The application of plant growth promoting rhizobacteria (PGPR) constitutes an ecological practice that contributes to agricultural production systems and is presented as an option for reducing the use of chemical fertilizers. The tomato is in high demand around the world, its production requires efficient nutrition to supply the quantity and quality demand that the market requires, therefore, in the present investigation two bacterial strains were evaluated: Bacillus licheniformis (IB10) and Bacillus megaterium (CT11) as growth promoters in kidney tomato seedlings by testing in seedbeds. Statistical differences are evident in the different variables evaluated, the application of specific B. licheniformis at the time of planting caused an increase of 10% in the thickness of the stem and a 100% increase in the amount of dry biomass, the weekly application of B. megaterium problems the photosynthetic efficiency in 18% and problems in 11% the length of the roots of the seedlings. The results generated may allow the bacterial strains to be used as alternatives to chemical fertilizers.La aplicación de rizobacterias promotoras de crecimiento vegetal (RPCV), constituye una práctica ecológica que contribuye a optimizar los sistemas de producción agrícola y se presenta como una opción para la reducción del uso de fertilizantes químicos. El tomate riñón tiene alta demanda alrededor de todo el mundo, su producción requiere una nutrición eficiente para suplir la demanda de cantidad y calidad que el mercado requiere, por lo tanto, en la presente investigación se evaluaron dos cepas bacterianas: Bacillus licheniformis (IB10) y Bacillus megaterium (CT11) como promotoras del crecimiento en plántulas de tomate riñón mediante pruebas en semilleros. Se evidenció diferencias estadísticas en las distintas variables evaluadas, la aplicación de B. licheniformis únicamente al momento de la siembra provocó un incremento del 10% en el grosor del tallo y un aumento del 100% en cantidad de biomasa seca, la aplicación semanal de B. megaterium aumentó la eficiencia fotosintética en un 18% y aumentó en un 11% la longitud de las raíces de las plántulas. Los resultados generados permiten determinar que ambas cepas bacterianas pueden ser utilizadas como alternativas a fertilizantes químicos