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La crisis actual y el anacronismo del valor: una lectura marxista
La teoría crítica de madurez de Marx fundamenta la dinámica direccional de las sociedades modernas en las categorías de mercancía y capital como modos de heteronomía y dominación: se trata de la dominación de las personas por el tiempo, por una forma históricamente específica de temporalidad. En dicha teoría, esta dinámica y la aparente centralidad ontológica del trabajo se convierten en los objetos de la crítica y no en su punto de partida: se trata de un planteamiento que se presenta de modo explícito como históricamente específico y pone en cuestión todos aquellos que se reclaman de validez universal o transhistórica.
Dentro de este marco, la dualidad de la forma mercancía como valor y valor de uso subyace tras la dualidad de la forma capital como proceso de valorización y proceso de trabajo. Esta dualidad genera una interacción dialéctica que da lugar a una dinámica temporal compleja que empuja la creación de valor hacia adelante, a la vez que vuelve a éste cada vez más anacrónico. La tendencia, a largo plazo, de este despliegue histórico se resuelve en la obsolescencia de la producción fundada en el tiempo de trabajo, en el valor y en el trabajo proletario -para Marx la abolición del capitalismo no supone la auto-realización del proletariado sino su auto-abolición-. Esta posibilidad emerge actualmente en forma invertida: incrementos del trabajo superfluo, del desempleo y el precariado; transformación de una cantidad creciente de dimensiones de la vida en formas de pretendida riqueza -indexadas a precios y beneficios- que, supuestamente, garantizarían la realización futura de cada vez más complejos instrumentos financieros (como si la riqueza fuera independiente del valor en el capitalismo).
Lo que se plantea es pues la posibilidad de analizar el final, impulsado por las crisis económicas, de la configuración (fordista-keynesiana) de post-guerra del capitalismo como expresión de esta crisis secular del proceso de valorización. Crisis en la que aún estaríamos inmersos
Hegel, Adorno and the origins of immanent criticism
‘Immanent criticism' has been discussed by philosophers of quite different persuasions, working in separate areas and in different traditions of philosophy. Almost all of them agree on roughly the same story about its origins: It is that Hegel invented immanent criticism, that Marx later developed it, and that the various members of the Frankfurt School, particularly Adorno, refined it in various ways, and that they are all paradigmatic practitioners of immanent criticism. I call this the Continuity Thesis. There are four different claims that interest me. (i) Hegel is the originator of immanent criticism. (ii) Hegel's dialectical method is that of immanent criticism. (iii) Adorno practises immanent criticism and endorses the term as a description of his practice. (iv) Adorno's dialectical method is fundamentally Hegelian. In this article, I offer an account of immanent criticism, on the basis of which, I evaluate these four claims and argue that the Continuity Thesis should be rejected
Teorizando o mundo contemporâneo: Robert Brenner; Giovanni Arrighi; David Harvey
O artigo busca apreender as profundas transformações sociais, políticas, econômicas e culturais que marcaram as três últimas décadas, em contraste com o período de prosperidade subseqüente à Segunda Guerra Mundial. Para tanto, o autor analisa criticamente três obras específicas que abordam o período: "The economics of global turbulence", de Robert Brenner, O longo século XX, de Giovanni Arrighi, e A condição pós-moderna, de David Harvey. O procedimento metateórico adotado permite apontar os requisitos de uma teoria crítica adequada ao capitalismo contemporâneo.The article aims to apprehend the deep social, political, economic and cultural transformations that characterized the three last decades, in contrast with the prosperity period following the Second World War. Therefore, the author critically analyses three specific works that deal with that period: "The economics of global turbulence", by Robert Brenner, The long Twentieth Century, by Giovanni Arrighi, and The conditions of postmodernity, by David Haravey. The metatheoric procedure adopted allows him to indicate the requisites of an adequate critical theory of contemporary capitalism
Historia e indefensión: movilización de masas y formas contemporáneas de anticapitalismo
In this article Moishe Postone analyzes the general relationship between the
structural global turn towards neoliberalism which took place in the 1970s and the evolution of
political conceptions within the western Left concerning internationalism, anti-hegemonic
politics and violence.
The crisis of state-centrism, connected to neoliberalism, had as consequence the decline of
welfare States, of “actually existing socialism”, and the end of the Cold War. Although a new
epoch in capital’s domination was beginning, the possibility of a new global internationalism
was emerging too. However, a dualistic internationalism has been implicitly maintained by
different movements: it is showed as such, for example, in the significant absence of critical
analysis concerning the Middle East and jihadism, in the mobilizations which identify
exclusively the United States with global capital, or the inability to distinguish between different
forms of political violence and resistance. The article analyzes and provides historical
examples of how these dualistic conceptions have been reproduced and/or distinguished during
the 20th century.
