Frente al problema que representan las altas cifras de rezago y abandono registradas año tras año en distintas carreras y universidades y, contrariamente, el bajo porcentaje de estudiantes que logra atender a las exigencias del plan de estudios de la carrera en que se inscribe, nos orienta el interés de conocer cuáles son los factores que ayudan, apoyan, sostienen y promueven el logro académico y también aquellos factores que obstaculizan o dificultan el avance de las trayectorias de estudiantes que trabajan en simultaneidad con los estudios superiores. En las últimas décadas se reconocen que son múltiples los factores que directa o indirectamente llevan a que un estudiante se retire de las aulas, existiendo una mayor sensibilidad en un nuevo enfoque que no responsabiliza únicamente al estudiante del problema del rezago y abandono. (Nicastro y Greco, 2009).En esta ponencia se recuperan los resultados de proyectos de investigación que abordan la problemática de la simultaneidad estudio-trabajo llevados a cabo en la Facultad de Ciencias Económicas (FCE) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL). Uno de ellos, propone un camino particular para contribuir al fortalecimiento de las vinculaciones entre educación y trabajo, ya que al estar focalizado en las percepciones y valoraciones de los estudiantes que trabajan respecto a sus propias trayectorias formativas, pretende visibilizar los factores que las obstaculizan o las favorecen y así anticipar situaciones de rezago y abandono.Según los primeros resultados cuantitativos de esta investigación, en la carrera de Contador Público se evidencia un mayor rezago en aquellos alumnos que trabajan. Por otro lado, se pudo reconocer en los estudiantes diferentes tipos de circunstancias y motivaciones durante el acercamiento al mundo del trabajo y así tipificarlas en relaciones estudio – trabajo relajadas, heredadas, reguladas por la facultad, formales en tensión y precarias en tensión.Estos resultados fueron utilizados como insumos en la etapa diagnóstica previa al cambio del plan de estudios que incorpora las Prácticas Profesionales Supervisadas (PPS). También fue considerada la voz de los estudiantes que señalaban la necesidad de acceder a prácticas laborales para lograr la significatividad de las prácticas de enseñanza. Con anterioridad al cambio del plan de estudios, los estudiantes no tenían ninguna exigencia curricular referida a las prácticas profesionales, pero se podía observar un gran interés por acceder al sistema de pasantías que ofrece la facultad, el que democratiza el acceso al trabajo y permite realizar una primera experiencia laboral donde se visualiza una relación estudio-trabajo regulada por la facultad.Respecto a las experiencias laborales de los estudiantes se encuentran investigaciones como las de Planas Coll y Encino Ávila (2014) que concluyen que no se puede afirmar que trabajar durante los estudios constituya necesariamente un inconveniente para la finalización de los estudios, sino que incluso puede facilitar una inserción profesional más exitosa que la de aquellos egresados que sólo estudiaron. Estos autores analizan la existencia de una “profesionalización espontánea”, con origen en la iniciativa propia del estudiante; y una “profesionalización institucionalizada” que surge a partir de las exigencias curriculares en los planes de estudio.La incorporación de las PPS plantea un importante desafío a la FCE ya que, mediante dispositivos institucionales y curriculares, puede contribuir a que los estudiantes compatibilicen más armoniosamente el trabajo y los estudios a través del reconocimiento de experiencias laborables equiparables curricularmente con las exigencias del plan de estudios. Así, la Facultad abre para sus estudiantes el camino hacia el mundo del trabajo con una propuesta innovadora que evita los riesgos del rezago y del abandono