7 research outputs found

    Henry Cleere y la gestión del patrimonio arqueológico. 29 Tercera época (2019) enero. Hereditas

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    Investigaciones arqueológicas en Yucundaa, el pueblo viejo de Teposcolula, Oaxaca

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    Hereditas. 29 Tercera Época (2019). Hereditas

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    Carta de la directora por Lucía García Noriega y Nieto. - La gestión y puesta en valor de la zona arqueológica de Uxmal, sitio patrimonio mundial de la UNESCO por Ana Rosado Torres. - La catedral de León de Nicaragua: su historia, valores culturales y conservación por Blanca Aráuz Castillo, Bayardo Rodríguez Conrado y Haryeri Gómez Ortiz. - Xtaxkgakget Makgakaxtlawana: el esplendor de los artistas. centro de las artes indígenas (CAI) por Eneida Hernández. - 2-Diezyocho movilidad, patrimonio y espacio público: la lógica de habitar una ciudad por Gauri Ivette García Medina y Antonio Godoy González Vélez. - Algunas consideraciones sobre la adaptación del patrimonio arquitectónico para museo por Yani Herreman. - Paisajes urbanos históricos por Francisco Vidargas. - El Pueblo del Sol dentro de la tumba 7, Alfonso Caso por Elena Poniatowska. - Henry Cleere y la gestión del patrimonio arqueológico por Nelly Robles García. - Plan de acción para el patrimonio mundial en México y América Central (2018-2023). - Biblioteca del Patrimonio Mundial

    . 30. Arqueología

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    En este número, al igual que en los anteriores, se han seleccionado artículos que proporcionan información original e inédita de diversas localidades del país, y también propuestas de interpretación teórico-metodológica desde la perspectiva multidisciplinaria y de la arqueología simbólica. En el primer trabajo, Alfonso Grave Tirado resalta la frescura de los datos y la propuesta de reinterpretación general del patrón de asentamiento de la zona costera de la porción sur de Sinaloa y norte de Nayarit. Su revaloración regional desmitifica la versión fragmentaría anterior de las culturas arqueológicas construidas por elementos de tipología cerámica, sin querer demeritar las intuiciones de los primeros investigadores. Posteriormente, nos complace presentar el trabajo de Roberto García Moll, quien movido por su profundo y añejo interés por los sitios mayas, emprende el rescate de viejos papeles sobre Palenque. Su “arqueología de la arqueología” nos devela un valioso cuerpo de datos que deberá ser tomado en cuenta en el momento de construir enfoques teóricos y propuestas de interpretación. Continuando en el área maya, el artículo de paleoantropología física, escrito por Manuel Arias y Noé Pool, nos ofrece otras formas de conocimiento de la población maya del periodo Clásico, a través de la detección de patologías y su interpretación en el contexto social. La correlación de datos biológicos y de cultura material, les permiten a los autores formular una interpretación sobre las condiciones de vida y la inserción social de los individuos. El siguiente escrito, obra de Noemí Castillo y Raúl Arana en el área de Teticpac —zona norte del estado de Guerrero—, nos presenta información inédita de 18 sitios y de sus materiales de superficie, sobre todo cerámicos, cuya cronología abarca desde el Preclásico superior hasta el Posclásico tardío. El trabajo de Salvador Guilliem representa una acuciosa recopilación de la arqueología de los entierros y ofrendas de Tlatelolco desde 1940 a la fecha. El archivo de Francisco González Rul, junto con la demás información del Archivo Tlatelolco, le ofrece “la memoria”, las notas, los viejos dibujos y fotografías para empezar a reinterpretar estos contextos e intentar correlaciones con Tenochtitlan. Los dos artículos siguientes entran en el terreno de la semiótica, recorrido siempre más por los arqueológos, donde los esquemas iconográficos encuentran nuevas alternativas de interpretación bajo su cobijo. El ensayo de Terry Stocker y Kate Howe sobre el elemento triobulado resalta su carácter polisémico y de valor cambiante entre símbolo e icono, dependiendo de la asociación contextual y de la cronología. En el trabajo de Socorro de la Vega y Miguel A. Balcázar, a partir de premisas explícitas de carácter teórico-metodológico, se propone una lectura diferente de la cerámica azteca, intentando un acercamiento simbólico y de múltiples significados a sus formas y decoraciones. Por último, María Rosa Avilez comparte con nosotros sus reflexiones, desde la perspectiva del sujeto-arqueológo, sobre los materiales que recuperamos como producto y objeto de la investigación. Nos hace patente los problemas más elementales de tipo operativo y los cuestionamientos éticos; nos invita a asumir la parte de responsabilidad que nos corresponde y reivindica la necesidad de argumentaciones y soluciones de tipo académico. Como de costumbre, complementamos este número con las secciones Noticias, Archivo técnico y Reseñas.  </p

