Pretende identificar a Antonio Preciado como poeta de la diáspora, reconociendo a un poeta que ha llegado
a la plenitud de la creación artística precisamente por ser negro. Y esta pertenencia es
trascendente porque no conoce fronteras geográficas, temporales o nacionales. Afirma que de igual manera,
la poesía afro de Preciado es trascendental porque, también, pertenece a todos. Se da esto en el contexto del año 2011, Año Internacional de los Afrodescendientes