A través de los años se han presentado diferentes situaciones que dejan entre ver el déficit normativo que el Estado salvadoreño tiene, en el sentido que, se regulan situaciones o problemas que podrían ser abordados desde la educación y cultura; como consecuencia de ello, se presentan
discrepancias entre lo reglado y lo aplicado, así también, la forma de proceder, poniendo en unos apuros al aplicador de la norma