En 1595, el corsario Francis Drake regresó al istmo panameño para repetir sus famosos saqueos y ataques. Sin embargo, se encontró con la enemistad de sus antiguos aliados, los cimarrones, quienes ahora combatían en el bando de los españoles. Sobre los acontecimientos que sucedieron entre 1595-1596 encontramos relaciones e informes de la época conservados en el Archivo General de Indias de Sevilla, aunque también el poeta Lope de Vega quiso con su obra épica La Dragontea dejar testimonio de lo ocurrido, convirtiéndose así en una obra literaria que puede ser utilizada como fuente histórica para el estudio del cimarronaje en el istmo panameño