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Hallazgo del Spirilum minus en las ratas del Puerto de Buenos Aires

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Fil: Morales Villazón, Néstor. Instituto Bacteriológico. Departamento Nacional de Higiene; Argentina

Hallazgo del Spirilum minus en las ratas del Puerto de Buenos Aires

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Fil: Morales Villazón, Néstor. Instituto Bacteriológico. Departamento Nacional de Higiene; Argentina

A propósito de peste en roedores agrestes de la Argentina

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Fil: Uriarte, Leopoldo. Instituto Bacteriológico, Departamento Nacional de Higiene; Argentina.Los roedores campestres conocidos con el nombre de « cuises » en la Argentina han sido afectados en distintas oportunidades, en varios años, por epizootias de origen pestoso, las cuales se extinguieron espontáneamente, pues no hubo posteriormente testimonios de su existencia. Solamente una de ellas ha persistido, según las comprobaciones que tenemos. Esta epizootia es la que tuvo asiento en el territorio de la Pampa. A juzgar por los hechos que aquí relatamos, ha abarcado una extensa faja de dicho territorio, que va desde la margen izquierda del río Colorado, en el S., hasta la población de Victorica en el Norte. Su ancho no se puede precisar sino aproximadamente. Al Sud del río Colorado también se ha verificado mortandad e infección de los «cuises» en parte de esos campos, en los alrededores de Fortín Uno, lo que indica que a esa parte del Territorio de Río Negro igualmente ha sido transportado el virus loímico. La primera comprobación bacteriológica de la infección pestosa en los « cuises » de la Pampa, la hicimos en 1920. Posteriormente, en algunos años se observaron epizootias de esos y otros roedores, relacionadas con peste humana, en distintos puntos del interior de ese territorio. En 1934 y 1935, con motivo de nuevos casos dé peste, se ha comprobado la propagación de la epizootia a otros campos de la misma región. Las clases de « cuises » que se han encontrado- infectados pertenecen a Mi-croca/via australis y Galea, ‘además de un ericétido Graomys griseoflavus griseo-flavus. Hemos probado estos últimos experimental mente mostrándose sumamente sensibles al germen pestoso, como también lo son los primeros. Estos roedores son muy abundantes en toda esa comarca, constituyendo por épocas verdaderas plagas. Su multiplicación no encuentra límites ya que nadie los combate y los medios naturales de destrucción son contados. Debido a estas circunstancias, puede decirse que no ha habido diques para que se difundiera la contaminación entre estos roedores, la que se ha ido propagando por contigüidad, tal vez más intensamente en unos años que en otros, según la abundancia de estos animales. Así en varios años, la dispersión del virus se ha realizado en una gran extensión territorial. La contaminación de los citados roedores ha comenzado en las poblaciones del Centro-Este de la Pampa. El virus con que se inició el contagio es indudablemente de origen murino, no pudiendo ser explicada de otro modo la llegada del germen pestoso hasta las poblaciones vecinas a esos campos, unas y otros vírgenes hasta entonces de esta infección. Ningún obstáculo se advierte para que así haya sucedido, desde que igual transporte se ha hecho al través de mayores contingencias y por . más complicados viajes. Abundantes líneas ferroviarias llegan hasta la parte oriental de la Pampa y allí terminan. Una sola, que corre en parte por la margen Sur del río Colorado, llega hasta el pie de los Andes después de recorrer todo el territorio del Río Negro viniendo desde Bahía Blanca. En algunas de las poblaciones, con estaciones ferroviarias en esas líneas, ha habido casos de peste humana que son rastros indudables del transporte del virus, desde los centros más poblados del Este argentino que durante años han sido focos de peste murina y humana. En Bahía Blanca se ha comprobado, varias veces, la peste murina. Choele-Choel, en la última línea férrea citada, es el punto más occidental donde se ha señalado la peste humana. La escasez de población en estas comarcas es muy grande puesto que por cada decena de kilómetros apenas alcanza a haber un habitante. Esto y el tratarse de roedores que no conviven ni tienen contacto con el hombre, .son factores que explican porque las personas contagiadas con peste han sido pocas en tantos años de epizootia y a pesar del alto índice de infección de los roedores, los cuales en la primera investigación por nosotros realizada dieron un mínimo de 50 % de animales pestosos, cifra extraordinaria que no la dan comúnmente ni las epizootias murinas en las epidemias pestosas de los focos clásicos de la peste de Oriente. En 16 años se han registrado 20 casos de peste en una extensión territorial de unos 30.000 km2, más o menos. De estos 20 casos, 16 eran niños de 4 a 15 años. La causa está sin duda en la propensión que éstos tienen a jugar con los animales que encuentran muertos, hecho que hemos observado en otros puntos del país en oportunidades análogas. Recordaremos además otro factor en el contagio del hombre por la infección animal, que nosotros enunciamos en otra publicación, con motivo de la infección pestosa de las ratas, y que tiene aplicación con mayor razón a estas epizootias de roedores campestres; son los índices de infestación, parasitario y específico, que constituyen premisas que regulan el contagio humano. Nos parece que posiblemente esto ha ocurrido en la Pampa y eso sería otro factor que también ha contribuido-para que se produjeran-pocos casos

