Barajas Ramírez, Nylza Isabel

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Revistas Academicas de la FESIztacala (Facultad de Estudios Superiores Iztacala, UNAM, México)

CuidArte “El Arte del Cuidado”Volumen: 2   Número: 3   Año: 2013   FEBREROREVISTA ELECTRÓNICA DE INVESTIGACIÓN EN ENFERMERÍA FESI-UNAM.Se autoriza la reproducción parcial o total de este contenido, sólo citando la fuente y su dirección electrónica completas.7La atención de la salud en México es una prioridad emergente tanto para los gobiernos estatales, como para el federal. La inequidad, la falta de cobertura universal, la pobreza, las grandes distancias para la atención médica ha sido un problema que hasta el momento no se ha podido abatir.  Dicha atención es enfocada como un proceso dinámico y cambiante como la salud misma, dado que no existe un estado de salud absoluto, sino un continuo de salud; una interacción y lucha constante de ésta con la enfermedad.Los profesionales en Enfermería somos considerados “el pilar de la educación para la salud”, en todos los ámbitos. Nuestro trabajo consiste en sensibilizar, educar para prevenir, brindar asistencia médica y de rehabilitación a la población para que utilicen los recursos del sistema de salud y los de su entorno para adoptar estilos de vida más saludables, sustentados en la teoría del autocuidado para conseguir satisfacer sus necesidades.Por ello la Universidad Nacional Autónoma de México, como uno de sus compromisos con la sociedad,  en especial con las comunidades más desprotegidas, mismo  que desde hace 76 años  se propuso prestar  la labor de servicio social; continua con el mismo compromiso con  todos los egresados universitarios proponiendo el servicio social en comunidades marginadas. El cual  es una gran experiencia para los  egresados de la licenciatura de Enfermería de  la Facultad de Estudios superiores Iztacala.Mi servicio social en Oaxaca es una de mis experiencias más recientes y una de las más inolvidables de mi vida. Podría llamarla la primera decisión importante que tomé como la adulta y la orgullosa universitaria que soy.Me fui terminando el mes de Julio de 2011 para empezar mi servicio social el 1º de agosto del mismo año. Todo empezó desde que tomé la decisión de crecer como profesional, como persona y también de valorar las cosas que aquí tenía y que allá no serían de la misma forma.En el momento en que elegí la plaza y cuando supe que mi destino estaba en Oaxaca, me dije: -“Esta será y es una de las decisiones más importantes de mi vida”- y algo dentro de mí, decía: -”esto será grande y tú vas a ser grande“-.Y así fue como emprendí mi ida hacia Oaxaca. Mi destino: un pueblo llamado “San Miguel el Grande”, a una hora con veinte minutos del distrito de Tlaxiaco.En particular, una de las más bellas regiones de Oaxaca que ha sabido conservar sus tradiciones y su cultura. De clima frío, región boscosa, gente amable y muy humilde, con un corazón muy grande, algo que para mí vale muchísimo la pena. Conocí a cada uno de ellos, así como cada rincón del pueblo, y ninguno me decepcionó. Esa hora con veinte minutos de Tlaxiaco a San Miguel el Grande me abrió los ojos hacia un México  que no conocía,  o que al menos no era el que me imaginaba; un México que está olvidado Carta al editorUna experiencia inolvidable crónica de Servicio Social de la  licenciatUra en enfermería en zona marginada  en el eStado de oaxacaN y l z a  I s a b e l  B a r a j a s  R a m í r e zPasante de la Licenciatura en Enfermería (FESI-UNAM)CuidArte “El Arte del Cuidado”Volumen: 2   Número: 3   Año: 2013   FEBREROREVISTA ELECTRÓNICA DE INVESTIGACIÓN EN ENFERMERÍA FESI-UNAM.Se autoriza la reproducción parcial o total de este contenido, sólo citando la fuente y su dirección electrónica completas.8y con mucha pobreza, en la mayoría de los casos; una vida que pensaba ya había dejado de existir. Al momento de mi llegada todo me parecía raro. Tenía tantos sentimientos encontrados. Para empezar, estaba feliz y muy ansiosa; en primera, porque emprendería  un nuevo camino sola; en segunda, nuevos conocimientos que vendrían a mí con el paso de los meses; en tercera, triste porque  me quedaría sin el cobijo de mi familia; lejos de mi casa,  lejos de la gente importante y querida para mí, entre otras cosas.  