Gestión de la convivencia y solución de conflictos en centros educativos

El incremento de la conflictividad y violencia dentro de los centros educativos exige nuevas formas de concebir y gestionar su convivencia. La enseñanza de técnicas de solución de conflictos, los centros de mediación y las sanciones tradicionales han manifestado sus limitaciones para reducir la cantidad, calidad y tipos de conflictos violentos así como los problemas de disciplina. Con el fin de hacer frente a esta problemática surge la necesidad de gestionar la convivencia en los centros educativos sobre la base de un nuevo concepto de persona centrado en las relaciones. La exigencia y el derecho de las actuales generaciones a ser escuchados conlleva la simetría de las relaciones, el ejercicio del poder es un tema candente y requiere un ejercicio cuidadoso si pretendemos formar ciudadanos autónomos, agentes y responsables. Necesitamos recuperar a la otra persona como digna de respeto, necesitamos la escuela comunidad que ofrezca seguridad física y psicológica a sus miembros y necesitamos que se aprenda que mis límites a la libertad están en los derechos de la otra persona de ser libre. El conflicto como oportunidad para el aprendizaje, social y cognitivo, requiere otro concepto de persona, la persona que se forma en la interacción, cambiante según los contextos y necesitada de la colaboración de las demás para existir. La gestión de la convivencia requiere un liderazgo transformativo, un ideario de centro que transmita una mística que dé coherencia a los valores fundamentalmente como el respeto y que éste se haga presente en las relaciones cotidianas en el aula. En este contexto la mediación como gestión de conflictos resulta una herramienta eficaz que potencia los cambios en esta dirección

Revista iberoamericana de educación

Resumen basado en la publicaciónNúmero especial que acompaña al monográfico "Didáctica de la Lengua y la Literatura"El incremento de la conflictividad y violencia dentro de los centros educativos exige nuevas formas de concebir y gestionar su convivencia. Con el fin de hacer frente a esta problemática surge la necesidad de gestionar la convivencia en los centros educativos sobre la base de un nuevo concepto de persona centrado en las relaciones. La exigencia y el derecho de las actuales generaciones a ser escuchados conlleva la simetría de las relaciones, el ejercicio del poder es un tema candente y requiere un ejercicio cuidadoso si pretendemos formar ciudadanos autónomos, agentes y responsables. El conflicto como oportunidad para el aprendizaje, social y cognitivo, requiere otro concepto de persona, la persona que se forma en la interacción, cambiante según los contextos y necesitada de la colaboración de las demás para existir. La gestión de la convivencia requiere un liderazgo transformativo, un ideario de centro que transmita una mística que dé coherencia a los valores fundamentalmente como el respeto y que éste se haga presente en las relaciones cotidianas en el aula. En este contexto la mediación como gestión de conflictos resulta una herramienta eficaz que potencia los cambios en esta dirección.ES