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    Antibióticos vs. resistencia bacteriana

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    La resistencia bacteriana a los antibióticos es un problema de salud mundial que se encuentra en constante evolución. De manera frecuente se reportan nuevos mecanismos de resistencia bacteriana a los antibióticos, tanto en bacterias gram negativas como en gram positivas. La presencia de resistencia en una bacteria causante de infección disminuye las posibilidades de obtener la curación clínica y la erradicación bacteriológica e incrementa los costos del tratamiento, la morbilidad y la mortalidad; por lo que es importante seleccionar el tratamiento adecuado. Uno de los aspectos que más preocupa a los médicos en el diagnóstico y tratamiento de una infección es la llamada resistencia adquirida, la cual ocurre en una bacteria inicialmente sensible a los antibióticos, por cambios, mutaciones o la adquisición de genes de resistencia durante el fenómeno de transferencia genética lateral, proceso por medio del cual un organismo transfiere material genético a otra célula que no es descendiente. La resistencia bacteriana adquirida a los antibióticos puede ser de distintos tipos, dependiendo de la presión selectiva, las mutaciones o la transferencia de genes de resistencia. Las definiciones de resistencia se clasifican según el número y clase de antibióticos afectados. La multirresistencia (Multiple Drug Resistance, MDR) se define como la ausencia de sensibilidad a, por lo menos, un fármaco en tres o más de las categorías de antibióticos; la resistencia extrema (Extensively Drug-Resistant, XDR) se refiere a la ausencia de sensibilidad a, por lo menos, un agente en todas las categorías de antimicrobianos, excepto en dos de ellas o menos, y la resistencia a todos los antimicrobianos se define como resistencia a todas las categorías de antibióticos. (1) Los mecanismos de resistencia dependen del tipo de bacteria que los desarrollen. Las bacterias gram positivas que producen con más frecuencias infecciones en humanos y que por consiguiente han logrado desarrollar mecanismos de resistencia, son, en su mayoría: estafilococos, estreptococos (incluidos neumococos) y enterococos. Por otra parte, resaltan los mecanismos de resistencia de cepas de Streptococcus pneumoniae, y de los estreptococos betahemolítico y del grupo viridans. Entre los bacilos gramnegativos no fermentadores, las cepas de Pseudomonas aeruginosa siguen siendo la causa principal de bacteriemias, aunque también hay proliferación de infecciones por cepas de Acinetobacter spp. (2) Existen varias opciones para tratar infecciones por bacterias grampositivas; sin embargo la situación terapéutica no es igual para las infecciones por enterobacterias y por bacilos gramnegativos no fermentadores. La industria farmacéutica ha visto casi agotada su capacidad de introducir nuevos fármacos antibacterianos por los altos costos de investigación y la escasa recuperación de la inversión. (2) A pesar de estos inconvenientes se han desarrollado nuevos antibióticos, por ejemplo para el tratamiento de infecciones por cepas de Staphylococcus aureus resistente a meticilina. Junto a la vancomicina y teicoplanina se ha incorporado el linezolid, antibiótico totalmente sintético confeccionado a medida para estas infecciones. Presenta un mecanismo de acción novedoso mediante el cual interfiere en la síntesis de proteínas a nivel ribosómico, e impide la incorporación del primer ARN transportador, la formilmetionina. Algunos estudios han mostrado que el linezolid es mejor que la vancomicina para el tratamiento de infecciones estafilocócicas. Actualmente se encuentran en la fase tres de investigación clínica