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El estudio técnico militar de las mazas de batalla del Posclásico en México. 41. Arqueología
Entre las sociedades antiguas y modernas, las mazas o macanas han sido desde largo tiempo utensilios cuyo fin era el de ser usadas en el enfrentamiento cercano. Por ello en ocasiones se les acompañaba con instrumentos defensivos como escudos, rodelas o protecciones corporales como cascos y corazas. Por su naturaleza contundente, las mazas eran creadas con materiales duros, pesados y flexibles; así las maderas usadas debieron de haber sido seleccionadas y probadas previamente. En Mesoamérica las representaciones de estas armas las vemos comúnmente en cerámica, escultura y materiales pictográficos e históricos desde épocas muy antiguas, hallándose incluso entre los vestigios olmecas. Posteriormente en el Clásico aparecen como armas ampliamente utilizadas en los campos de batalla, como en el caso del cuarto 2 de Bonampak. No obstante, para el Posclásico aparece un tipo de maza cuya característica principal es una gran esfera en su parte distal unida a un mástil largo y pronunciado, que en ocasiones finaliza en un tope para evitar que se deslice de la mano
El macuahuitl (lanza de mano), un estudio tecno-arqueológico. 41. Arqueología
El macuahuitlfue una de las armas mesoamericanas más representadas del periodo Posclásico tardío (1300-1521 d.C.) en el Altiplano central, y diversos cronistas españoles del siglo XVI la describen como un instrumento temible y supremamente lesivo, ya que podía decapitar a un hombre, e incluso a un caballo, de un solo tajo. Su característica principal es que se asemeja a una espada de madera, a la que se le añadían una serie de navajas de obsidiana en sus extremos y un amplio mango que permitía asirla con firmeza. Podemos objetar que al parecer ésta era el arma estándar de los ejércitos mexicas, tlaxcaltecas y otros, y era utilizada para capturar a los combatientes al dejarlos lisiados o fuera de combate, para luego ser tomados como prisioneros
. 41. Arqueología
En este volumen, con una temática geográfica y culturalmente variada, ofrecemos
un abanico de textos que cubre desde estudios geológicos ligados a la
arqueología, trabajos de prospección arqueológica de área y estudios especializados
en algún elemento cultural, hasta el planteamiento de rutas y contactos
culturales con base en el análisis especializado de obsidianas. Con ello se
pone de manifiesto el amplio espectro cronológico y temático de la investigación
arqueológica que se realiza en la actualidad en México.
El primer trabajo consiste en el avance inicial de los resultados de un proyecto
arqueológico de investigación en la Sierra de La Giganta, Baja California
Sur, concentrado en la región de Loreto. Los sitios localizados, y que se encuentran
en proceso de estudio, incluyen campamentos al aire libre o en cuevas,
concheros, lugares con pintura rupestre y sitios con petrograbados.
En esa misma línea de investigación, Luis Alfonso Grave Tirado nos ofrece
información concerniente al reconocimiento arqueológico de superficie realizada
en un área de 230 km, con motivo de la construcción de la nueva carretera
que conectará las ciudades de Durango y Mazatlán, en el noroeste de
México. Para ello el autor recurre a la analogía etnográfica para la interpretación
del dato arqueológico.
Con base en el análisis de cien muestras de obsidiana, Julie Gazzola identifica
las fuentes de abastecimiento de este recurso durante las fases Tzacualli y
Miccautli, a partir de lo cual infiere relaciones de otros lugares desde las fases
tempranas de Teotihuacan.
Por otra parte, en “Contextos funerarios tempranos en Kohunlich”, Sandra
Balanzario y Enrique Nalda aportan valiosa información respecto a las características
arquitectónicas y secuencia constructiva del edificio E-3 de la Plaza Yazná,
todo lo cual sirve de marco para tratar sobre patrones funerarios con
base en uno de los enterramientos localizado en la cámara que remata el basamento.
Además de comparar con elementos culturales semejantes en edificios
más tardíos, los autores proponen cambios estructurales que se justifican
por las diferencias observadas en su análisis comparativo.
El texto más reciente —al parecer el último— escrito por Alejandro Martínez
Muriel, en coautoría con Emilie Carréon, versa en torno a la presencia de un
cráneo humano —al parecer femenino— localizado al centro de la cancha del
juego de pelota en Santa Rosa, Chiapas. Se trata de uno de los pocos —quizá
el único— cráneos encontrados en una cancha de juego de pelota.
La milicia y los pertrechos de guerra empleados en el México del periodo
Posclásico son tema central de dos textos de Alfonso Garduño Arzave, a través
de los cuales dicho autor nos introduce al conocimiento de dos de las más importantes
armas empleadas en contextos bélicos: “las mazas de batalla” y el
macuahuitl, de las que describe sus características respectivas, desarrollo tecnológico
y representación en pintura mural, cerámica y escultura, lo mismo
que en materiales pictográficos e históricos.
El estudio de Óscar Hugo Jiménez gira en torno a la clasificación de las cavidades
localizadas en el Cerro de la Estrella. El análisis permite sugerir al
autor que, de acuerdo con su origen, éstas pueden ser diferenciadas entre naturales,
artificiales y mixtas. Señala que las primeras son resultado de los procesos
geológicos, ya sea de tipo volcánico, pluvial o gravitacional; las artificiales
se originan por la actividad de los habitantes y/o visitantes del área en que se
localizan, y las mixtas son resultado de un proceso natural alterado por actividades
humanas. Se trata de un estudio geomorfológico de base para futuras
interpretaciones con fines antropológicos.
Mediante el apoyo de la geología Adolphus Langenscheidt se enfoca en la
extracción y aprovechamiento del oro en el área mesoamericana, con base en
la identificación de percutores mineros prehispánicos y bateas minerales de
cerámica relacionados con la explotación del metal; al ser localizados en varias
zonas del México prehispánico, ello permite al autor señalar que en dichas zonas
había yacimientos del metal explotados en tiempos precolombinos.
Este número 41 de Arqueología cierra con el texto de Dolores Tenorio y R.
Leonel Cruz Jiménez sobre el estudio de obsidianas colectadas en el sitio arqueológico
Morgadal Grande, en la región de Tajín, Veracruz. Apoyados en el
análisis por activación neutrónica de las muestras de obsidiana, logran identificar
los yacimientos de origen, lo cual les permite plantear algunas posibles rutas
de obsidiana hacia Morgadal, ubicándolos en los periodos históricos correspondientes.
Desde luego, en este número no podrían faltar las secciones de Noticias y
Archivo Técnico.
Reiteramos la invitación a enviar sus aportaciones, para que sus tareas de
investigación puedan darse a conocer a la comunidad académica con mayor rapidez,
y con ello compartan el valioso producto de su trabajo intelectual.</p