    . 37. Arqueología

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    Reciban nuevamente un cordial saludo del equipo de la revista Arqueología. En esta ocasión nuestros colaboradores han puesto en la mesa una serie de trabajos interesantes que dan cuenta de la variedad de temas y derroteros de la investigación arqueológica en México. Los trabajos, cada vez menos dependientes del manejo descriptivo de materiales arqueológicos, sobre todo los cerámicos, incursionan en aspectos bioculturales, innovaciones técnicas y, felizmente, en analogías etnográficas. Siguiendo el orden acostumbrado, la primera aportación es un trabajo pionero de Grave Tirado, el cual, como producto de las primeras investigaciones arqueológicas sistemáticas en la zona serrana del sur de Sinaloa, ofrece información novedosa sobre sitios y materiales hasta ahora no descritos, así como su ya acostumbrada interlocución con la información etnohistórica. La presencia de juegos de pelota, que ya había sido notada por otros investigadores de la sierra, la gráfica rupestre y los materiales, nos guía por esa —hasta ahora poco trabajada— “tradición serrana” que alguna vez intentó definir Beatriz Braniff. También del Occidente, pero de amplia temporalidad, tenemos la contribución ofrecida por Gómez Valdéz y sus asociados, donde se refuerza una visión integrativa-evolutiva de la población mesoamericana a través de un análisis estadístico y comparativo de la variabilidad de su morfología dental con otras poblaciones de la Mesoamérica nuclear. La conclusión a la que llegan es que el aislamiento genético de los periodos tempranos se convierte en una continuidad genética ya en las fases tardías. El siguiente trabajo, de VanDerwarker y Jaime-Riverón, está centrado en el análisis de los restos botánicos de los sitios formativos de La Joya y Bezoapan, en la zona de Los Tuxtlas, para establecer una cronología de los cambios en la proporción de productos agrícolas y de la silvicultura. Con base en el modelo de agricultura tropical de Killion y Peters, discuten también la relación de las prácticas de explotación del medio con las áreas de habitación. Aun cuando este artículo ya había sido publicado en inglés, consideramos que su inclusión en nuestra revista puede promover discusiones provechosas. En relación con el área maya, cuyos investigadores son siempre tan productivos, tenemos varias aportaciones. En la primera de ellas, y con datos de su participación en la investigación en el sitio de Chunchukmil, en Yucatán, Woynar construye una propuesta sobre organización y estructura espacial a través del análisis de las implicaciones sociales de las 666 vías de comunicación —tanto internas como externas—, y corresponde al Clásico el nivel más alto de cohesión y planificación. A su vez, Ortega Palma realiza un estudio bioantropológico comparativo sobre dos series de restos óseos procedentes, respectivamente, de la isla de Jaina para el Clásico tardío y de la ciudad de Campeche para la época colonial. El propósito del autor es comparar condiciones de salud y alimentación a partir de los agentes que influyeron en dichas variables en función de factores geográficos, sociales, económicos y culturales. A continuación presentamos un texto de corte técnico y orientado a la detección de sitios para ayudar en el trabajo de prospección en zonas de selva tropical —lo que queda de ellas —; así, la contribución de López García y Argote Espino, aboga por utilizar imagenes remotas de alta definición y sistemas de procesamiento digital para el reconocimiento de sitios con arquitectura monumental en áreas donde el desarrollo de selvas altas impide el uso de la foto aérea convencional. Asimismo, contamos también con varios artículos acerca del Altiplano. Nalda nos proporciona información de un horno prehispánico para quemar cal localizado en el sitio Hacienda de Calderón, Morelos. Después de presentar los datos de campo, el investigador establece una serie de parámetros de observación etnográfica que le permiten ampliar la discusión e interpretación del elemento arqueológico, cuya cronología establece como posterior al año 750 d.C. En la misma región, pero entrando de lleno en el Epliclásico, González Crespo y sus colaboradores presentan una amplia discusión sobre la cronología de Xochicalco, con base en una recapitulación de sus componentes arquitectónicos y asociándolos a las etapas constructivas del sitio en función de los sistemas constructivos, cerámica y fechas disponibles de C14. Su conclusión es que el sitio corresponde enteramente al Epiclásico. Seguimos con el Posclásico en Cholula y presentamos la propuesta interpretativa de Araceli Rojas sobre iconografía solar en la cerámica policroma tipo códice. Su análisis la lleva a ligar su uso al contexto ritual, pero también a su función simbólica de prestigio entre las elites mesoamericanas, sin excluir la posibilidad que se trate de vajilla de servicio. Finalmente, nos complace compartir con ustedes el trabajo que el joven equipo de Spores nos ofrece sobre el sitio de Yucundaa, Teposcolula, Oaxaca. Una rica exposición de datos, su discusión y propuestas sobre este asentamiento y sus transformaciones del Posclásico tardío a la Colonia. El diálogo constructivo entre fuente y arqueología permite acercarse al momento de transformación y resistencia que implica la Colonia temprana, desde la perspectiva del pueblo indígena y no sólo desde los elementos arquitectónicos coloniales religiosos. No menos interesantes resultarán nuestras otras secciones —noticias, reseñas, archivo técnico e In memoriam—, cuyos variados contenidos les invitamos a descubrir. No queda sino reiterar el llamado —la provocación— a demostrar nuestra productividad y calidad académica mediante la discusión pública de las propuestas, aportaciones y críticas emanadas de nuestro diario ejercicio profesional</p
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