varios fármacos antiestafilocócicos, tales como la dalbavancina, que es un glucopéptido semisintético parenteral con el mismo mecanismo de acción que la vancomicina y teicoplanina, pero con actividad bactericida (CIM 0,5 a 2 mg/l). Su característica relevante es una larga vida media que permite administrar una sola dosis semanal. La daptomicina es un lipopéptido cíclico, también bactericida, con un mecanismo único por medio del cual altera la membrana citoplasmática en presencia de concentraciones fisiológicas de catión calcio. Por ello, no presenta resistencia cruzada con los glucopéptidos. Se han publicado casos de fracaso de tratamiento en estudios en fase tres, en casos de tromboflebitis séptica y osteomielitis, por lo que debe observarse cuidadosamente su eficacia in vitro; no puede usarse para tratar neumonías, porque el surfactante pulmonar lo inactiva. El ceftobiprole es una cefalosporina de cuarta generación, semisintética, oral, con alta afinidad por la PBP 2a de las cepas de Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SAMR), pero los resultados de su empleo todavía son preliminares. (2, 3) Otro enfoque actual en el enfrentamiento a la problemática de la resistencia bacteriana viene dado por el empleo de los avances en genética. El desarrollo de nuevas herramientas moleculares de la genómica y proteómica permite conocer de forma más detallada la fisiología y estructura de las bacterias y los mecanismos de resistencia a los antibióticos. En principio, estos estudios hacen posible identificar nuevos blancos farmacológicos y diseñar antibióticos específicos para suministrar tratamientos más certeros que combatan las infecciones producidas por bacterias. Además, con estos avances es posible la identificación rápida de genes que confieren la resistencia a los antibióticos y el reconocimiento de estructuras genéticas complejas que intervienen en la diseminación de los genes que producen la multirresistencia. Sin embargo, aún estos avances no están dando los resultados que necesita con urgencia la práctica clínica. En los últimos días los medios de comunicación se han hecho eco del posible desarrollo de un revolucionario antibiótico, basado en la teixobactina como principio activo. Los primeros estudios realizados en animales de laboratorio muestran resultados prometedores, ha demostrado ser eficaz para destruir diferentes microorganismos, entre ellos estafilococos resistentes a la meticilina y Streptococcus pneumoniae. La teixobactina actúa a nivel de la pared celular de las bacterias, inhibiendo la síntesis de los peptidoglucanos que dan fortaleza a la pared celular, similar a como lo hacen los antibióticos betalactámicos, pero con la gran diferencia de que la molécula diana es un lípido, en lugar de una proteína. Adicionalmente, la teixobactina puede unirse a diferentes dianas, ninguna de las cuales es una proteína. Las resistencias de las bacterias a los antibióticos se desarrollan con más facilidad cuando el mismo actúa sobre una proteína, esta característica del mecanismo de acción de la teixobactina podría dificultar el desarrollo de resistencias. (4) Hay que esperar los resultados de los ensayos clínicos en humanos antes de lanzar las campanas al viento. Si se confirman los resultados obtenidos en animales y no se reportan efectos secundarios graves, es posible que éste sea un fármaco de punta en la lucha contra las bacterias más resistentes, pero para ello habrá que esperar hasta alrededor del año 2020, según las previsiones más optimistas. Por el momento, siguen siendo la correcta prescripción médica de los antibióticos y la educación de todos acerca del uso adecuado de los mismos, las mejores herramientas para enfrentar la creciente resistencia bacterian