Ese día fue para mí el más difícil de mi vida, al despedirme de mi familia y saber que estaría a más de doce horas lejos de ellos y  sin saber qué me deparaba el destino; todo se nubló para mí en ese momento.De pronto me encontré con el médico que estaba por concluir su servicio social y quien muy amablemente me recibió de una forma muy calurosa. Me enseñó el pueblo y el centro de salud en donde iba yo a laborar, pero lo más importante: el lugar en donde yo iba a vivir durante un año. En ese momento el sol salió para mí; me quedé un poco más tranquila. Por la tarde tuve que quedarme sola en la clínica -“Qué miedo” -no sabía ni qué hacer en ese momento. Miré por la pequeña ventana que había en el cuarto (que era la bodega de la clínica), vi la cama que estaba ahí; me senté y me derrumbé. El llanto vino a mí. Muchas cosas y preguntas pasaron por mi mente; las primeras de ellas fueron: -“¿Qué haces aquí?, ¿Qué pasará?, ¿Qué harás?, ¿Cómo te irá?”- En fin. Una inmensidad de preguntas y de incógnitas que se hacían más y más grandes porque sabes que estarás sola y no sabes qué pasará contigo.En un momento me dije: -”Tranquila, tú puedes. Eres fuerte. Has pasado por mucho en esta vida y has salido adelante como la gran persona que eres”-. Yo solita me di ánimos y dije: -”Estoy orgullosa de ti.  A agarrar al toro por los cuernos. A echarle ganas y a dejar en alto tu presencia y a tu escuela: tu FES IZTACALA”-.Y así fue como sucedió. Días después, llegaron los demás pasantes que estarían conmigo: una pasante de  medicina y un pasante de odontología. Y así pasaron el primero y el segundo mes. Algo increíble pero cierto: dos meses que “se me pasaron como agua”. ¡Ni los sentí! Algo muy chistoso porque a todos les pesó, menos a mí. Considero que se debió a dos grandes razones: la primera, el apoyo de mi familia;  la segunda, la fuerza que me caracteriza y con la que me conduzco en esta vida. Conforme iban pasando las semanas, fui conociendo gente y más gente. Cabe mencionar que en este lugar no hay muchas distracciones. Mi única distracción, y la mejor que he tenido en mi vida,  fue jugar con dos perras a las que alimentaba, cuidaba y a su vez, ellas me cuidaban. Algo que dolería dejar cuando se acercara el momento de partir. Una experiencia bastante agradable y chistosa, ya que en mi casa, mi distracciones eran: salirme con mis amigos, ver la tele  o conectarme a internet. Situaciones prácticamente nulas ya que en el pueblo no tenía señal; si hay una televisión en la cual sólo se ven dos canales y la red es satelital por lo cual se tarda horas en abrir una página. Otra cosa preocupante era que si te quedas sin papel, sin leche, sin huevos, sin azúcar o sin sal, etc., no hay un centro comercial a donde ir a comprar.  Era algo angustiante, ya que las únicas tiendas que había, estaban caducos los productos o sólo había agua y galletas.  Es aquí donde aprendes el valor del sacrificio que hacen tus padres. En mi caso, mi madre al llevarme aunque sea un pan a la boca, y sí puedo decirlo con mucho orgullo. Por primera vez en mi vida, conocí lo que es no tener qué comer y dormir con hambre. ¿Y por qué no? También mencionar el no tener con qué comprar.En ese tiempo me fue fácil desarrollarme como la licenciada en Enfermería que estoy por llegar a ser y por qué no decirlo:-“que ya soy”-; algo por lo que me siento aún más orgullosa de mí: en primera, dejar en alto el nombre de mi escuela. Para mí, la mejor de todas y la que me ha dejado una gran enseñanza; que me ha ayudado a crecer como persona y como profesional: “la majestuosa FES IZTACALA de la gloriosa UNAM”; y otra, el dejar en claro quién soy yo, de dónde venía y todos los conocimientos y habilidades que tengo. CuidArte “El Arte del Cuidado”Volumen: 2   Número: 3   Año: 2013   FEBREROREVISTA ELECTRÓNICA DE INVESTIGACIÓN EN