Rol de las organizaciones feministas de izquierda y su incidencia en la sociedad salvadoreña. acciones de resistencia contra el avance de las políticas neoliberales implementadas por el gobierno de El Salvador durante el período 2019-2022.

La presente investigación nace de la curiosidad y el interés de documentar el rol que organizaciones feministas salvadoreñas han tenido frente a la inacción y desinterés histórico por parte de los Gobiernos en garantizar el acceso a condiciones laborales dignas para las mujeres, centrando la atención en el periodo gubernamental de 2019 a 2022, presidido por Nayib Bukele. A su vez, esto se enlaza a una lógica estructural globalizada, entendiendo que el neoliberalismo va más allá de ser solamente una apuesta económica, penetrando en aspectos sociales, culturales, democráticos y de derechos humanos. A partir de estas premisas, la indagación del surgimiento del neoliberalismo evidencia que desde sus inicios existe un gran afinidad con las posturas conservadoras, experimentándose crudamente en la región latinoamericana particularmente en Chile e implementándose desde las grandes potencias occidentales como Estados Unidos y Gran Bretaña, desarticulando los avances logrados en materia de derechos humanos y derechos laborales bajo la complicidad del Estado de Derecho que favoreció los intereses económicos de las élites, dejando de lado el bienestar de las mayorías, afectando grupos vulnerados como las mujeres. Este modelo logró imponerse a nivel global, llegando a sentirse con mayor fuerza en El Salvador con la llegada de la democracia neoliberal al mando de ARENA, continuada por el FMLN. La ruptura del bipartidismo en el poder se logró a partir de la rápida consolidación del actual Presidente Nayib Bukele y su partido Nuevas Ideas, quienes ostentan la decisión y el control sobre los tres Órganos del Estado. Este escenario más allá de transformar los esquemas neoliberales implementados, ha reforzado prácticas populistas, reflejadas en la falta de compromiso por la ratificación del Convenio 189 de la OIT sobre las y los trabajadores domésticos –deuda de ‘los mismos de siempre’--; y la derogación de la Ley de Salas Cunas en 2022, tras múltiples prórrogas para su implementación, por la Ley Crecer Juntos, la cual continúa siendo incompleta e insuficiente para garantizar derechos para todas las trabajadoras y sus hijas e hijos. Es frente a este escenario que las organizaciones feministas, destacándose en este trabajo de manera especial la labor de las organizaciones feministas de izquierda, deciden accionar desde la incidencia a las instituciones gubernamentales para la creación de normativas integrales y la adopción de compromisos a nivel internacional que generen los mecanismos para el acceso a derechos; además de visibilizar, difundir y promover la situación actual y los derechos de las trabajadoras y la población en general; y generar conocimientos y datos que demuestren la importancia del trabajo doméstico y de cuidados, y la corresponsabilidad a nivel de sociedad que debe existir para romper con paradigmas de roles de género que naturalizan la sobrecarga de las mujeres como trabajadoras y madres