    Current trends in scientific journals, the way forward

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    Formulation of the problem, essential aspect for the success of scientific research

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    Reflections on how to write the introduction to a scientific research paper

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    Errores innatos del metabolismo

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    Los errores innatos del metabolismo (EIM), o enfermedades metabólicas congénitas, pueden servir como un referente para señalar la importancia de unir, de utilizar como un todo, el método clínico y los avances tecnológicos. Los EIM se definen como trastornos bioquímicos en la estructura y/o función de proteínas, originados de forma genética, por mutaciones a nivel del ADN. Con mucha frecuencia son monogénicas y de herencia autosómica recesiva. Se calcula que existen más de 700 EIM. A pesar de tratarse de enfermedades genéticas, sólo un número limitado se manifiesta en el recién nacido o en la primera infancia, algunos autores señalan que menos del 50 %. En ocasiones no se hacen patentes hasta la edad adulta. El diagnóstico preciso de los errores innatos del metabolismo en edades tempranas de la vida es esencial para el éxito de los tratamientos, en los casos posibles; así como, para la buena atención médica y psicosocial de los pacientes y familiares. Además, es una premisa para el adecuado asesoramiento genético. (1)En el país, gracias al mejoramiento tecnológico que progresivamente se va alcanzando, están establecidos programas de seguimiento genético del embarazo, lo que constituye una fortaleza para el diagnóstico de los EIM. Sin embargo, las propias características de estas enfermedades hacen que en muchas ocasiones no sea posible su detección temprana.Los EIM constituyen causa de muertes prematuras, severos trastornos neurológicos, retraso mental y, en general, una mala calidad de vida. El análisis bioquímico constituye la base del diagnóstico de estas enfermedades, pero el punto de partida debe estar en la hipótesis diagnóstica, formulada sobre la base de los signos y síntomas clínicos de alarma, que luego deben ser evaluados genéticamente. En resumen, se trata de aplicar adecuadamente el método clínico. Es preciso, y como parte del método clínico, validar la información que se va obteniendo por los medios y pruebas de laboratorio más precisas, campo en el que el desarrollo tecnológico actual muestra considerables avances. La colaboración interdisciplinaria, entre pediatras, genetistas, endocrinólogos, bioquímicos y otros, debe estar siempre presente. En la literatura científica existen numerosos ejemplos de éxitos en el diagnóstico de EIM, y hasta propuestas de algoritmos de cómo proceder para ello. (1, 2)Estas enfermedades se pueden clasificar en tres grandes grupos, de acuerdo a su fisiología y función afectada. En esta clasificación, el grupo I involucra la síntesis y depósito de moléculas complejas; el grupo II, alteraciones que provocan intoxicación aguda y progresiva; y el grupo III, defectos en la síntesis y/o utilización de energía. La propia clasificación deja claro que existirán signos y síntomas clínicos de alarma, que podrán ser utilizados en el diagnóstico clínico. (3)Ejemplo de lo antes señalado puede ser el diagnóstico de los EIM de las purinas. Se han descrito 27 defectos en el metabolismo de las purinas y pirimidinas, con una gran variedad de sintomatologías, que van, desde inmunodeficiencias, hasta trastornos neurológicos, anemia, retraso del crecimiento, artritis, e incluso, cáncer. El ácido úrico es el producto final en el metabolismo de las purinas. Las concentraciones de ácido úrico en el plasma y la orina, fuera de los intervalos de referencia, pueden orientar hacia defectos en el metabolismo purínico. La pesquisa de perfiles anormales para las purinas debe realizarse en cada individuo que presente: problema renal de origen desconocido, retardo mental con manifestaciones neurológicas, retardo del crecimiento, infecciones recurrentes, automutilación, inmunodeficiencias de origen desconocido, anemia hemolítica inexplicable, artritis gotosa, reacciones adversas a fármacos análogos de las purinas y factores de riesgo de historia familiar y consanguinidad. Si los niveles del ácido úrico son elevados, se debe descartar si hay un problema renal o verificar si se está produciendo la destrucción masiva de tejidos en el cuerpo. También es preciso conocer las características de la dieta del paciente; los niveles altos de ácido úrico pueden ser de causa exógena, por la ingesta de alimentos particularmente ricos en nucleoproteínas, como carnes rojas, vísceras de animales, embutidos, mariscos, frutos secos, etc. (4) Existen otros muchos ejemplos de diagnóstico y tratamiento de los EIM, donde el empleo de las hipótesis de diagnóstico clínico es complementado con la utilización adecuada de novedosas tecnologías. (2, 3)La fenilcetonuria (PKU, por sus siglas en inglés), es una enfermedad que se reporta con cierta frecuencia, está bien descrita en la literatura, como un error innato del metabolismo, autosómico recesivo, atribuible a la deficiencia de la enzima fenilalanina-hidroxilasa (PAH), con una prevalencia que difiere en las distintas poblaciones y va de 1:2,600 en población turca, 1:10,000 en población caucásica y hasta de 1:200,000 en judíos Ashkenazi. El 98 % de los casos se debe a mutaciones patogénicas en el gen PAH, de las que se han descrito más de 550. Alrededor del 80 % de estas mutaciones son del tipo puntual, que cambian el aminoácido, generan un codón de paro prematuro o afectan a los sitios, donador o aceptor, de empalme y que se ubican en los intrones. (5) Todo este conocimiento es el resultado del desarrollo alcanzado por especialidades entre las que resalta la genética.La unidad del empleo certero del método clínico, con los avances tecnológicos, abre las puertas a nuevas opciones terapéuticas, al diagnóstico prenatal y a la prevención y/o mejor manejo de estas enfermedades, en la medida de lo posible, partiendo del adecuado asesoramiento genético en familias con perfiles de riesgo.En la Revista Electrónica “Dr. Zoilo E. Marinello Vidaurreta” se han publicado varios trabajos, donde se muestra el empleo adecuado del método clínico y se hacen llamados al rescate del mismo. Por otro lado, se publican con cierta frecuencia resultados del estudio genético de diferentes enfermedades existentes en la población tunera. En la medida que continúen los avances del sistema nacional de salud, debe ser más frecuente la publicación de artículos, donde esté explicita la unión existente del método clínico y los avances tecnológicos.</p

