3 research outputs found
. 37. Arqueología
Reciban nuevamente un cordial saludo del equipo de la revista Arqueología. En
esta ocasión nuestros colaboradores han puesto en la mesa una serie de trabajos
interesantes que dan cuenta de la variedad de temas y derroteros de la
investigación arqueológica en México. Los trabajos, cada vez menos dependientes
del manejo descriptivo de materiales arqueológicos, sobre todo los
cerámicos, incursionan en aspectos bioculturales, innovaciones técnicas y, felizmente,
en analogías etnográficas.
Siguiendo el orden acostumbrado, la primera aportación es un trabajo pionero
de Grave Tirado, el cual, como producto de las primeras investigaciones
arqueológicas sistemáticas en la zona serrana del sur de Sinaloa, ofrece información
novedosa sobre sitios y materiales hasta ahora no descritos, así como
su ya acostumbrada interlocución con la información etnohistórica. La presencia
de juegos de pelota, que ya había sido notada por otros investigadores de la
sierra, la gráfica rupestre y los materiales, nos guía por esa —hasta ahora poco
trabajada— “tradición serrana” que alguna vez intentó definir Beatriz Braniff.
También del Occidente, pero de amplia temporalidad, tenemos la contribución
ofrecida por Gómez Valdéz y sus asociados, donde se refuerza una visión
integrativa-evolutiva de la población mesoamericana a través de un análisis
estadístico y comparativo de la variabilidad de su morfología dental con otras
poblaciones de la Mesoamérica nuclear. La conclusión a la que llegan es que
el aislamiento genético de los periodos tempranos se convierte en una continuidad
genética ya en las fases tardías.
El siguiente trabajo, de VanDerwarker y Jaime-Riverón, está centrado en el
análisis de los restos botánicos de los sitios formativos de La Joya y Bezoapan,
en la zona de Los Tuxtlas, para establecer una cronología de los cambios en la
proporción de productos agrícolas y de la silvicultura. Con base en el modelo
de agricultura tropical de Killion y Peters, discuten también la relación de las prácticas
de explotación del medio con las áreas de habitación. Aun cuando
este artículo ya había sido publicado en inglés, consideramos que su inclusión
en nuestra revista puede promover discusiones provechosas.
En relación con el área maya, cuyos investigadores son siempre tan productivos,
tenemos varias aportaciones. En la primera de ellas, y con datos de su participación
en la investigación en el sitio de Chunchukmil, en Yucatán, Woynar
construye una propuesta sobre organización y estructura espacial a través del
análisis de las implicaciones sociales de las 666 vías de comunicación —tanto
internas como externas—, y corresponde al Clásico el nivel más alto de cohesión
y planificación.
A su vez, Ortega Palma realiza un estudio bioantropológico comparativo
sobre dos series de restos óseos procedentes, respectivamente, de la isla de
Jaina para el Clásico tardío y de la ciudad de Campeche para la época colonial.
El propósito del autor es comparar condiciones de salud y alimentación a partir
de los agentes que influyeron en dichas variables en función de factores
geográficos, sociales, económicos y culturales.
A continuación presentamos un texto de corte técnico y orientado a la detección
de sitios para ayudar en el trabajo de prospección en zonas de selva tropical
—lo que queda de ellas —; así, la contribución de López García y Argote
Espino, aboga por utilizar imagenes remotas de alta definición y sistemas de
procesamiento digital para el reconocimiento de sitios con arquitectura monumental
en áreas donde el desarrollo de selvas altas impide el uso de la foto
aérea convencional.
Asimismo, contamos también con varios artículos acerca del Altiplano. Nalda
nos proporciona información de un horno prehispánico para quemar cal localizado
en el sitio Hacienda de Calderón, Morelos. Después de presentar los datos
de campo, el investigador establece una serie de parámetros de observación
etnográfica que le permiten ampliar la discusión e interpretación del elemento
arqueológico, cuya cronología establece como posterior al año 750 d.C.
En la misma región, pero entrando de lleno en el Epliclásico, González
Crespo y sus colaboradores presentan una amplia discusión sobre la cronología
de Xochicalco, con base en una recapitulación de sus componentes arquitectónicos
y asociándolos a las etapas constructivas del sitio en función de los
sistemas constructivos, cerámica y fechas disponibles de C14. Su conclusión
es que el sitio corresponde enteramente al Epiclásico.
Seguimos con el Posclásico en Cholula y presentamos la propuesta interpretativa
de Araceli Rojas sobre iconografía solar en la cerámica policroma tipo
códice. Su análisis la lleva a ligar su uso al contexto ritual, pero también a su
función simbólica de prestigio entre las elites mesoamericanas, sin excluir la
posibilidad que se trate de vajilla de servicio.
Finalmente, nos complace compartir con ustedes el trabajo que el joven
equipo de Spores nos ofrece sobre el sitio de Yucundaa, Teposcolula, Oaxaca.
Una rica exposición de datos, su discusión y propuestas sobre este asentamiento
y sus transformaciones del Posclásico tardío a la Colonia. El diálogo
constructivo entre fuente y arqueología permite acercarse al momento de transformación
y resistencia que implica la Colonia temprana, desde la perspectiva
del pueblo indígena y no sólo desde los elementos arquitectónicos coloniales
religiosos.
