La administración de fármacos por la vía tópica presenta ventajas como evitar el efecto del primer paso hepático, la liberación sostenida en el tiempo, disminución de efectos secundarios y menor abandono del tratamiento, entre otros. Por ello y por las características que presenta, la piel es considerada una diana terapéutica muy interesante, y es la razón por la que a día de hoy se sigue investigando el desarrollo de diferentes formas farmacéuticas aptas para dicha vía. Gracias al descubrimiento de los liposomas, y al desarrollo de los liposomas elásticos, tales como etosomas y transferosomas, se ha superado la barrera del estrato córneo (SC) en la penetración de fármacos hasta la vía sistémica, que ha sido uno de los grandes obstáculos hasta la actualidad