5 research outputs found

    Phytoestrogen Concentrations in Human Urine as Biomarkers for Dietary Phytoestrogen Intake in Mexican Women

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    There has been substantial interest in phytoestrogens, because of their potential effect in reducing cancer and heart disease risk. Measuring concentrations of phytoestrogens in urine is an alternative method for conducting epidemiological studies. Our objective was to evaluate the urinary excretion of phytoestrogens as biomarkers for dietary phytoestrogen intake in Mexican women. Participants were 100 healthy women from 25 to 80 years of age. A food frequency questionnaire (FFQ) and a 24 h recall were used to estimate habitual and recent intakes of isoflavones, lignans, flavonols, coumestrol, resveratrol, naringenin, and luteolin. Urinary concentrations were measured by liquid chromatography (HPLC) coupled to mass spectrometry (MS) using the electrospray ionization interface (ESI) and diode array detector (DAD) (HPLC-DAD-ESI-MS). Spearman correlation coefficients were used to evaluate associations between dietary intake and urine concentrations. The habitual consumption (FFQ) of total phytoestrogens was 37.56 mg/day. In urine, the higher compounds were naringenin (60.1 µg/L) and enterolactone (41.7 µg/L). Recent intakes (24 h recall) of isoflavones (r = 0.460, p < 0.001), lignans (r = 0.550, p < 0.0001), flavonoids (r = 0.240, p < 0.05), and total phytoestrogens (r = 0.410, p < 0.001) were correlated to their urinary levels. Total phytoestrogen intakes estimated by the FFQ showed higher correlations to urinary levels (r = 0.730, p < 0.0001). Urinary phytoestrogens may be useful as biomarkers of phytoestrogen intake, and as a tool for evaluating the relationship of intake and disease risk in Mexican women

    RESIDUOS DE PLAGUICIDAS ORGANOCLORADOS EN SUELOS AGRÍCOLAS

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    La actividad agrícola del estado de Sonora se caracteriza por ser de las más desarrolladas del país, es altamente productiva, tecnificada y generadora de divisas. Para mantener las demandas del mercado ha sido necesario implementar cultivos intensivos y el uso indiscriminado de agroquímicos, lo que ha provocado la contaminación del suelo. Los plaguicidas organoclorados (POC’s) fueron utilizados desde l950 hasta 1991, principalmente en el cultivo de algodón. En países industrializados fueron prohibidos o restringidos desde 1970 y en México a partir de 1991. Los POC’s representan un riesgo para la salud y el medio ambiente por su toxicidad, bioacumulación, volatilidad y persistencia; es por ello, que a través del Convenio de Estocolmo, los países adheridos están comprometidos a su reducción o eliminación. El objetivo del presente trabajo fue verificar la presencia de los POC’s en suelos de las principales zonas agrícolas (ZA) del estado de Sonora. Se extrajeron 17 POC’s por el método de dispersión de matriz en fase sólida (DMFS) y análisis por cromatografía de gases. Se muestrearon 45 campos donde se recolectaron cinco muestras de suelo (capa superficial y 60 cm de profundidad) y se entrevistó a los encargados para conocer los cultivos históricos y aplicación de POC’s. El 100% de los entrevistados manifestó haber utilizado POC’s. Los porcentajes de recuperación fueron del 78 al 116% con CV < 20%. Los residuos de POC’s estuvieron en un rango de no detectados (nd) a 45.75 µg kg-1. En Caborca: 1.22-9.62, Hermosillo: nd-7.49, Magdalena: 0.73-24.40, Ures: nd 18.78 y Guaymas: 1.43-45.75. Los de mayor incidencia fueron: DDE, endosulfán, γ-clordano, heptacloro epóxido y endrín. La correlación positiva entre la materia orgánica y los POC’s, puede propiciar su acumulación en los suelos agrícolas analizados. Estos resultados indican que las ZA de la entidad están contaminadas y son un riesgo para la salud y el medio ambiente
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