    Metabolismo de fármacos y lesión hepática

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    Los medicamentos han cambiado la forma de tratar las enfermedades y diferentes estados de salud alterados. Sin embargo, pese a todas las ventajas que ofrecen, cada vez existen más conocimientos acerca de las reacciones adversas que pueden causar. La aprobación de un fármaco para su comercialización no significa que su relación riesgo/beneficio está establecida de manera definitiva; indica que su eficacia ha sido demostrada y que los efectos adversos detectados hasta su aprobación son aceptables, con relación al tipo de afección al que se destina. El hígado es el principal responsable del metabolismo de los fármacos, nutrientes y otras sustancias. El consumo de medicamentos puede inducir daños en este órgano; la hepatotoxicidad provocada es causa de lesiones y hasta insuficiencia hepática aguda. (1) En la literatura se refiere que la hepatotoxicidad secundaria al consumo de fármacos tiene una incidencia relativamente alta, entre 1/10000 y 1/100000 medicamentos prescriptos, (2) aunque se reconoce que respecto a este tema existen subregistros que no permiten precisar la magnitud del problema. La inducción de una lesión hepática es una complicación potencial ante cualquier tratamiento farmacológico. Históricamente, este problema ha representado la principal causa de retiro del mercado, a escala mundial, de varios fármacos y es la reacción adversa causante del abandono en el desarrollo de nuevos medicamentos. En muestras representativas de pacientes con insuficiencia hepática aguda se ha encontrado algún vínculo con la ingestión de fármacos; muchos de estos pacientes requieren tratamiento adicional para el daño hepático, el cual puede llegar en casos extremos a necesitar el trasplante del órgano. (2) Existen dos tipos de reacciones relacionadas con la toxicidad hepática originada por medicamentos, intrínseca o idiosincrática. La intrínseca, debida a la dosis de los fármacos, es predecible, reproducible, y representa el menor porcentaje. Los fármacos que ocasionan lesión hepática de forma intrínseca pueden actuar directamente sobre el hepatocito, o a través de algún compuesto tóxico generado durante su metabolismo; ejemplos de ello son el paracetamol, ácido acetilsalicílico y muchos de sus derivados. Por otra parte, la hepatotoxicidad idiosincrática es aquella que ocurre de forma impredecible y no depende de la dosis del fármaco, ésta tiene mayor incidencia. Ejemplos de medicamentos que provocan esta hepatotoxicidad son: ácido valproico, alopurinol, amiodarona, bupropión, captopril, carbamazepina, ciclofosfamida, ciproheptadina, clindamicina, clotrimazol, diclofenaco, enalapril, estatinas, fenitoína, fenobarbital, fluoxetina, flutamida, glibenclamida, ibuprofeno, isoniazida, ketoconazol, lisinopril, losartán, metotrexate, nefazodona, nevirapina, nitrofurantoína, paroxetina, pirazinamida, quinolonas, rifampicina, risperidona, ritonavir, sertralina, sulfonamidas, tetraciclina, trazodona, troglitazona, verapamil, entre muchos otros. (1, 3) Se proponen diferentes mecanismos causantes de lesión hepatocelular: la alteración de la homeostasis del calcio intracelular, que conduce al desarreglo de las fibrillas de actina existentes en la superficie del hepatocito, modificando la membrana celular, con posterior rotura y lisis; interrupción de los filamentos cerca de los canalículos, con la rotura de éstos y reducción en la excreción biliar, fenómeno que también puede estar asociado a la interrupción del transporte de bilis por las bombas proteicas; reacciones que involucran al sistema del citocromo P-450, al generar reacciones de alta energía que producen enlaces covalentes fármaco-enzima, creando complejos proteicos no funcionales que migran hacia la superficie de la célula y son inmunogénicos, convirtiéndose en blanco de las células T citolíticas y de las citosinas; algunos fármacos inhiben la función mitocondrial por efecto en la beta-oxidación de los ácidos grasos y en la cadena de enzimas de la respiración celular, lo que genera acumulación de lactato y formas reactivas de oxígeno. (2, 3) Las lesiones hepáticas inducidas por medicamentos suelen ser reversibles en la mayoría de los casos. La hepatotoxicidad se alivia espontáneamente al suspender el fármaco que la provocó, con disminución de la ictericia en un intervalo que suele oscilar entre las siguientes una a ocho semanas; sin embargo, las concentraciones de enzimas hepáticas regresan a valores normales en un periodo mucho mayor, que puede llegar hasta aproximadamente cuatro meses. (2) La hepatotoxicidad puede estar incrementada en los casos de los pacientes con polifarmacia, fenómeno más común en la población de la tercera edad, factores estos que agravan los daños y hacen más complejo el tratamiento y recuperación de los pacientes. En los últimos años, la provincia Las Tunas ha resaltado por el envejecimiento poblacional, en muchas ocasiones asociados a problemas de salud como la hipertensión arterial, diabetes, osteoporosis, cáncer, aparición de infecciones, entre otras. (4) El tratamiento de estas afecciones conlleva al consumo sistemático de medicamentos, por grandes períodos de tiempo, con los riesgos referidos anteriormente. En muchos casos los problemas de salud tienen en su génesis una importante componente relacionada con la práctica de estilos de vida poco saludables, por ende fueron evitables, al menos en la intensidad de su presentación. En este sentido es necesario continuar insistiendo en la realización de actividades de promoción de salud para un estilo de vida saludable; temas como la alimentación sana y la práctica sistemática de actividad física, continúan requiriendo de la máxima atención desde el nivel primario de salud y para toda la población. Otros aspectos a tener presente son: el elevado consumo de medicamentos por la población en general, la automedicación y el no apego a los tratamientos indicados por los especialistas. Uno de los artículos originales de este número aborda el tema, al referirse al tratamiento no farmacológico de la hipertensión arterial. En otro artículo, se describen las principales sustancias activas en la droga cruda, extractos, alcohólico y acuoso, de la planta Adiantum capillus veneris L. (culantrillo de pozo), contribuyendo así al incremento de conocimientos sobre la misma, premisa para su uso adecuado, desde una base científica, que minimice cualquier efecto adverso, también presente en la fitoterapia y de los cuales existen escasos reportes en la literatur

