La cría canina está regulada por una serie de reglamentos establecidos por instituciones cinológicas internacionales y nacionales, y hasta por las asociaciones de criadores de cada raza. Estas normas y recomendaciones, algunas dirigidas a la población canina en general y otras específicamente a determinadas razas, persiguen obtener perros con la morfología y conducta correspondientes a sus estándares raciales, siempre promoviendo la salud y el bienestar de los reproductores y de su descendencia. Para conseguirlo tienen en cuenta los riesgos asociados a la endogamia y procuran guiar la actividad cinológica hacia el mantenimiento de suficiente variabilidad genética, mediante la elaboración de genealogías y el cálculo de coeficientes de consanguinidad. También se ocupan de la detección y gestión de patologías o defectos hereditarios. Además, deben concienciar a criadores y propietarios de la importancia de llevar a cabo unas correctas prácticas de cría para mantener o mejorar la situación actual de cada raza.Este trabajo presenta el funcionamiento y las estrategias propuestas por las principales instituciones cinológicas nacionales e internacionales, especialmente por el sistema de la Fédération Cynologique Internationale (FCI) y los Kennel Clubs, entre los que sobresale el Kennel Club (KC) británico. Asimismo, se analiza y resalta el papel de las asociaciones de criadores de perros de pura raza en su gestión y mantenimiento.<br /