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Remodelado ventricular izquierdo tras ablación septal percutánea con alcohol en pacientes con miocardiopatÃa hipertrófica obstructiva
Evaluamos el impacto de la reducción de la obstrucción en el tracto de salida del ventrÃculo izquierdo tras la ablación septal percutánea con alcohol sobre la hipertrofia y el remodelado del ventrÃculo izquierdo (VI). Pacientes y método. Se incluyó a 20 pacientes con miocardiopatÃa hipertrófica tratados con ablación septal percutánea. Se realizó ecocardiograma Doppler en situación basal, inmediatamente después de la ablación septal percutánea y a los 3 y 12 meses de seguimiento, en el que se midieron los diámetros y grosores del VI y del gradiente de presión en el tracto de salida del ventrÃculo izquierdo. Resultados. Inmediatamente después de la ablación septal percutánea, el gradiente de presión en el tracto de salida del VI disminuyó de 63,0 ± 27,7 a 28,2 ± 24,7 mmHg (p < 0,001), sin que se apreciaran cambios significativos en las dimensiones del VI. Doce meses después se observó un incremento en los diámetros telediastólico (de 47,1 ± 4,9 a 50,8 ± 4,5 mm; p < 0,01) y telesistólico del VI (de 27,1 ± 3,0 a 33,7 ± 4,6 mm; p < 0,01) y una reducción en los grosores del septo (de 19,5 ± 4,0 a 15,5 ± 2,7 mm; p < 0,01) y de la pared posterior del VI (de 14,0 ± 2,2 a 12,9 ± 1,3 mm; p < 0,01). Los volúmenes telediastólico y telesistólico del VI aumentaron (de 106,4 ± 26,9 a 123,1 ± 28,7 ml; p < 0,01, y de 50,2 ± 17,3 a 56,7 ± 18,3 ml; p < 0,01, respectivamente), sin que se observaran cambios en la fracción de eyección del VI. La reducción del gradiente de presión en el tracto de salida del ventrÃculo izquierdo observada a los 12 meses de la ablación septal percutánea se correlacionó de manera significativa con el incremento del diámetro telesistólico del VI (r = 0,63; p < 0,01). Conclusiones. La reducción de la obstrucción en el tracto de salida del ventrÃculo izquierdo en pacientes con miocardiopatÃa hipertrófica tratados con ablación septal percutánea se acompaña de un incremento de los diámetros y volúmenes del VI en el seguimiento. Esto indica el desarrollo de un remodelado cardÃaco y de una regresión en la hipertrofia del VI de estos pacientes que podrÃa contribuir a su mejorÃa sintomátic
Predictores de ausencia de mejorÃa clÃnica a medio plazo con la terapia de resincronización cardÃaca
Introducción. Alrededor del 30% de los pacientes no responde al tratamiento de resincronización para la insuficiencia cardÃaca. El objetivo del estudio ha sido analizar las variables que pueden ser predictoras de falta de respuesta. Pacientes y método. Se analizaron los resultados de una serie de 63 pacientes a los que se implantó un dispositivo de resincronización biventricular. Se realizó una valoración clÃnica y de parámetros de función ventricular izquierda basal y a los 6 meses. Se consideró que habÃan mejorado los pacientes que estaban vivos sin trasplante cardÃaco y habÃan aumentado más de un 10% la distancia caminada en el test de los 6 min. Resultados. La edad media fue de 68,3 ± 8 años; 51 pacientes (81%) eran varones y la clase funcional de la NYHA era III-IV en el 79,4%. La fracción de eyección media fue 22,4 ± 6%, la duración del QRS, 177 ± 25 ms, y el 77,8% estaba en ritmo sinusal. Un 46% (n = 29) tenÃa cardiopatÃa isquémica. A los 6 meses, el 69,8% respondió al tratamiento. La ausencia de mejorÃa se asoció con cardiopatÃa isquémica, historia de taquicardia ventricular monomórfica sostenida e insuficiencia mitral de grado > II/IV previa al implante, pero no mostró relación con el resto de los parámetros basales analizados. En el análisis de regresión logÃstica, las 3 variables fueron predictores independientes de la falta de mejorÃa (OR = 4,8; IC del 95%, 1,2-18,3; p = 0,023; OR = 8,7; IC del 95%, 1,8-41,3; p = 0,007; y OR = 8,03; IC del 95%, 1,7-37,1; p = 0,008, respectivamente). Conclusión. La probabilidad de responder al tratamiento de resincronización es menor en pacientes con cardiopatÃa isquémica, insuficiencia mitral importante o historia de taquicardia ventricular monomórfica sostenida
Unraveling Bicuspid Aortic Valve Enigmas by Multimodality Imaging : Clinical Implications
Multimodality imaging is the basis of the diagnosis, follow-up, and surgical management of bicuspid aortic valve (BAV) patients. Transthoracic echocardiography (TTE) is used in our clinical routine practice as a first line imaging for BAV diagnosis, valvular phenotyping and function, measurement of thoracic aorta, exclusion of other aortic malformations, and for the assessment of complications such are infective endocarditis and aortic. Nevertheless, TTE is less useful if we want to assess accurately other aortic segments such as mid-distal ascending aorta, where computed tomography (CT) and magnetic resonance (CMR) could improve the precision of aorta size measurement by multiplanar reconstructions. A major advantage of CT is its superior spatial resolution, which affords a better definition of valve morphology and calcification, accuracy, and reproducibility of ascending aorta size, and allows for coronary artery assessment. Moreover, CMR offers the opportunity of being able to evaluate aortic functional properties and blood flow patterns. In this setting, new developed sequences such as 4D-flow may provide new parameters to predict events during follow up. The integration of all multimodality information facilitates a comprehensive evaluation of morphologic and dynamic features, stratification of the risk, and therapy guidance of this cohort of patient