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Secuencia cultural para el Formativo en la Cuenca Baja del río Pánuco. 32. Arqueología
Castañeda Cerecero, Laura
1989. “La cerámica del Formativo en la Cuenca
Baja del río Pánuco”, en M. Cardona (coord.),
El Preclásico o Formativo. Avances y Perspectivas,
México, Museo Nacional de Antropología,
pp. 119-142.1992. “Altamirano: un sitio del
Formativo del Noreste de
México”, tesis de licenciatura en
Arqueología, ENAH, México.En prensa. “La cerámica del
Formativo en la Cuenca Baja del
río Pánuco”, en B.L. Merino
Carrión y A. García Cook
(coords.), La Producción Alfarera
en el México Antiguo, México, INAH.Ceja Tenorio, Jorge Fausto
1985. Paso de la Amada. An Early
Preclassic Site in the Soconusco,
Chiapas, México, USA, NWAF,
núm. 45.Ekholm, Gordon
1944. Excavation at Tampico and Pánuco in the
Huasteca, México (Antropologist Paper of the
National Museum of Natural History), vol.
XXXVIII, part. V, New York, USA.García Cook, Ángel
1979. “Los procesos de cambio de los recolectores
nómadas a los agricultores sedentarios con
principal referencia al centro y sur de México”,
en XV Mesa Redonda de la Sociedad Mexicana de
Antropología, México, SMA.1999. “Las cerámicas tempranas en México”
(Arqueología Americana. Journal of American
Achaeology), núm. 14, México, Instituto
Panamericano de Geografía e Historia, enero-junio
1998, pp. 7-64.García Cook, Ángel y B. Leonor Merino Carrión
1977a. “Proyecto Arqueológico Huaxteca”,
en Boletín del Consejo de Arqueología, núm. 1,
México, INAH.1977b. “Notas sobre caminos y rutas de
intercambio al este de la Cuenca de México”,
Comunicaciones 14, Puebla, México, FAIC, pp. 71-83.1979. “Primer informe: Proyecto Arqueológico
Huaxteca”, México, Archivo de la Coordinación
Nacional de Arqueología, INAH.1989. “Investigación Arqueológica en la Cuenca
Baja del Pánuco”, en Homenaje a José Luis Lorenzo,
México, INAH (Científica, 188), pp. 181-209.En prensa. “El inicio de la producción alfarera en el
México Antiguo”, en B.L. Merino Carrión y A.
García Cook (coords.), La Producción Alfarera en el
México Antiguo, México, INAH.Guzmán, Ana Fabiola y Óscar Polaco
2002. “Los peces del sitio arqueológico Altamirano,
Veracruz”, en Arqueología, segunda época, núm. 27,
México, INAH, pp. 15-29.Kaplan, Lawrence
1996. “Informe sobre identificación de 25 semillas
de frijol procedente de Altamirano, Veracruz,
México”, México, Archivo del PDFCB, DEA, INAH.Lowe, Gareth
1967. “Appendix. Results of the 1965
investigations at Altamira and Padre Piedra, Early
Preclassic Site in Chiapas, México, D.F.”, Green and G.
W. Lowe (coords.), pp. 81-130 (Papers of the New
World Archaeological Foundation, núm. 20), Provo
Utah, USA.1975. The Early Preclassic Barra Phase of Altamira,
Chiapas: A Review with New Date, Papers of the New
World Archaeologicla Foundation, núm. 38, Provo,
Utah, USA.MacNeish, Richard S.
1954. An Early Archaeological site near Pánuco,
Veracruz, Transactions of American Philosophical
Society, vol. XLIV, Part. 5, USA.
1958. Preliminary archaeological investigations in the
Sierra of Tamaulipas, México (Transactions of the
American Philosophical Society), vol. XLV, Part. 5,
USA.Merino Carrión, B. Leonor
1984. Definición del Formativo en la cuenca baja del río
Pánuco, Proyecto mecanografiado. Archivo técnico
de la Coordinación Nacional de Arqueología,
México, INAH.1992. “Proyecto Arqueológico Cañón de Infiernillo-
Cañón del Diablo”, México, Archivo Técnico de la
Coordinación Nacional de Arqueología, INAH.Merino Carrión, B. Leonor y Ángel García Cook
1985. “Definición del Formativo en la Cuenca Baja
del Río Pánuco. Primer informe”, México, Archivo
Técnico de la Coordinación Nacional de
Arqueología, INAH.1987. “Proyecto Arqueológico Huaxteca”, en
Arqueología 1, México, INAH, pp. 31-72.1989. “El Formativo en la cuenca baja del Pánuco”,
en M. Carmona (ed.), El Preclásico o Formativo.