La profilaxis contra la peste bubónica : Un decenio de investigaciones en las ratas

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Fil: Uriarte, Leopoldo. Ministerio del Interior; Instituto Bacteriológico "Dr. Carlos G. Malbrán"; Argentin

Acción de la "Sulfanilamida" y sus derivados en la peste experimental

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Fil: Savino, Enrique. Ministerio del Interior; Instituto Bacteriológico "Dr. Carlos G. Malbrán"; Argentin

La profilaxis contra la peste bubónica : Un decenio de investigaciones en las ratas

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Fil: Uriarte, Leopoldo. Ministerio del Interior; Instituto Bacteriológico "Dr. Carlos G. Malbrán"; Argentin

Estructura del antígeno ciliar de Listerella monocytogenes

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Fil: Savino, E. Ministerio del Interior; Departamento Nacional de Higiene; Instituto Bacteriológico "Dr. Carlos G. Malbrán"; ArgentinaFil: Morales Villazón, N. Ministerio del Interior; Departamento Nacional de Higiene; Instituto Bacteriológico "Dr. Carlos G. Malbrán"; ArgentinaEn el presente trabajo se estudia la constitución del antígeno ciliar, de 5 cepas de Listerella monocytogenes, de distinto origen. En estas cepas de Listerella hemos reconocido la presencia de tres fracciones antigénicas; lo cual permite reunirlas en dos grupos diferentes. Cada grupo posee dos antígenos ciliares, uno es común a los dos grupos, el otro, en cambio, es característico de cada grupo. El primer grupo comprende las cepas « J. L. » y « Conejo ». La primera fué aislada por nosotros en el hombre (un caso de menin-goencefalitis) y la segunda por Murray, et al. en conejo. El segundo grupo incluye la cepa « Montevideo », aislada por Porzecanski y Baigorria, también en un enfermo de meningoencefalitis, y las cepas de origen bovino y ovino (Seastone, 1935)

Klebsiella sp. incert. aislada de ratas grises

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Fil: Savino, Enrique. Ministerio del Interior; Instituto Bacteriológico "Dr. Carlos G. Malbrán"; Argentin

Acción de la "Sulfanilamida" y sus derivados en la peste experimental

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Fil: Savino, Enrique. Ministerio del Interior; Instituto Bacteriológico "Dr. Carlos G. Malbrán"; Argentin

