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Efectos directos e inmediatos de una quema prescrita de erizón (Echinospartum horridum) sobre las propiedades físicas y químicas del suelo (Torla, Pirineo Central).
En los últimos años, como consecuencia de una serie de cambios socioeconómicos, los pastos del Pirineo Central han sufrido un abandono y una posterior recolonización por parte de algunas especies arbustivas como el erizón (Echinospartum horridum). Para recuperar estas comunidades pascícolas, se planteó el uso de quemas prescritas, las cuales consisten en el uso planificado del fuego para lograr unos objetivos precisos. Los efectos que estas quemas producen sobre el suelo son muy heterogéneos, aunque siempre se han limitado a un escaso espesor. En este trabajo se estudia el efecto directo e inmediato que una quema prescrita produce sobre determinadas propiedades físicas y químicas del suelo en Lusarre, dentro del municipio de Torla-Ordesa (Sobrarbe, Huesca). Antes de la quema y tres días después, se muestreó un espesor de 0-3 cm del horizonte Ah y se determinó su pH, conductividad eléctrica, carbono orgánico oxidable y disuelto, humedad, color, persistencia de la repelencia al agua, estabilidad estructural y densidad aparente. Antes de la quema, también se muestreó el horizonte orgánico y el erizón en fresco, para caracterizar el material combustible mediante la obtención de su biomasa y humedad. Dada la desinformación sobre el suelo en la zona de estudio, se caracterizó y clasificó (WRB) un perfil edáfico en la misma, mediante la determinación de sus propiedades físico-químicas habituales. Entre los resultados obtenidos, destaca que el material combustible presenta una escasa biomasa y humedad. El suelo objeto de estudio es somero, está descarbonatado, tiene un pH neutro, su textura es franca, su estabilidad estructural elevada y el contenido en materia orgánica en el horizonte Ah es alto. En base a sus propiedades se clasifica como Eutric Leptic Regosol (Loamic, Humic). La quema prescrita ha tenido efectos significativos sobre la conductividad eléctrica y la estabilidad estructural, que aumentaron tras la quema, y sobre la densidad aparente, que disminuyó. El resto de las propiedades no se han visto alteradas significativamente, aunque algunas de ellas, como el carbono orgánico disuelto y la persistencia a la repelencia al agua, aumentaron considerablemente tras el fuego.<br /