3 research outputs found

    Utilidad de la ecografía morfológica precoz en la aplicación de cribado de cromosomopatías mediante DNA fetal en sangre materna

    Get PDF
    OBJETIVOS: Confirmar que la ecografía morfológica precoz tiene una capacidad diagnóstica para malformaciones estructurales fetales mayor del 80%, en el grupo de alto riesgo sometido a un test combinado como método de cribado de cromosomopatías. Reducir la realización de ténicas invasivas de un 5% al 3% manteniendo una tasa de detección de cromosomatías del 85%, al aplicar el test combinado asociado a un test prenatal no invasivo mediante DNA fetal en sangre materna. MATERIAL Y MÉTODOS: Estudio observacional prospectivo, realizado entre enero de 2013 y diciembre de 2016. Se aplicó una ecografía morfológica precoz asociada al test prenatal no invasivo, en aquellos casos de alto riesgo en el cribado combinado de cromosomopatías del primer trimestre. En primer lugar se realiza un cribado combinado de primer trimestre entre las 11-13+6 semanas de gestación como método de cribado de trisomía 21,18 y 13. Asociamos como método de rescate un doble test. En casos de resultado mayor 1/270 se informa como riesgo bajo y continuamos el control de la gestación. Si obtenemos un cribado combinado por encima de 1/270, se informa a la gestante de un riesgo alto de trisomía 21 y 18 y se oferta la realización de una técnica invasiva. A éstas gestantes como alternativa a la técnica invasiva se les ofrece un test prenatal no invasivo. Se informa a la gestante y se obtiene un consentimiento por escrito. En pacientes con un cribado combinado mayor de 1/10, se indica directamente la realización una técnica invasiva, al tratarse de un grupo de muy alto riesgo. Si el resultado es menor o igual a 1/270 la paciente es sometida a una ecografía morfológica precoz, lo que permite detectar malformaciones mayores o traslucencia nucal por encima de 3,5 mm, siendo éstas pacientes clasificadas de nuevo como de muy alto riesgo, indicándose por tanto la técnica invasiva. RESULTADOS: Hemos analizado 12.650 gestaciones con una prevalencia de cromosomopatías del 0,5% (en total 64 casos, de los cuales, 49 casos corresponden a trisomía 21, es decir, un 76,5%). La cobertura del cribado de cromosomopatías es de un 98,5% (12.461 gestantes). El test combinado presenta una sensibilidad para trisomía 21 del 85,1 % (40/47 casos) y para todas las cromosomopatías del 85,2% (52/61). Con una tasa de falsos positivos del 4% (483/12.088). La ecografía morfológica precoz se ha realizado a 645 gestantes de las cuales el 85,2% (550) fueron concluyentes, presentando dificultad la evaluación del SNC y el corazón. La ecografía morfológica precoz ha presentado una sensibilidad para las malformaciones estructurales del 89,6% (52/58). El modelo de cribado basado en primer paso con test combinado o doble test y como segundo paso la ecografía morfológica precoz asociada al Test Prenatal No Invasivo o técnica invasiva, presenta una sensibilidad global de un 90,6% (57/64), para T21 de 91,8% (45/49), con una tasa de realización de técnica invasiva del 3,1% (382/12.282)

    A comparable rate of levator ani muscle injury in operative vaginal delivery (forceps and vacuum) according to the characteristics of the instrumentation.

    No full text
    Forceps delivery is associated with a high rate of levator ani muscle (LAM) trauma (avulsion) at 35%-65% whereas data on avulsion rates after vacuum delivery vary greatly. Nevertheless, a common characteristic of all previous studies carried out to evaluate the association between instrumental deliveries (forceps and vacuum) and LAM avulsion, is the fact that characteristics of the instrumentation have not been described or evaluated. The objective of this study is to compare the rate of LAM avulsion between forceps and vacuum deliveries according to the characteristics of the instrumentation. Prospective, observational study, including 263 nulliparous women, who underwent an instrumental delivery with either Malmström vacuum or Kielland forceps. The characteristics of the instrumentation, position (anterior position and other position) and height of the fetal head at the moment of instrumentation (low instrumentation [vertex at +2 station] and mid-instrumentation [head is involved but leading part above +2 station]) were assessed. Evaluation of LAM avulsion was performed at 6 months postpartum by three-/four-dimensional transperineal ultrasound. Using the multi-view mode, a complete avulsion was diagnosed when the abnormal muscle insertion was identified in all three central slices, that is, in the plane of minimal hiatal dimensions and the 2.5-mm and 5.0-mm slices cranial to this one. To detect a 30% or 15% difference in the LAM injury rate, with 80% power and 5% α-error, we needed, respectively 42 and 99 women per study group. In all, 263 nulliparous individuals have been evaluated (162 vacuum deliveries, 101 forceps deliveries). Instrumentation in an occipito-anterior position was more frequent in vacuum deliveries (75.3% vs 56.4%, P = .002), whereas other positions were more frequent in the forceps deliveries group (24.7% vs 43.6%). No statistically significant differences were noted regarding the height of the fetal head at the moment of instrumentation. No statistically significant differences were found in the presence of LAM avulsion (41.4% vs 38.6%) between vacuum and forceps deliveries. The univariate analysis of the crude odds ratio was 1.17, 95% CI 0.67-1.98, P = .70 for the avulsion of the LAM and the multivariate of the adjusted OR 0.90, 95% CI; 0.53-1.55, P = .71. We consider that, in our population, LAM avulsion rate should not be a factor taken into account when choosing the type of instrumentation (Malmström vacuum or Kielland forceps) in an operative delivery
    corecore