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Influencia de la música tradicional otavaleña en la promoción turística del cantón
Analizar la influencia que ha tenido la música tradicional otavaleña en la
promoción turística de la ciudad.La presente investigación se realizó con el fin de analizar la influencia que ha tenido la música tradicional otavaleña en la promoción turística de la ciudad; para lo cual fue necesario cumplir con los siguientes objetivos: Identificar los grupos musicales tradicionales influyentes en la ciudad de Otavalo, determinar la presencia promocional de Otavalo a nivel nacional e internacional por efecto de la música tradicional y conocer las preferencias de la música tradicional de los turistas que llegan a la ciudad. Este trabajo se cimentó en una investigación documental y de campo con la utilización de técnicas como: la entrevista, encuesta y fichas de web de monitoreo, lo que permitió el cumplimiento de los objetivos planteados. Las encuestas, dentro del proceso investigativo, se aplicaron a una muestra con una población de 384 turistas, las mismas que se dividieron en 142 para visitantes nacionales, y 242 para visitantes internacionales, asimismo, se realizó las entrevistas a los representantes de los grupos de música tradicional más influyentes. Con los resultados obtenidos se evidencia y analiza que los grupos de música tradicional tanto históricos como actuales, no tienen un apoyo adecuado por las autoridades e instituciones encargadas del contexto cultural dentro del cantón, así como también, se evidencia un alto grado de aceptación del turista, tanto nacional como internacional por este tipo de música otavaleña, pero, no distinguen o desconocen a los grupos musicales, cabe indicar que actualmente, la mayoría de intérpretes y agrupaciones de este tipo de música, practican este arte sin perder el estilo tradicional, pero con un toque cada vez más moderno.Ingenierí
Cuentos de nunca acabar. Aproximaciones desde la interculturalidad
Cuentos de nunca acabar. Aproximaciones desde la interculturalidad, surge después de la pandemia y su imposibilidad de socializar “en persona” con los compañeros de eventuales encuentros, porque la Comprensión Lectora tenía que reinventarse para su nueva reflexión cognitiva, adaptación contextual y reconstrucción del conocimiento. Este renovado enfoque de la realidad postpandemia, concebido en el marco de la educación intercultural comunitaria, busca potencializar los entornos naturales, sociales y culturales como recursos de aprendizaje multidisciplinario a través del lenguaje animado de los cuentos. En este marco, había que dinamizar la asignatura de Comunicación Oral y Escrita, que se dicta en los Primeros Niveles de los Centros de Apoyo de Otavalo, Cayambe, Latacunga y Riobamba, mediante un eje transversal donde los estudiantes escriban fundamentados en valores de la cosmovisión andina, considerando que provienen de varios lugares de la sierra y amazonía ecuatoriana.
Todo surgió del encuentro presencial de un sábado cualquiera donde los estudiantes realizaban ejercicios narrativos, logrando una apreciable respuesta de imaginación, más emotiva que la clásica tarea de las Unidades, tanto así que, pasados unos días, seguían llegando sus escritos a mi correo. Entonces nos pusimos manos a la obra, cada estudiante tendría dos opciones como Actividad Integradora, la primera consistía en escribir un cuento de su propia inspiración, y la segunda analizar un clásico para comentar sus valores y antivalores. La mayor parte de estudiantes decidió escribir su propio cuento, de donde se escogieron algunas participaciones que podrían considerarse originales, para una edición que, respetando la transcripción de la tradición oral que prima en los sectores comunitarios, nos concretamos en revisar la puntuación y ortografía para publicarlos. Con esto buscamos innovar la Actividad Integradora, por algo más práctico y operativo para configurar los Objetos de Aprendizaje que buscamos. Así nació, en medio del camino, este libro de Cuentos de nunca acabar. Aproximaciones desde la interculturalidad, que ponemos en sus manos.
Hernán Hermosa Mantilla Quito, junio de 202