Las competencias clave propuestas por la Unión Europea suponen una de las
políticas educativas más importantes que se derivan del trabajo realizado por esta
organización supranacional por dos motivos: En primer lugar, por tratarse de una
medida con repercusiones reales en las políticas nacionales de los Estados
miembros. En segundo lugar, sobre todo, porque mediante este nuevo enfoque
educativo se pretende responder de forma más adecuada a los retos propios de la
sociedad contemporánea, algo en lo que años antes ya venían insistiendo otras
organizaciones e instituciones internacionales. El análisis de la documentación
original de la Unión Europea a este respecto ofrece, en sí mismo, muchos aspectos
para la reflexión que en pocas ocasiones se han visto reflejados en discusiones
educativas, académicas o políticas. En este sentido, el presente artículo ofrece una
síntesis reflexiva en torno a la conceptualización y las implicaciones del aprendizaje
por competencias, en general, y de las competencias clave, en particular. Enmarcar
este nuevo enfoque en la sociedad actual y en el planteamiento del aprendizaje
permanente será la primera de las tareas que se propone el artículo: esto facilita
una compresión más profunda del enfoque de aprendizaje por competencias, de
su importancia y su pertinencia y, sobre todo, ayuda a superar la idea generalizada
en el ámbito educativo de que este planteamiento no introduce grandes novedades
respecto a lo ya existente. Por otra parte, también parece necesario evitar caer en
un idealismo pedagógico: existen riesgos y retos derivados de esta nueva propuesta
educativa que se deben abordar. Con todo, en este artículo se defiende la
necesidad de no perder más oportunidades para adecuar de forma real nuestro
sistema educativo al aprendizaje por competencias y, en especial, a la adquisición
de las competencias clave por parte de todos los ciudadanos de la Unión Europea
al término de su educación obligatoria.The key competences proposed by the European Union are one of the most
important education policies stemming from the work done by this supranational
organization, first, because the key competences measure has a real impact on the
educational policies of Member States and, secondly and more importantly,
because this new educational approach aims to respond more adequately to the
main challenges of contemporary society (something that other international
organizations and institutions have been insisting on for years). Analysis of the
original EU documents on this topic provides much food for thought that has only
rarely been reflected in educational, academic and political discussions. This paper
offers a thoughtful synthesis of the concept and implications of competence-based
learning in general and the key competences in particular. Placing this
new approach within the framework of today’s society and the lifelong learning
approach is the first objective the authors propose; this would facilitate a deeper
understanding of the competence-based learning approach, its significance and its
relevance and above all would help to overcome the widespread idea in education
that the competence-based approach involves no major changes from the status
quo. The authors warn again pedagogical idealism: There are risks and challenges
in this new educational proposal that must be considered. Altogether, the authors
argue that we must not waste any further opportunities to really adjust our
educational system to competence-based learning and, above all, the acquisition
of key competences by all citizens of the European Union at the end of their
compulsory education