No menos interesantes resultarán nuestras otras secciones —noticias, reseñas,
archivo técnico e In memoriam—, cuyos variados contenidos les invitamos
a descubrir.
No queda sino reiterar el llamado —la provocación— a demostrar nuestra
productividad y calidad académica mediante la discusión pública de las propuestas,
aportaciones y críticas emanadas de nuestro diario ejercicio profesional</p
. 38. Arqueología
Por razones de política editorial tratamos de equilibrar cada número en cuanto
a regiones y temporalidades, pero en esta ocasión ha resultado difícil porque
hay un sesgo muy fuerte hacia el periodo Posclásico en el Altiplano. Sin
embargo, esta pequeña trasgresión a nuestras reglas tiene por contraparte el
interés de los artículos que conjuntan especialistas en arqueología y otros
ámbitos de la antropología y la historia, con temáticas que se entrecruzan, comparten
y enriquecen para ofrecer la posibilidad de lecturas aleccionadoras
Encabezan el número Óscar Basante y Juan Sebastián Gómez, en cuyo trabajo
preliminar se describe una colección de materiales procedentes de Zacatecas
y se proporciona información sobre sitios con arquitectura y pintura rupestre
de Monte Escobedo, relacionados con la cultura Bolaños.
En el siguiente artículo se ofrecen algunos resultados de las excavaciones
en el Cerro de los Magueyes en Metepec, Estado de México, donde Carmen
Carvajal y Alfonso González, a partir del análisis de un entierro en urna del
Posclásico tardío, elaboran una propuesta de identificación física e interpretación
simbólica.
A su vez, Denisse L. Argote y colaboradores nos ofrecen los resultados iniciales
de la prospección en el sitio Los Teteles de Ocotitla, Tlaxcala, ubicado
temporalmente en el Clásico y donde por medio de radar de penetración detectan
anomalías en las terrazas que interpretan como posibles estructuras,
tumbas u otros elementos soterrados, impulsando el uso de los llamados métodos
geofísicos.
En una línea de descripción iconográfica, María Teresa Muñoz y José Carlos
Castañeda analizan una figurilla de barro perteneciente al acervo del Museo
Histórico de la Sierra Gorda de Querétaro; con ello intentan establecer la
relación de esta pieza con la deidad de la fertilidad Tlazolteotl-Ixcuina,
asociándola también con la diosa pame Cachum mediante un análisis comparativo
e interpretación simbólica.
En el trabajo de Verónica Ortega y Víctor Álvarez, dos estructuras subterráneas
del Posclásico tardío, encontradas en la zona urbana de Teotihuacan, se
interpretan como temascales por medio de un análisis comparativo con otras
localizadas en San Francisco Mazapa.
A continuación, un salvamento en la ciudad de México proporciona información
sobre la traza prehispánica de Tlatelolco y el barrio de Atezcapan. Los
autores, Alberto Mena, Janis Rojas y María de Jesús Sánchez Vázquez, muestran
amplio conocimiento sobre la ciudad y aportan datos para la reconfiguración
del límite sur y la separación de las islas.
A partir de la arqueología histórica del periodo colonial, Patricia Murrieta
informa sobre el proceso productivo del azúcar en la hacienda de Tecoyutla,
Guerrero, y ofrece una descripción de las labores realizadas alrededor de este
monumento histórico, por las que también plantea propuestas de uso del espacio.
A su vez, Carmen Aguilera diserta sobre Tlaltecuhtli, una deidad poco
conocida que conjuga orígenes y para ello se discute su procedencia y género,
además de plantear propuestas interpretativas y rutas de investigación iconográfica.
El artículo de Ángel García Cook y Yadira Martínez Calleja es de corte técnico
y descriptivo, pues detalla de manera precisa las características principales
de las vías de circulación interna en Cantona, y a partir de ahí se elabora una
completa tipología. Además de proporcionar hipótesis y propuestas para la interpretación,
se aplica un análisis comparativo entre Cantona y otras ciudades
prehispánicas en las que se han identificado calles y caminos.
A partir de los hallazgos en el salvamento de La Plaza Juárez, Fernando
Guerrero y colaboradores dibujan rasgos del paleopaisaje en la zona de La Alameda
Central. Además, el conjunto de los contextos y el análisis iconográfico
les permiten proponer usos del espacio y la posible localización del barrio de
Tzapotlán, componente de México-Tenochtitlan.
Por último, Francisca Ramírez parte del análisis documental, la información
arqueológica y etnográfica para ofrecer un panorama que asocia los cambios
climáticos y las fluctuaciones demográficas en el valle de Tehuacan para
el Posclásico tardío y la primera parte de la Colonia.
No podemos concluir la presentación de este número sin llamar la atención
del lector a nuestras ya acostumbradas secciones Archivo Técnico y Noticia, igualmente
enriquecedoras y no menos importantes; en esta ocasión ofrecemos un
texto de Florencia Jacobs Muller sobre Teotihuacan, y un reporte de Rodolfo
Cid y Liliana Torres a propósito del deterioro de materiales óseos.
Fieles al compromiso de mantener y mejorar la calidad de este espacio de
difusión y comunicación académica, esperamos que este material les sea de utilidad
y los estimule a enviar sus contribuciones.</p