    ¿Es necesario conocer el proceso de diseño de fármacos antes de su prescripción?

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    La búsqueda y desarrollo de un nuevo medicamento son dos fases que condicionan lograr un producto útil en la terapéutica. La búsqueda comprende toda la fase que permita asegurar que el compuesto propuesto tiene un perfil deseable de actividad; comprende desde la síntesis, el aislamiento de la fuente natural, o la obtención biotecnológica y toda la fase preclínica, incluida la toxicología; garantizando que el compuesto es aceptable, en cuanto a eficacia y seguridad, para su ensayo en seres humanos. Se estima que esta fase puede necesitar para su ejecución hasta unos seis años, en dependencia de las condiciones tecnológicas existentes. La segunda fase, desarrollo del fármaco, comprende los estudios clínicos y el registro farmacéutico y puede durar otros seis años, extendiendo todo el proceso a unos 12 años, siempre condicionado por la infraestructura tecnológica y disponibilidad de recursos del país donde se desarrolle. El costo suele estar por los cien o más millones de dólares por cada nuevo medicamento que salga al mercado. Lo más alarmante es que sólo una de cada 10 000 moléculas ensayadas pasa a la fase de desarrollo; de ellas, una de cada 100 000 supera los ensayos clínicos y logra registrarse y sólo tres de cada diez nuevos medicamentos registrados recupera su inversión inicial. Por tal motivo, el diseño racional de fármacos constituye una herramienta casi indispensable en el desarrollo actual de nuevos medicamentos, contribuyendo a un aumento de las posibilidades de éxito y a un decrecimiento sustancial de los costos. (1, 2) El desarrollo de medicamentos cada vez más seguros, adecuados y efectivos en el tratamiento de enfermedades, es una tarea que requiere del esfuerzo coordinado e inteligente de un elevado número de profesionales de distinta formación.Si se conoce la base biológica de una enfermedad o de un desarreglo metabólico, es posible diseñar un medicamento, utilizando un mecanismo de aproximación al proceso patológico. Cuando se conoce este proceso en su base molecular y se pueden definir las moléculas implicadas en el mismo, es posible diseñar medicamentos que interactúen con la molécula responsable, de tal forma que la modifique y con ello la patología. Lo primero sería definir la base molecular del proceso patológico, para lo cual es preciso conocer los diversos pasos implicados en lo fisiológico que conlleva la realización de una función normal y el conocimiento de qué paso, exactamente, es el que está alterado en la situación patológica. La lectura del genoma humano significó un salto de avance en este sentido, constituyendo un referente para el auge de la medicina a nivel molecular. A pesar de la declarada complejidad, rigurosidad y costos de la producción de medicamentos, que una vez registrados cuentan con una detallada ficha técnica con toda la información necesaria para los profesionales, y el tradicional prospecto para los pacientes, existen profesionales que prescriben medicamentos que obvian esta información, o al menos no siguen lo establecido en ellas. Modifican las dosis, irrespetando todos los resultados de las minuciosas investigaciones de la farmacodinámica y la farmacocinética realizadas a esos medicamentos. En ocasiones pueden hasta pretender indicar el medicamento en una afección para la cual no ha sido aprobado, desconociendo las más elementales reglas éticas que rigen la experimentación en humanos y las regulaciones del sistema de salud cubano, que cuenta con un órgano rector para los ensayos clínicos. Afortunadamente, en las unidades organizativas del sistema de salud existen órganos asesores, consejos científicos y comités de ética de la investigación, que tienen la función de evitar que estas cosas ocurran. En este sentido es necesario abordar el tema de la formación de los profesionales médicos. Los programas de estudio actuales de la farmacología no disponen del fondo de tiempo necesario para profundizar conceptos básicos que permitan comprender aspectos medulares de farmacodinámica y farmacocinética, igual ocurre con los contenidos relacionados con el proceso de búsqueda y síntesis de nuevos fármacos, la experimentación con medicamentos y los ensayos clínicos. No todo este bagaje de conocimientos puede quedar para la formación posgraduada. Diseño de fármacos por métodos tradicionales Se centran en el descubrimiento de nuevos compuestos considerados como líderes o cabezas de serie, y su posterior variación estructural. En la búsqueda del cabeza de serie se pueden aplicar varios métodos, como: el empleo de productos activos presentes en drogas utilizadas en la medicina tradicional o el estudio de nuevos compuestos obtenidos por síntesis química o biotecnología. Ambos métodos requieren de la existencia previa de una amplia batería de ensayos biológicos cuidadosamente diseñados, que permitan determinar con rapidez y de manera inequívoca la actividad biológica de los nuevos compuestos. Una vez encontrada y definida la cabeza de serie