El hombre delincuente en relacion con la antropología, la jurisprudencia y la psiquiatría

El fin que me propuse al publicar este atlas es el de ofrecer al lector el medio para controlar por si mismo la verdad de mis afirmaciones, sin afectar, por otro lado, la economía de espacio que exige un libro. Entonces, este atlas es, no solo una parte integrante de la obra, sino la más importante.Traducción de Celeste LeonardiFacultad de Ciencias Jurídicas y Sociale

El hombre delincuente : Prefacio del autor a la cuarta edición

Este libro, comparable al humilde insecto que, sin saberlo, transporta, el polen fecundante, dio origen a un germen que sólo dará sus frutos dentro de varios años. Permitió gracias a los trabajos de los señores Liszt, Kraepelin, Biliakow, Troiski, Körnfeld, Knecht, Holtzendorf, Sommer, Kirchenheim, Mendel, Pulido, Echeverria, Zanches, Drill, Kowalewski, Likaceff, Minzloff, Kolokoloff, Espinas, Letourneau, Tonnini, Reinach, Soury, Corre, Motet, Orchanski, Manouvrier, Fioretti, Le Bon, Bordier, Bournet, Roussel, Ribot, Heger, Albrecht, Warnott, Lenhossek, Tamburini, Frigerio, Laschi, Mayor, Majno, Benelli, Fulci, Pavia, Aguglia, Sergi, Tanzi, Campilli, Barzilai, Pugliese, Morello, Lessona C., Cosenza, Lestingi, Colucci, Turati, Marro, Venezian, y especialmente gracias al trabajo de los señores Lacassagne, Flesch, Benedikt, Beltrán-Scalia, Virgilio Morselli, Garofalo, Puglia y Ferri, que naciera una nueva escuela. Escuela que vino a llenar las enormes lagunas de las primeras ediciones de este libro, al tiempo que determinó las aplicaciones prácticas ,desde el punto de vista jurídico. No sé de que manera manifestar mi reconocimiento a esos ilustres científicos. Gracias a ellos, y por primera vez, pude distinguir exactamente al criminal nato, no sólo del criminal ocasional, sino además del loco y del alcohólico, a quien consagraré dos monografías especiales. Además, gracias a ellos, pude ampliar mis investigaciones sobre las formas primordiales del crimen en el salvaje, en el niño y en el animal, pude completar el estudio anatómico, pude iniciar el estudio fisiológico, especialmente los que tratan las anomalías de la sensibilidad, de la reacción vascular y el reflejo, fenómenos que nos explican esta subordinación paradoxal de la salud que reencontramos, tan a menudo, en individuos enfermos desde su nacimiento, como lo son los criminales.Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociale

El hombre delincuente : Prefacio del autor a la cuarta edición

Este libro, comparable al humilde insecto que, sin saberlo, transporta, el polen fecundante, dio origen a un germen que sólo dará sus frutos dentro de varios años. Permitió gracias a los trabajos de los señores Liszt, Kraepelin, Biliakow, Troiski, Körnfeld, Knecht, Holtzendorf, Sommer, Kirchenheim, Mendel, Pulido, Echeverria, Zanches, Drill, Kowalewski, Likaceff, Minzloff, Kolokoloff, Espinas, Letourneau, Tonnini, Reinach, Soury, Corre, Motet, Orchanski, Manouvrier, Fioretti, Le Bon, Bordier, Bournet, Roussel, Ribot, Heger, Albrecht, Warnott, Lenhossek, Tamburini, Frigerio, Laschi, Mayor, Majno, Benelli, Fulci, Pavia, Aguglia, Sergi, Tanzi, Campilli, Barzilai, Pugliese, Morello, Lessona C., Cosenza, Lestingi, Colucci, Turati, Marro, Venezian, y especialmente gracias al trabajo de los señores Lacassagne, Flesch, Benedikt, Beltrán-Scalia, Virgilio Morselli, Garofalo, Puglia y Ferri, que naciera una nueva escuela. Escuela que vino a llenar las enormes lagunas de las primeras ediciones de este libro, al tiempo que determinó las aplicaciones prácticas ,desde el punto de vista jurídico. No sé de que manera manifestar mi reconocimiento a esos ilustres científicos. Gracias a ellos, y por primera vez, pude distinguir exactamente al criminal nato, no sólo del criminal ocasional, sino además del loco y del alcohólico, a quien consagraré dos monografías especiales. Además, gracias a ellos, pude ampliar mis investigaciones sobre las formas primordiales del crimen en el salvaje, en el niño y en el animal, pude completar el estudio anatómico, pude iniciar el estudio fisiológico, especialmente los que tratan las anomalías de la sensibilidad, de la reacción vascular y el reflejo, fenómenos que nos explican esta subordinación paradoxal de la salud que reencontramos, tan a menudo, en individuos enfermos desde su nacimiento, como lo son los criminales.Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociale

Colonial refractions: the 'Gypsy camp' as a spatio-racial political technology

Camps for civilians first appeared in the colonies. Largely drawing on the literature on colonialism and race, this article conceptualizes the 'Gypsy camp' in Western European cities as a spatio-racial political technology. We first discuss the shift, starting with decolonization, from colonial to metropolitan technologies of the governance of social heterogeneity. We then relate this broad historical framing to the ideas and ideologies that since the 1960s have been underpinning the planning and governance of the ‘Gypsy camp' in both the UK and Italy. We document the 1970s emergence of a new and distinctive type of camp that was predicated upon a racially connoted tension between policies criminalizing sedentarization and ideologies of cultural protection. Given that the imposition of the ‘Gypsy camp' was essentially uncontested, we argue that the conditions of possibility for it to emerge and become institutionalized were both a spatio-racial similarity with typically colonial technologies of governance, and the fact that it was largely perceived as a self-evident necessity for the governance and control of one specific population. We conclude by calling for more analyses on this and other forms of urban confinement in both the Global North and South, in order to account for the increasingly disquieting mushrooming of confining and controlling governance devices, practices and ideologies

The scene of the crime: inventing the serial killer

This article examines the meanings of the crime scene in serial killings, and the tensions between the real and the imagined in the circulation of those meanings. Starting with the Whitechapel Murders of 1888 it argues that they, as well as forming an origin for the construction of the identity of 'the serial killer', initiate certain ideas about the relationship of subjects to spaces and the existence of the self in the modern urban landscape. It suggests that these ideas come to play an integral part in the contemporary discourse of serial killing, both in the popular imagination and in professional analysis. Examining the Whitechapel Murders, more recent cases and modern profiling techniques, it argues that popular and professional representations of crime scenes reveal more of social anxieties about the nature of the public and the private than they do about serial killers. It suggests that 'the serial killer' is not a coherent type, but an invention produced from the confusions of persons and places. Copyright 2006 SAGE Publications. All rights reserved. Not for commercial use or unauthorized distribution