation to climatic change related processes. At global scale, mangroves’ forests cover an area of 150,000 km2, 11% (≈16,500 km2) of them being located along the Pacific and Caribbean coasts of South America. About 70 species of mangroves exist around the World with 10 observed in South America, among them the most relevant are: Rhizophora mangle, Avicennia germinans, Laguncularia racemosa and Conocarpus erectus. Concerning mangroves’ cover loss, at global scale, an annual rate of 0.16% was observed between 2000 and 2012 with lower rates recorded in South America respect to Asia, Africa, North and Central America. This paper analyses the main effects of natural and human impacts on mangroves’ forests by means of examples from South America and several other countries. Concerning natural impacts special attention was devoted to: i) constant and ii) specific erosion processes (related to storms and tropical cyclones), both of them essentially affect Rizophora mangle since this specie occurs at the shoreline meanwhile strong winds recorded during hurricanes (with a category > 3 of the Saffir-Simpson scale) especially affects R. mangle and A. germinans, and iii) the effects of climatic phenomena such as “El Niño” and “La Niña” that produce variations in soil salinity that determinates the establishment and growth of a mangrove’s specie or an other. Concerning human impacts special attention was paid to illegal logging that, in the Northern Caribbean of Colombian coast essentially affectes L. racemosa, which wood is used by local population to build up cabins on the beaches for tourist purposes.La gran relevancia de los bosques de manglar se debe a que estos ecosistemas son considerados entre aquellos más resilientes ante los efectos adversos ejercidos tanto por factores naturales como antrópicos y, por eso, cumplen un papel fundamental en la estrategia para la adaptación al cambio climático. A nivel global se calcula que los bosques de manglar cubren una superficie de unos 150.000 km2, un 11% (≈16.500 km2) de los cuales se encuentra en las costas del Pacifico y del Caribe de Sudamérica. A nivel mundial se han reportado ≈70 especies de manglar, diez de las cuales se encuentran en Sur América, siendo las más comunes: Rhizophora mangle, Avicennia germinans, Laguncularia racemosa y Conocarpus erectus. En cuanto a pérdidas de manglar, a nivel mundial se han estimado valores anuales del 0,16% entre 2000 y 2012, presentando América del Sur las tasas más bajas de deforestación en comparación con Asia, África, América del Norte y Central. En este trabajo se han descrito los efectos de los principales impactos naturales y antrópicos sobre los bosques de manglar reportando ejemplos de Sudamérica y de otros países. Entre los impactos naturales se han considerado los efectos de: i) la erosión crónica y ii) puntual del litoral (es decir debida a frentes fríos y ciclones tropicales), ambas afectan sobre todo la Rizophora mangle porque ésta se localiza en la zona más próxima al mar mientras que los fuertes vientos registrados durante los huracanes (sobre todo de categoría >3 de la escala Saffir-Simpson) afectan esencialmente tanto R. Mangle como A. germinans, y iii) los efectos de fenómenos climáticos como “El Niño” y “La Niña” que producen variaciones de la salinidad intersticial del suelo y, por ende, condicionan la predominancia de una especie u otra. Entre los impactos antrópicos se ha descrito esencialmente la deforestación, con especial atención a la tala ilegal que, en la parte norte del Caribe colombiano, afecta principalmente L. racemosa, cuya madera es utilizada por las poblaciones locales para la construcción en las playas de cabañas para los turistas

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