ENFERMERÍA FESI-UNAM.Se autoriza la reproducción parcial o total de este contenido, sólo citando la fuente y su dirección electrónica completas.9Poco a poco la gente empezó a darse cuenta de quién era y empecé a ganarme su confianza y cariño, algo que me llenaba de alegría y mucha felicidad. Aún no sé cómo expresar bien con palabras o letras, lo que se siente. El que “vayas a donde vayas”, te reconozcan. Y no sólo por la humildad que me caracteriza, sino por el trabajo que realizaba día con día; con mucho esmero, profesionalismo, humildad, cordialidad y respeto. Al grado de que la gente asistía más conmigo a consultas, que con la propia médico. Algo que le disgustaba demasiado y era bastante obvio. En una ocasión fue tanto su coraje, que se escudó diciendo que había una gran diferencia entre ella y yo.  Que yo era una simple enfermera  de una “escuelucha”, algo que me dio mucha risa. Lo único que pude decirle es -“Fíjate que sí hay una gran diferencia: Yo vengo de la UNAM, tú no; yo tengo práctica, tú no; yo tengo conocimiento, tú no; y sobre todo, yo tengo humildad, cosa que tú, no. Y dudo que jamás la conozcas”-, en ese momento me di la media vuelta y me fui.  Un día, ella cambió la percepción que tenía de mí, al demostrarle con mis conocimientos y habilidades, de  lo que yo era capaz de hacer.  Ese día, para ella, ya fui la Lic. en Enfermería Nylza.   Los mejores meses de mi vida vinieron. Cosas mejores cada mes, como las capacitaciones que teníamos, mismas que terminaban siendo impartidas por mí y por las compañeras (ahora, mejores amigas) que estaban conmigo, procedentes de la misma escuela, debido a la participación y conocimiento que teníamos. Lo mejor ocurrió en la capacitación más larga que tuvimos. Ésta fue por tres días, en donde se juntaron más de 50 enfermeras de diferentes zonas.  En dicha capacitación veríamos el Plan de Cuidados de Enfermería: PLACE. Algo que nosotras ya manejábamos  muy bien. Y el mismo fenómeno se dio: la capacitación terminó siendo impartida por nosotras, dados los conocimientos y participación que tuvimos. Al tercer día nos pidieron a todas las asistentes que elaboráramos PLACE. El de nosotras ganó y fue el elegido para exponerse ante las más de 50 enfermeras presentes. Al terminar nuestra exposición hubo un silencio total, para mí el más satisfactorio de toda mi carrera. Una voz por ahí dijo: -”¿Alguna pregunta?”-, todas callaron. Segundos después, se levantaron de sus asientos y nos aplaudieron. En ese momento me di cuenta del valor de mi escuela y de las excelentes estudiantes éramos. Pidieron nuestro apoyo para evaluar los formatos que se llevaban para la elaboración del PLACE y solicitaron que entregáramos el nuestro para que sirviera como guía en la realización de éstos y para que se dieran cuenta cómo se elaboraban los diagnósticos de Enfermería. Puedo decir que tanto en los años de carrera, como en el del servicio social,  desarrollamos destrezas, habilidades y competencias que serán evidentes en el ámbito donde nos desempeñemos. Creo que en el corazón de cada uno, está el devolver todo lo que hemos recibido, con un trabajo digno y como los grandes universitarios que somos.Y así pasaron los demás meses.Desafortunadamente no todo fue color de rosa, algo lamentable pero verdadero. Comenzaron a atacarnos con cantidad de cosas.No valoraban nuestro trabajo, nos llamaban la atención sin razón alguna.  Querían a toda costa tener un motivo para llamarnos la atención y así orillarnos  a tener alguna falta. Entre otras muchas situaciones que empezaron a tornarse difíciles, y otros motivos por los cuales comenzó a suscitarse un ambiente muy hostil, tuvimos que tomar la decisión de hablarlo y con ello vino la salida de nuestro Servicio social en el Estado de Oaxaca. Algo lamentable, sí.  