La presente investigación se concentró en explorar el impacto del aprendizaje activo en la competencia comunicativa en inglés de estudiantes universitarios, abordando una necesidad creciente en el contexto educativo contemporáneo. El objetivo principal fue evaluar el uso de estrategias como el aprendizaje basado en problemas, el aprendizaje cooperativo, y el aprendizaje basado en proyectos, que influyen en el desarrollo de habilidades lingüísticas clave. Para alcanzar este objetivo, se empleó un diseño cuasiexperimental, permitiendo comparar el progreso en la competencia comunicativa entre estudiantes expuestos al aprendizaje activo y aquellos en un entorno de enseñanza tradicional. Se aplicaron pruebas estandarizadas antes y después de la intervención, junto con métodos cualitativos como entrevistas y grupos focales para capturar percepciones y experiencias. El resultado principal reveló un aumento significativo en la fluidez verbal y la capacidad de expresión en inglés entre los estudiantes que participaron en actividades de aprendizaje activo. Este hallazgo marca la efectividad de las estrategias de aprendizaje activo para mejorar las habilidades comunicativas fundamentales. Se concluye que la investigación confirma que el aprendizaje activo no solo promueve un aprendizaje más profundo y significativo, sino que también prepara a los estudiantes para enfrentar con éxito desafíos académicos y profesionales en un entorno globalizado. Estos resultados enfatizan la importancia de integrar metodologías innovadoras en la educación superior para potenciar el desarrollo integral de competencias esenciales en el idioma inglés.The present research focused on exploring the impact of active learning on the communicative competence in English of university students, addressing a growing need in the contemporary educational context. The main objective was to evaluate the use of strategies such as problem based learning, cooperative learning, and project-based learning influence the development of key language skills. To achieve this objective, a quasi-experimental design was used, allowing progress in communicative competence to be compared between students exposed to active learning and those in a traditional teaching environment. Standardized tests were administered before and after the intervention, along with qualitative methods such as interviews and focus groups to capture perceptions and experiences. The main result revealed a significant increase in verbal fluency and English expression ability among students who participated in active learning activities. This finding marks the effectiveness of active learning strategies to improve fundamental communication skills. It is concluded that the research confirms that active learning not only promotes deeper and more meaningful learning, but also prepares students to successfully face academic and professional challenges in a globalized environment. These results emphasize the importance of integrating innovative methodologies in higher education to enhance the comprehensive development of essential competencies in the English language
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