A propósito de peste en roedores agrestes de la Argentina

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Fil: Uriarte, Leopoldo. Instituto Bacteriológico, Departamento Nacional de Higiene; Argentina.Los roedores campestres conocidos con el nombre de « cuises » en la Argentina han sido afectados en distintas oportunidades, en varios años, por epizootias de origen pestoso, las cuales se extinguieron espontáneamente, pues no hubo posteriormente testimonios de su existencia. Solamente una de ellas ha persistido, según las comprobaciones que tenemos. Esta epizootia es la que tuvo asiento en el territorio de la Pampa. A juzgar por los hechos que aquí relatamos, ha abarcado una extensa faja de dicho territorio, que va desde la margen izquierda del río Colorado, en el S., hasta la población de Victorica en el Norte. Su ancho no se puede precisar sino aproximadamente. Al Sud del río Colorado también se ha verificado mortandad e infección de los «cuises» en parte de esos campos, en los alrededores de Fortín Uno, lo que indica que a esa parte del Territorio de Río Negro igualmente ha sido transportado el virus loímico. La primera comprobación bacteriológica de la infección pestosa en los « cuises » de la Pampa, la hicimos en 1920. Posteriormente, en algunos años se observaron epizootias de esos y otros roedores, relacionadas con peste humana, en distintos puntos del interior de ese territorio. En 1934 y 1935, con motivo de nuevos casos dé peste, se ha comprobado la propagación de la epizootia a otros campos de la misma región. Las clases de « cuises » que se han encontrado- infectados pertenecen a Mi-croca/via australis y Galea, ‘además de un ericétido Graomys griseoflavus griseo-flavus. Hemos probado estos últimos experimental mente mostrándose sumamente sensibles al germen pestoso, como también lo son los primeros. Estos roedores son muy abundantes en toda esa comarca, constituyendo por épocas verdaderas plagas. Su multiplicación no encuentra límites ya que nadie los combate y los medios naturales de destrucción son contados. Debido a estas circunstancias, puede decirse que no ha habido diques para que se difundiera la contaminación entre estos roedores, la que se ha ido propagando por contigüidad, tal vez más intensamente en unos años que en otros, según la abundancia de estos animales. Así en varios años, la dispersión del virus se ha realizado en una gran extensión territorial. La contaminación de los citados roedores ha comenzado en las poblaciones del Centro-Este de la Pampa. El virus con que se inició el contagio es indudablemente de origen murino, no pudiendo ser explicada de otro modo la llegada del germen pestoso hasta las poblaciones vecinas a esos campos, unas y otros vírgenes hasta entonces de esta infección. Ningún obstáculo se advierte para que así haya sucedido, desde que igual transporte se ha hecho al través de mayores contingencias y por . más complicados viajes. Abundantes líneas ferroviarias llegan hasta la parte oriental de la Pampa y allí terminan. Una sola, que corre en parte por la margen Sur del río Colorado, llega hasta el pie de los Andes después de recorrer todo el territorio del Río Negro viniendo desde Bahía Blanca. En algunas de las poblaciones, con estaciones ferroviarias en esas líneas, ha habido casos de peste humana que son rastros indudables del transporte del virus, desde los centros más poblados del Este argentino que durante años han sido focos de peste murina y humana. En Bahía Blanca se ha comprobado, varias veces, la peste murina. Choele-Choel, en la última línea férrea citada, es el punto más occidental donde se ha señalado la peste humana. La escasez de población en estas comarcas es muy grande puesto que por cada decena de kilómetros apenas alcanza a haber un habitante. Esto y el tratarse de roedores que no conviven ni tienen contacto con el hombre, .son factores que explican porque las personas contagiadas con peste han sido pocas en tantos años de epizootia y a pesar del alto índice de infección de los roedores, los cuales en la primera investigación por nosotros realizada dieron un mínimo de 50 % de animales pestosos, cifra extraordinaria que no la dan comúnmente ni las epizootias murinas en las epidemias pestosas de los focos clásicos de la peste de Oriente. En 16 años se han registrado 20 casos de peste en una extensión territorial de unos 30.000 km2, más o menos. De estos 20 casos, 16 eran niños de 4 a 15 años. La causa está sin duda en la propensión que éstos tienen a jugar con los animales que encuentran muertos, hecho que hemos observado en otros puntos del país en oportunidades análogas. Recordaremos además otro factor en el contagio del hombre por la infección animal, que nosotros enunciamos en otra publicación, con motivo de la infección pestosa de las ratas, y que tiene aplicación con mayor razón a estas epizootias de roedores campestres; son los índices de infestación, parasitario y específico, que constituyen premisas que regulan el contagio humano. Nos parece que posiblemente esto ha ocurrido en la Pampa y eso sería otro factor que también ha contribuido-para que se produjeran-pocos casos
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