Pero cabe mencionar que mi estancia ahí fue muy satisfactoria. Me llevo a grandes personas en el corazón y grandes experiencias. Me llevo un gran conocimiento y sobre todo el poder decir que esta experiencia me sirvió para darme cuenta de la valiosa persona y profesional que soy; a valorar las cosas que aquí tengo y que allá me hicieron tanta falta, no sólo en el ámbito material, sino en lo emocional.Así me la pasé esos más de seis meses. Trabajando con humildad y dignidad; poniendo todos mis conocimientos en práctica; saliendo CuidArte “El Arte del Cuidado”Volumen: 2   Número: 3   Año: 2013   FEBREROREVISTA ELECTRÓNICA DE INVESTIGACIÓN EN ENFERMERÍA FESI-UNAM.Se autoriza la reproducción parcial o total de este contenido, sólo citando la fuente y su dirección electrónica completas.10y conociendo gente  y culturas nuevas. Es muy grato considerar como tu familia a gente que está viviendo lo mismo que tú. Con este viaje cambiaron muchas ideas que yo tenía acerca del mundo y de las personas. Se me ampliaron muchos puntos de vista. Aprendí muchas cosas.Creo el que haber vivido en un lugar así, con gente pobre y humilde, con un corazón tan grande y a la cual me llevo en la mente y en  el corazón, al igual que a esas dos perritas que me cuidaron y que cuidé, me enseñaron que no necesitas tener la tecnología a la mano para pasarte un muy buen rato. Esto y todo lo demás te cambia la perspectiva de vida y en definitiva el haber pasado estos meses allá, fue de las mejores cosas y la mayor experiencia que me pudo haber pasado hasta ahora.Quiero terminar diciendo que la vida es aquello que nos pasa mientras estamos distraídos en otras cuestiones. Lo cierto es que la vida es todo los que nos ocurre, desde el día en que nacimos, hasta el segundo preciso en el que dejamos de existir.Creo que las obligaciones y preocupaciones cotidianas no dejan tiempo ni espacio para ocuparnos de lo que verdaderamente nos interesa y disfrutamos.Solemos distanciarnos de los amigos por falta de tiempo; distanciarnos de la familia por culpa del trabajo y olvidarnos de la recreación por infinitos motivos. La vida se transforma a veces en supervivencia. Podemos preguntarnos qué hemos hecho hoy que realmente nos haya llenado el alma y pasar varios minutos en silencio...Por eso es importante rescatar el valor de las pequeñas cosas y de los detalles minúsculos que forman nuestra vida diaria para aprender a disfrutarlos. Tenemos que saber hacernos dueños de nuestras propias vidas. Esto no quiere decir que podamos hacer lo que nuestra voluntad dicte, sin obligaciones ni responsabilidades. Simplemente, saber que esto que estamos pasando día a día en nuestra única existencia, es lo que realmente importa y vale luchar por ello y hacer todo lo posible por conseguirlo. Así que valorémosla y hagámosla digna de ser vivida.Tal vez logremos experimentar lo que sintió el poeta Amado Nervo cuando escribió los versos de “En paz”, donde dejó por escrito su orgullo por haber sido “el arquitecto de su propio destino” y por haber llegado a sus últimos días con la certeza de que se despedía en paz con la vida, ya que ésta nada le debía.Por último, a todas las personas que tengan la oportunidad de viajar o de vivir en otro lugar, o a los compañeros estudiantes que toman la decisión de realizar su servicio social en alguna comunidad de alta marginación: les aconsejo que lo hagan, ya que te deja muchas experiencias, sentimientos buenos y muchos aprendizajes como los que a mí me dejó.  Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto y de pronto, toda nuestra vida se concentra en un solo instante pero hay que recordar que vivir no es sólo existir, sino existir y crear; saber gozar y sufrir y no dormir sin soñar. Que es importante estar preparado y saber esperar, pero que lo primordial es aprovechar el momento adecuado, ya que éste es la clave de nuestra vida. Sin dejar de mencionar que la vida no se ha hecho para comprenderla, sino para vivirla.

Una experiencia inolvidable: Crónica de servicio social de la Licenciatura en Enfermería en zona marginada en el estado de Oaxaca

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Una experiencia inolvidable: Crónica de servicio social de la Licenciatura en Enfermería en zona marginada en el estado de Oaxaca

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