research

Fundamentos necesarios para el uso efectivo de la fuerza en la función policial

Abstract

Human rights defenders and specialists in the field often states that > means police action in line with international standards of human rights. Although this is, without doubt, true, it must be understood that international standards of human rights only offers a limited orientation for a daily police work. In fact, good police work can never be fully grasped in rules and regulations, no matter how numerous and detailed these are. The necessary discretion that the police needs in order to perform its functions, presents problems for human rights defenders because they prefer clear regulations to measure the police behavior. Many police officers consider that the arguments of the defenders of human rights are naive that reflects the lacks of comprehension of their reality and try to impose an unrealistic burden on the police work. On the other hand, human rights defenders argue that the police use this as an excuse to deflect criticism. Immersion in the differentiated use of force, allows police servers to understand the limits of their functions within the operation generated by a group of people who, under different laws and regulations stipulated in the rules of good living, generates instability to the society, that is why the applicability of the differentiated use of force by the police gets involved in events formed by these human behaviors that are not in accordance with the rules and regulations of the law.Los defensores de los derechos humanos y los especialistas en la materia suelen sostener que «acción policial buena» significa una acción policial acorde con las normas internacionales de derechos humanos. Aunque esto es sin duda cierto, debe entenderse que las normas internacionales de derechos humanos sólo ofrecen una orientación limitada para el trabajo policial diario. De hecho, el buen trabajo policial nunca puede captarse plenamente en las normas y los reglamentos, por muy numerosos y detallados que sean. La necesaria discrecionalidad que la policía precisa para desempeñar sus funciones plantea problemas a los defensores de los derechos humanos que prefieren tener normas claras para medir el comportamiento de la policía. Muchos policías consideran que los razonamientos de los defensores de los derechos humanos son ingenuos, en el mejor de los casos, y teóricos, por no decir más, que reflejan la falta de comprensión de su realidad e imponen una carga poco realista al trabajo policial. Los defensores de los derechos humanos, por su parte, sostienen que la policía utiliza esto como excusa para eludir las críticas. La inmersión en el uso diferenciado de la fuerza, permite a los servidores policiales entender los límites de sus funciones dentro de la operatividad generada por un grupo de personas que, en condiciones diferentes a las leyes y regulaciones que estipulan las normas del buen vivir, generan inestabilidad a la sociedad, es por ello que la aplicabilidad del uso diferenciado de la fuerza por parte de los efectivos policiales se enzarza a los eventos formados por estas conductas humanas que no son acorde a las normas y reglamentos de ley

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