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Continuum: el poder del aprendizaje virtual y la Web 2.0 en la formación médica en PediatrÃa. Tres años de experiencia.
Los médicos tienen el compromiso de mantener al dÃa sus competencias y ser crÃticos
en su ejercicio profesional. Internet ha supuesto una revolución en la distribución de
información y conocimiento. Las sociedades cientÃficas tienen la responsabilidad de responder
a las necesidades de formación de quienes representan, diseñar estrategias para enlazar
formación y práctica médica, y brindar una atención óptima a la población. Se presenta la
experiencia de Continuum, plataforma de formación diseñada ad hoc por la Asociación Española
de PediatrÃa, que partiendo del Curriculum Global de Educación Pediátrica (GPEC) promueve
una formación basada en competencias, sitúa al alumno (pregrado, posgrado, profesionales en
ejercicio) en el centro del proceso de enseñanza-aprendizaje y establece una relación directa
entre las competencias requeridas (conocimientos, habilidades y actitudes) y los contenidos de
formación.
Entre las actividades formativas desarrolladas en Continuum, cabe citar: cursos de formación
y actividades individuales agrupadas en distintas secciones (Imagen de la semana, Casos
clÃnicos interactivos, Novedades bibliográficas, ArtÃculo destacado, PÃldoras formativas, Herramientas
para la consulta). En este artÃculo exponemos las señas de identidad y las fortalezas
de Continuum, el portal de formación en PediatrÃa de la Asociación Española de PediatrÃa, y la
experiencia adquirida en los 3 años de andadurapost-print308 K
Autistic spectrum disorders. Early detection, screening tools
El término trastornos del espectro autista (TEA) agrupa cinco cuadros clÃnicos según el DSM-IV-TR, ocho si seguimos la Clasificación CIE-10 de la Organización Mundial de la Salud. Todos ellos se caracterizan por dificultades cualitativas de interacción social, con falta de empatÃa y reciprocidad social, incapacidad para reconocer y responder a gestos y expresiones, dificultades en la comunicación y falta de flexibilidad en razonamientos y comportamientos, con un repertorio restringido, estereotipado y repetitivo de actividades e intereses. Se trata de un trastorno prevalente, que predomina en varones y cuyos sÃntomas por lo general son evidentes entre los 18 y los 24 meses de edad; pese a ello es habitual que ocurra retraso en el diagnóstico. Desde Atención Primaria se ha de promover una intervención precoz mediante la vigilancia longitudinal del DPM, la realización de cribado sistemático entre los 18-24 meses de edad (M-CHAT) y considerando especialmente las preocupaciones expresadas por los padres como importante signo de alarma. El diagnóstico definitivo será llevado a cabo por un equipo multidisciplinar experto en los TEA que emplearán herramientas diagnósticas más especÃficas como ADI-R y ADOS. Existe evidencia de que las intervenciones son más efectivas cuando se inician precozmente, entre los 2 y los 4 años de edad. Además de lo anterior se han de atender los problemas médicos asociados, conocer las intervenciones farmacológicas y no farmacológicas para los comportamientos problemáticos y ofrecer formación y apoyo a las familias, las cuales han de conocer la existencia de terapias controvertidas, no sustentadas en evidencias cientÃficas, a fin de que actúen con cautela frente a las mismas.
The term, autistic spectrum disorder (ASD) groups 5 clinical conditions according to the DSM-IV-TR, eight if we follow the ICD-10 Classification of the World Health Organisation.
All of them are characterised by qualitative social interaction difficulties, with lack of empathy and social reciprocity, inability to recognise and respond to gestures or expressions, communication difficulties, lack of flexibility in reasoning and behaviour, with a restricted, stereotyped and repetitive activities and interests.
It is a prevalent disorder, which predominates in males and the symptoms are gene-rally evident between 18 and 24 months of age, this being a reason for the delay in diagnosis. An early intervention program must be introduced to monitor PSD over the longterm, performing systematic screening between 18-24 months of age ( M-CHAT) and in particular, taking into account the concerns expressed by the parents as an important sign of alarm. The definitive diagnosis will be made by a multidisciplinary team expert in ASD, who will use more specific diagnostic tools like ADI-R and ADOS. There is evidence that interventions are more effective when started early, between 2 and 4 years of age. As well as all this, the associated medical problems have to be attended to. We must know the pharmacological and non-pharmacological interventions for problematic behaviours, and offer training and support ,to the families, who should be aware of controversial treatments, not supported by scientific evidence, so that they may act with caution with those.S