Reestructurar la conferencia episcopal

Un buen número de obispos de EEUU se sinceran y se atreven a levantar su voz en favor de que se aborden problemas pendientes de la vida de la Iglesia incluso a nivel episcopal: Una docena de obispos elaboró el documento siguiente el año 1995. Recibieron el respaldo de otros treinta obispos y lo presentaron a una comisión ad hoc de la Conferencia Nacional de Obispos Católicos (NCCB) de cara a la reestructuración de la NCCB y de la Conferencia Católica de Estados Unidos (USCC), su brazo administrativo. El documento incluye sugerencias episcopales respecto al papel de los obispos estadounidenses y la necesidad de un diálogo con el Vaticano. Contiene también un llamado a una mayor apertura en la Iglesia. La vida de la Iglesia era diferente en 1966, cuando la NCBB fue fundada. No eran comunes entonces los consejos parroquiales, ni existían los consejos pastorales diocesanos, ni los consejos presbiterales o económicos. También eran diferentes las oficinas diocesanas, principalmente porque había menor número de ellas. También el mundo era diferente; los cambios que se han dado en nuestro país y en la sociedad están desafiando a todas las instituciones: naciones, negocios, obras de caridad, colegios, hospitales, gobiernos, corporaciones, familias... La NCCB se desarrolló notablemente en esos casi ochenta años. Basta comparar las agendas, procedimientos, estructuras y personal de 1966 con los que tenemos hoy. Pues bien, las estructuras y procedimientos de cualquier gran organización pueden volverse tan pesadas que su peso trabaja en contra de lo que quieren realizar