Web Economistas sin Fronteras: http://ecosfron.org/Por lo general, cuando se pregunta a estudiantes de los últimos cursos de
Economía sobre qué entienden por Desarrollo y estudios del Desarrollo, aluden
rápidamente a conceptos tales como crecimiento económico, renta nacional, producto
interior bruto, excedente o productividad. Rara es la ocasión en que conocen de la
existencia de la Economía del Desarrollo, una sub-disciplina de la Ciencia Social
que están estudiando destinada específicamente a analizar cuáles son los factores
políticos, económicos, sociales, tecnológicos, culturales e institucionales que
determinan la riqueza y la pobreza de las naciones. El poco conocimiento de la subdisciplina
a lo largo de los estudios de Economía no es de extrañar y responde
principalmente a dos causas.
La primera hace referencia a la enseñanza de la ciencia económica. Si bien desde
el comienzo de sus estudios el alumnado se familiariza rápidamente con modelos
más o menos sofisticados para calcular producciones de equilibrio y/u optimizar
funciones de producción, mínimas son las referencias a las instituciones sociales,
políticos o culturales sobre las que se cimientan dichos análisis. La ciencia
económica actual busca, básicamente, comprender la relación entre cantidades y
precios, sin problematizar en los elementos que configuran la base del intercambio
económico (instituciones, clases, intereses, cuidados, naturaleza, relaciones de poder,
etc.). Hoy la disciplina es eminentemente pecuniaria o, siguiendo a Aristóteles,
crematística, puesto que está enfocada principalmente en cómo multiplicar el dinero.
De esta forma, la arena de la producción, la tecnología, sus despliegues y los factores
que la empujan o limitan, quedan ocultos bajo la búsqueda de equilibrios estáticos.
La segunda está más relacionada con el origen y la evolución de la Economía del
Desarrollo. Aunque pareciese que en las últimas décadas existe un consenso para
definir el Desarrollo como un proceso de transformaciones estructurales de carácter
multidimensional, en el lenguaje político y académico actual continúa
identificándose reiteradamente con crecimiento económico e ingreso per cápita. Sin
embargo, la Economía del Desarrollo es un área de estudio inherentemente multidisciplinaria cuyas discusiones abordan temáticas que van desde la cooperación
internacional, el papel de los organismos multilaterales y la sociedad civil, hasta el
medio ambiente, el heteropatriarcado, el colonialismo, la epistemología del
conocimiento o las necesidades, libertades y capacidades humanas.
Por desgracia estos y otros debates relacionados con la sub-disciplina aún no han
sido incorporados a los planes de estudios de Economía. En este capítulo
pretendemos ayudar humildemente a suplir este déficit ofreciendo un texto asequible
e introductorio que facilite su inserción paulatina en las mallas curriculares