se hace necesario la exploración de la serie por modulación de su estructura con el fin de encontrar un producto mejor. El objetivo que se propone es encontrar nuevos y mejores medicamentos con superior actividad, mejor biodisponibilidad, menor toxicidad y mínimas reacciones secundarias. (3, 4) Diseño de fármacos asistido por computadoras Existen numerosos métodos experimentales para determinar la estructura molecular de una sustancia, donde predomina la difracción de rayos X y otras varias técnicas espectroscópicas. Con el desarrollo alcanzado por la computación y la química computacional, la modelación de estructuras moleculares constituye complemento de estos métodos, capaces de generar datos con una amplia aplicación en la investigación experimental, tanto para la interpretación de los resultados obtenidos como la planificación de futuros, así como para deducir información no asequible experimentalmente. En especial se han desarrollado los métodos asistidos por computadoras que relacionan la estructura química con la actividad biológica, que suelen dividirse en dos grandes categorías: los métodos Structure-Activity Relationship (SAR) y Quantitative Structure-Activity Relationship (QSAR). SAR. Para el desarrollo de nuevos fármacos por estas vías es necesario determinar las características estructurales que garanticen se logre la unión al receptor. Existen dos formas fundamentales para ello, dependiendo de si se conoce, o no, la estructura del receptor. El conocimiento de la estructura del receptor simplifica el estudio de identificación del farmacóforo. En la actualidad existen bancos de datos de estructuras tridimensionales de macromoléculas biológicas, obtenidos por difracción de rayos X y otras técnicas experimentales. Esto permite construir o diseñar nuevas estructuras que intencionalmente se inserten y ajusten de forma exacta al receptor, siendo fuente interesante de generación de nuevas entidades farmacológicamente activas. En el segundo caso, el trabajo está destinado a la búsqueda de las secuencias en la estructura química de múltiples ligandos que se unan a un mismo receptor. Para esto se utilizan una serie de programas que permiten la visualización tridimensional de las estructuras en esta serie, con una variación sistemática de la estructura química de los ligandos, así se llegan a identificar aquellas regiones de la moléculas que son indispensables para la actividad, y aquellas que pueden ser sustituidas con variaciones pequeñas que mejoren las características del potencial fármaco. QSAR. Para realizar un estudio de este tipo es necesario que la actividad biológica del fármaco, producto de su interacción con el receptor, sea una función de las características estructurales de la molécula. Además, que existan propiedades globales (hidrofobicidad, carga neta, solubilidad, entre otras) y locales (distribución de la hidrofobicidad, carga, volumen en determinadas posiciones, etc.) que puedan ser cuantificadas mediante ciertos parámetros. Existirá una función matemática que relacione los cambios de actividad biológica con los cambios en las propiedades globales y locales, aunque puede ser que no sea sencillo ni evidente obtenerla. Tradicionalmente se realiza el tratamiento estadístico de los datos por métodos multivariados. En ellos se valora la actividad biológica como variable dependiente del conjunto de descriptores moleculares. Como resultado de ésto se obtienen modelos que describen la actividad biológica como una determinada función matemática de los descriptores moleculares, que pueden ser estructurales o químico-físicos. Estos modelos adquieren un carácter predictivo que inducen a la síntesis del posible nuevo fármaco. (3-4) Los profesionales que prescriben medicamentos no tienen que ser expertos en el diseño de los mismos, pero sí deben estar conscientes de la complejidad y el alto rigor científico de estos procesos, comprender que los resultados de estudios de estabilidad de las diferentes formulaciones, biodisponibilidad, la farmacocinética y farmacodinámica, permiten elaborar la ficha técnica con todas las especificicaciones para su indicación, la cual es preciso que si conozcan bien. No respetar esta información en el momento de la prescripción puede conllevar al fracaso terapeútico, sin que el fármaco o el paciente sean los verdaderos responsables. Además, es preciso recordar que los medicamentos son metabolizados por el organismo y suelen tener efectos no deseados, los cuales se acentúan con dosis o intervalos de dosificación modificados respecto a lo establecido. De más está decir la necesidad constante de buscar información científica al respecto; aquí existe otra fortaleza en el sistema de salud cubano, la red Infomed, con una gran variedad de servicios que permiten el acceso a poderosas bases de datos especializadas en temas biomédicos. A la universidad médica le debe corresponder garantizar la formación de profesionales con más conocimientos, que dominen la farmacología y tengan las bases para comprender mejor una medicina que cada vez va más a los niveles moleculares y celulares.</p

