La capacidad del diseño para interactuar con diversos contextos en el desarrollo de su quehacer implica que la profesión mantenga una constante relación con otros saberes, esto permite que la disciplina progrese alrededor de esta cualidad, que también ha generado conflictos para definirla. Por ello es necesario remitirse a la historia de la profesión y a los planteamientos teóricos de sus fundadores, entre ellos Tomás Maldonado, para así demostrar la evolución y cambios en las definiciones sobre el diseño