El artículo pretende aproximarse a la obra teórica y pictórica de Kazimir Malévich en la medida que, para el artista de Kiev, los límites entre pintar, escribir, pensar y ser resultan realmente difusos. Sin que esta relación tuviera por qué ser natural o evidente, en Malévich encontramos que pintura y pensamiento, creación artística y reflexión filosófica no se oponen, ya que estos procesos son fruto de la actividad creadora del ser humano y comparten la no objetividad. A partir de aquí, Malévich desarrolla toda una investigación alrededor de la representación y la mímesis en el arte que desembocará en una defensa radical de la abstracción. Para ello, se asume completamente el gesto vanguardista y revolucionario, y la destrucción se convierte en algo fundamental para seguir creando. Por ese motivo, para el artista de Kiev, el cero deviene el eje de su proyecto suprematista, esa desnudez de los desiertos a partir de la cual desarrolla toda creación no objetiva.Our paper approaches the theoretical and pictorial work of Kazimir Malevich, insofar as the limits between painting, writing, thinking and being seem somewhat vague for this Kievan artist. Without necessarily assuming such relation as natural or self-evident, in Malevich we find that painting and thinking, artistic creation and philosophical reflection are not opposed, for these processes are the result of human’s creative activity and they all share their nonobjectivity. Consequently, Malevich develops an entire research around the question of representation and mimesis in art, eventually proposing a radical defense of abstraction. For this purpose, the avant-garde, revolutionary gesture is staunchly assumed and destruction becomes fundamental in order to continue creating. Therefore, the zero becomes the axis of his suprematist project, that bareness of the deserts by means of which every nonobjective creation is developed.El artículo pretende aproximarse a la obra teórica y pictórica de Kazimir Malévich en la medida que, para el artista de Kiev, los límites entre pintar, escribir, pensar y ser resultan realmente difusos. Sin que esta relación tuviera por qué ser natural o evidente, en Malévich encontramos que pintura y pensamiento, creación artística y reflexión filosófica no se oponen, ya que estos procesos son fruto de la actividad creadora del ser humano y comparten la no objetividad. A partir de aquí, Malévich desarrolla toda una investigación alrededor de la representación y la mímesis en el arte que desembocará en una defensa radical de la abstracción. Para ello, se asume completamente el gesto vanguardista y revolucionario, y la destrucción se convierte en algo fundamental para seguir creando. Por ese motivo, para el artista de Kiev, el cero deviene el eje de su proyecto suprematista, esa desnudez de los desiertos a partir de la cual desarrolla toda creación no objetiva