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Treball d'educació farmacèutica adreçat al pacient amb dolor crònic
Treballs d'Educació Farmacèutica als ciutadans. Unitat Docent d'Estades en Pràctiques Tutelades. Facultat de Farmàcia, Universitat de Barcelona. Curs: 2017-2018. Tutors: Montserrat Iracheta i Marian March Pujol.Pràcticament tothom sent dolor en algun moment de la seva vida; quan et fas un tall al dit,
quan tens mal de cap... És la manera que té el nostre cos d’avisar que alguna cosa no va bé. Un
cop el mal es cura, ja no es té més dolor.
A diferència del dolor agut, entès com un signe d’alarma i reacció del cos davant d’una
agressió, en el dolor crònic no sempre trobem una causa òbvia que l’expliqui en tota la seva
magnitud. El dolor, en aquest cas, és un dels símptomes d’un terme més ampli que és el
patiment, on aspectes psicològics i socials juguen un paper molt important. És un dolor que
perdura setmanes, mesos o, fins i tot, anys
Exposición. Hospital Sueco-Noruego de Alcoy: un ejemplo de la solidaridad nórdica en la II República
La trayectoria artística de Antoni Miró como pintor, escultor o grabador, tanto monta, siempre se ha caracterizado por mantener unos signos de identidad que le distinguen y lo hacen único, al estar siempre al servicio y en función del compromiso social y cultural. Antoni Miró nos presenta en esta serie, “l’Hospital Sueco-Noruec”, es contemplar la obra de un artista comprometido con la historia y el presente, con el pasado y nuestro tiempo mediante la utilización de texturas, de formas, de colores y de intenciones ciertamente testimoniales y provocadoras, que sacuden la conciencia del espectador con la intención de sensibilizarlo y no dejarlo indiferente. Rojo, amarillo y violeta. Los colores republicanos dominan el espacio de exposiciones de la Facultad de Ciencias de la Empresa de la UPCT, que acoge la obra 'Hospital Sueco-Noruego' de Toni Miró, que forma parte de las exposiciones artísticas de La Mar de Músicas 2014. La obra rememora la solidaridad de la clase obrera nórdica con la República española durante la Guerra Civil, durante la que sufragaron la construcción de un gran hospital para heridos de guerra en Alcoy (Alicante). Noruega es el país que este año centra la atención del programa de La Mar de Músicas. La exposición ubicada en el Antiguo Cuartel de Instrucción de Marinería (CIM), hasta el 31 de agosto.En julio de 1936 una parte del Ejército español se levantaba en contra de un gobierno legalmente constituido, el cual se definía en el artículo primero de su Constitución como una “República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de Libertad y de Justicia”. En Suecia y en Noruega, al saber que Franco se había levantado en armas, la clase obrera mostró su solidaridad con los trabajadores españoles. Inmediatamente partidos políticos y sindicatos de corte progresista, así como entidades cívicas y culturales iniciaron una campaña para ayudar al Frente Popular, iniciativa que dio paso a un movimiento de solidaridad llamado “Ayudemos a España”. Gracias a ello, en poco tiempo se creaban comités locales de Ayuda a España en casi todos los municipios, en los que colaboraron miles de ciudadanos con el fin de enviar ropa, medicinas y alimentos a los combatientes republicanos y a la población civil, especialmente mujeres y niños que sufrían los horrores de la guerra. Para sensibilizar a la población y predisponerla en favor de la causa republicana, los comités de Ayuda a España repartieron miles de agujas de solapa con el texto “För Spanien”, hicieron cantidad de mítines, de manifestaciones, de conferencias, de fiestas solidarias y de charlas radiofónicas, mientras que la prensa más progresista insertaba un buen número de artículos, de poemas y de dibujos hechos por autores radicales que aludían a la guerra de España. Esta llamada solidaria surtió efecto y la respuesta de la población escandinava fue impresionante: bajo la consigna “vuestra lucha es la nuestra” miles de trabajadores recogieron elevadas sumas de dinero que sirvieron para comprar toneladas de alimentos (conservas, leche, trigo, margarina, pescado salado, queso, azúcar, chocolate, etc.), así como pastillas de jabón, vitaminas, material quirúrgico, medicamentos, vendajes, ampollas de morfina, anestesia, etc., con destino a España. Hecho esto y al tener noticia de las carencias sociales y sanitarias que sufría el pueblo español, los Comités Sueco y Noruego de Ayuda a España decidieron unir esfuerzos y colaborar conjuntamente con la Central Sanitaria Internacional y con el Comité Internacional para la Infancia. Para ello, Georg Branting (era el presidente del Comité Sueco de Ayuda a España), en representación de ambos comités, destinó buena parte de las miles de coronas que se iban recogiendo a montar hogares de acogida y orfanatos para los niños que habían perdido a sus padres, así como un hospital de sangre completo: el Hospital Sueco-Noruego de Alcoi, que serviría para atender a los soldados que caían heridos en combate. Pues bien, esta gesta de altruismo y de solidaridad que protagonizó el pueblo escandinavo con el español, queda magníficamente reflejada por Antoni Miró en la serie “el Hospital Sueco-Noruec”, exposición que conmemora el 75 aniversario de esta efeméride