To sum up, the article criticizes the fact that the Left is not approaching adequately the
historical “helplessness” that the dominated regions of the world are subjected to as result of
imperialist rivalries. Historically, that theoretical and political gap has paved the way for forms
of anticapitalism which are rather reactionary than emancipatory.En este artículo Moishe Postone analiza las relaciones generales entre el giro estructural global hacia el neoliberalismo de los setenta y la evolución de las concepciones políticas de la izquierda occidental respecto al nternacionalismo, la política antihegemónica y la violencia. La crisis del estatocentrismo asociada al neoliberalismo, derivó en el declive de los Estados de Bienestar, del “socialismo realmente existente” y en el fin de la Guerra Fría. Aunque se abría una nueva época en la dominación del capital, también emergía la posibilidad de un nuevo internacionalismo global. Sin embargo, un internacionalismo dualista se ha mantenido implícitamente en distintos movimientos: así se muestra, por ejemplo, en la importante ausencia de análisis críticos respecto a Oriente Próximo y el yihadismo, en las movilizaciones que identifican exclusivamente a Estados Unidos con el capital global, o en la indistinción entre diferentes formas de violencia política y resistencia. Se analiza y se ejemplifica históricamente cómo esas concepciones duales se han reproducido y/o diferenciado durante el siglo XX.En síntesis, se critica que la izquierda no está enfocando adecuadamente la“indefensión” histórica a la que están sometidas las regiones del mundo dominadas respecto a las rivalidades interimperialistas. Históricamente, este vacío teórico-político está facilitando el surgimiento de formas de anticapitalismo más reaccionarias que emancipadoras
La Teoría Crítica del capitalismo
Contrary to the traditional Marxist interpretation, Marx’s critical theory is not, on its most fundamental level, a critique of a mode of class exploitation that distorts modernity, undertaken from a standpoint that affirms labor. Rather, more basically, it uncovers and analyzes a unique form of social mediation that structures modernity itself as a historically specific form of social life. This form of mediation is socially constituted by a historically unique form of labor and is essentially temporal.La interpretación marxista tradicional, la teoría crítica de Marx no es, en su nivel más fundamental, una crítica de un modo de explotación de clase que distorsiona la modernidad, llevada a cabo desde un punto de vista de afirmación el trabajo. Por el contrario, de manera más radical, descubre y analiza una forma única de mediación social que estructura la modernidad como una forma históricamente específica de vida social. Esta forma de mediación está socialmente constituida por una forma de trabajo que es única desde el punto de vista histórico y esencialmente temporal
The Current Crisis and the Anachronism of Value: A Marxian Reading
La teoría crítica de madurez de Marx fundamenta la dinámica direccional de las sociedades modernas en las categorías de mercancía y capital como modos de heteronomía y dominación: se trata de la dominación de las personas por el tiempo, por una forma históricamente específica de temporalidad. En dicha teoría, esta dinámica y la aparente centralidad ontológica del trabajo se convierten en los objetos de la crítica y no en su punto de partida: se trata de un planteamiento que se presenta de modo explícito como históricamente específico y pone en cuestión todos aquellos que se reclaman de validez universal o transhistórica. Dentro de este marco, la dualidad de la forma mercancía como valor y valor de uso subyace tras la dualidad de la forma capital como proceso de valorización y proceso de trabajo. Esta dualidad genera una interacción dialéctica que da lugar a una dinámica temporal compleja que empuja la creación de valor hacia adelante, a la vez que vuelve a éste cada vez más anacrónico. La tendencia, a largo plazo, de este despliegue histórico se resuelve en la obsolescencia de la producción fundada en el tiempo de trabajo, en el valor y en el trabajo proletario -para Marx la abolición del capitalismo no supone la auto-realización del proletariado sino su auto-abolición-. Esta posibilidad emerge actualmente en forma invertida: incrementos del trabajo superfluo, del desempleo y el precariado; transformación de una cantidad creciente de dimensiones de la vida en formas de pretendida riqueza -indexadas a precios y beneficios- que, supuestamente, garantizarían la realización futura de cada vez más complejos instrumentos financieros (como si la riqueza fuera independiente del valor en el capitalismo). Lo que se plantea es pues la posibilidad de analizar el final, impulsado por las crisis económicas, de la configuración (fordista-keynesiana) de post-guerra del capitalismo como expresión de esta crisis secular del proceso de valorización. Crisis en la que aún estaríamos inmersos.ABSTRACT: Marx’s maturity critical theory explains the directional dynamics of modern societies on the basis of the categories of commodity and capital as domination and heteronomy modes: it is all about people’s domination by time, by a specific historical form of temporality. In this theory, this dynamic and the apparent ontological centrality of work are the subject of criticism and not its starting point: it is explicitly stated that this is a historical specific approach and calls into question all those approaches that claim their universal and trans-historical validity. Within this framework, the duality of the commodity-form as value and use-value underlies the duality of the capital-form as a valorization process and a work process. This duality generates a dialectical interaction that results in a complex temporary dynamic that pushes the creation of value forward and, at the same time, becomes increasingly anachronistic. The long-term trend of this historical display is resolved by the obsolescence of production based on work time, value and proletarian labour – Marx stated that the abolition of capitalism will not mean the proletariat’s self-fulfillment but its self-abolition. This possibility currently emerges in an inverted way: the increase of superfluous work, unemployment and precariousness; the transformation of increasingly life dimensions in different forms of alleged wealth – related to prices and profits –
that would supposedly guarantee the future liquidation of increasingly complex financial instruments (as if wealth was independent from value in capitalism). This article analyses the end of the post-war Keynesian-fordist capitalism, boosted by economic crises, as an expression of the cyclic crisis of the valorization process. Crisis in which we are still immersed