Clement Greenberg y Harold Rosenberg disputaron el privilegio de vestir el manto sacerdotal en la bendición del Arte Nuevo (por la vanguardia, abstracta, contra el kitsch). Greenberg podía llegar asaludar en la abstracción una espontaneidad sin gobierno, síntoma de la vitalidad cultural americana, mientras que Rosenberg encontraba que el pintor se construye a sí mismomientras trabaja. Y llegaría Goodman, afirmando enérgicamente que en las imágenes sólo hay convenciones; que las imágenes deben ser leídas... En otra vuelta al tema podrá decirse: la función de las convenciones es servir como marco estético a la innovación. Y para percibirla, será necesario investigar cómo funcionan los signos en el umbral de los códigos