Avances y Perspectivas, México, Museo Nacional de
Antropología, pp. 101-118.1991. “El Formativo temprano en el Norte de
México”, en Encuentro de Investigadores Sociales del
Noroeste de México, Ciudad Valles, SLP, México,
Centro Regional S.L.P. del INAH, Sociedad
Mexicana de Historia.1997a. “Enterramientos de perros durante el
Formativo temprano en el Noreste de México”, en
L. Manrique y Noemí Castillo (coords.), Homenaje
al Dr. Ignacio Bernal, México, INAH (Científica,
333), pp. 408-430.1997b. “Enterramientos del Formativo en el
Noreste de México”, Homenaje a César Augusto
Saenz, México, INAH (Científica, 351), pp. 319-366.1998. “Las primeras ocupaciones de grupos
sedentarios en el Bajo Pánuco”, en La Antropología
Mexicana frente al siglo XXI: Reflexiones y Propuestas,
XXV Mesa Redonda de la Sociedad Mexicana de
Antropología (julio 1998), México, SMA.2002. “El Formativo temprano en la cuenca baja del
Río Pánuco: fases Chajil y Pujal”, en Arqueología,
segunda época, núm. 28, México, INAH, pp. 49-74.Michelet, Dominique
1984. Río Verde, San Luis Potosí (Mexique), México,
CEMCA.
Padilla, Judith1989. “La cerámica del Gasoducto, de Cactus,
Chiapas-Planta de los Ramones, Nuevo León”,
tesis de licenciatura en Arqueología, ENAH,
México.Romero, Javier
1974. “La Mutilación Dentaria”, en Antropología
Física-Época Prehispánica (Panorama Histórico-
Cultural III), México, pp. 229-250.Romero, Javier y Juan Valenzuela
1945. “Expedición a la sierra Azul, Ocampo,
Tamaulipas”, en Anales del Instituto Nacional de
Antropología e Historia, núm. 1, México, INAH,
pp. 7-16.Tesch, Mónika
1988. “Primeros avances del Proyecto Alaquines”,
México, Archivo técnico de la Coordinación
Nacional de Arqueología, INAH, mecanoescrito.Wilkerson, Jeffrey
1981. “The Northen Olmec and Pre-Olmec
Frontier on the Gulf Coast”, en The Olmec and Their
Neighbors, USA, Dumbar
. 32. Arqueología
Estimados colegas: en este número les ofrecemos una serie de contribuciones
que ejemplifican los avances de las investigaciones sobre problemas de la
arqueología mesoamericana, a escala suprarregional, regional y de sitio.
Tres trabajos aportan información e interpretaciones sobre la costa del Golfo y
la Huasteca, desde el Preclásico hasta el Posclásico tardío. El primero es una
revisión de la secuencia cronológica del Formativo en la parte baja del río Pánuco,
de García Cook y Leonor Merino —a quien recordamos de manera muy
afectuosa.
Por su parte, Ladrón de Guevara y Hernández proponen una interesante colaboración
al reinterpretar la deidad principal de El Tajín, a quien identifican como
Quetzalcóatl, por iconografía y correlación con eventos climáticos. El tercer
trabajo, “Vecinos cercanos”, de Diana Zaragoza, explora la posibilidad de interacciones
a gran escala en la Huasteca, integrando información sobre la porción
sur del Sureste de Estados Unidos.
El artículo de Francisco Beristáin recupera la información sobre la secuencia
de ocupación del sitio de Tepetipac en Tlaxcala.
Ma. Elena Salas y sus colaboradores estudian una colección de artefactos de
hueso humano procedentes de Tikal y, para contrastar la validez de su propuesta
clasificatoria, realizan experimentos tecnológicos y funcionales que redundan
en un interesante ejercicio multidisciplinario.
Continúan las colaboraciones de otros especialistas, como la contribución de
Maldonado, Arias y Repetto sobre la recuperación y el análisis de contextos
funerarios de la colonia temprana en Dzibilchaltún, en donde se proponen interpretaciones
de las condiciones de vida de la población-muestra.
Cierra Alberto Cravioto, en una de sus frecuentes incursiones en las fuentes
utilizadas por los arqueólogos, para ofrecernos una reinterpretación sobre la
identificación de los popoloca y sus constantes movimientos.
En esta ocasión nos complace incluir la primera aportación de “Comentarios y
debates”, en la que Blas Román Castellón discute el artículo de Francisco Rivas
sobre la región de Los Reyes Metzontla, publicado en el número 29 de Arqueología.
Para el avance de la disciplina es esencial la expresión abierta de opiniones
y comentarios fundamentados sobre los trabajos de nuestros colegas, en
un ámbito de discusión clara y mesurada, aportando información y fomentando
el desarrollo de una vida académica más intensa e interactiva. Mandamos
nuestra sincera felicitación al doctor Castellón y reiteramos la invitación a
todos nuestros lectores para que colaboren, en especial con esta sección y con
la revista en general.
Es necesario aclarar que el “Índice General 1987-2003” que aparece en Arqueología
31, aparenta no tener un autor específico; sin embargo dicho índice fue
realizado por Ana María Álvarez Palma.</p