    About inclusion of the journal of medical sciences of Las Tunas in a recent bibliometric study published in Medisur

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    Reconocimiento a la Atención Primaria de Salud

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    El presente número de nuestra revista constituye un reconocimiento necesario a la Atención Primaria de Salud (APS), estandarte del sistema de salud cubano, referente a nivel mundial. Son muchos los disímiles trabajos que se realizan desde la APS, imposibles de quedar ejemplificados en el muy limitado espacio que ofrece un número de la revista. Esta edición es sin dudas, especial, para ello se han escogido los resultados investigativos de variados trabajos, realizados desde la perspectiva de diferentes especialidades médicas, en diferentes escenarios, incluida la colaboración médica con países hermanos, pero todos con el denominador común de tributar a la Atención Primaria de Salud. Esperamos que estos artículos aporten relevantes conocimientos a nuestros lectores y se conviertan en referentes de sus trabajos investigativos. El número se confeccionó en los días que ambientaban el desarrollo de la Jornada Científica Provincial de Medicina Familiar, espacio de socialización de resultados científicos obtenidos en la APS. El comité editorial de la revista participó en las sesiones de trabajo del evento, reconociendo la calidad en el desarrollo del mismo y quedando en espera de que muchos de esos trabajos originales se divulguen a la comunidad en forma de artículos científico

    Call for papers for the "DivulgaT" contest on biomedical research

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