Hasta hace pocos años el conocimiento que se tenía sobre el poblamiento precolombino de la región andina del departamento de Nariño era limitado y disímil. Se contaba con estudios dispersos sobre temas históricos, geográficos y aun arqueológicos pero que no presentaban una visión regional articulada, en la cual se pudiera enmarcar cronológica y espacialmente la cultura material de los grupos étnicos que habitaron esta región antes y en el momento de la conquista española.Existían descripciones de hallazgos arqueológicos ocasionales, como aquellos ilustrados por investigadores como Sergio Elías Ortiz (1934, 1938, 1958, 1960), Wenceslao Cabrera (1962) y José Pérez de Barradas (1941), los cuales daban señas del valioso patrimonio arqueológico de este territorio. Patrimonio cultural, que con el transcurso de los años estaba siendo destruido por buscadores de tesoros, quienes en los comienzos de la década de los setenta intensificaron sus actividades y surtieron de objetos precolombinos el mercado clandesto de los mismos. Se efectuaron hallazgos sorprendentes y valiosos que atrajeron el interés de estudiosos en la materia. El Instituto Colombiano de Antropología designó varias comisiones de arqueólogos, quienes efectuaron trabajos de emergencia en el municipio de Pupiales