Han transcurrido treinta años desde la entrada en vigor del Estatuto de Guernica, en el que se establece la cooficialidad de euskera y castellano en toda la Comunidad Autónoma Vasca (CAV). Se ha implantado desde entonces un ambicioso plan de enseñanza del euskera, al abrigo de la Ley 10/1982, de 24 de noviembre, Básica de Normalización del Uso del Euskera. Sin embargo, la presencia de esta lengua en la vida diaria de gran parte de la CAV dista mucho de ser relevante. A este hecho contribuyen, entre otras, dos circunstancias: la inexistencia de monolingües vasco-hablantes y el gran porcentaje de monolingües castellano-hablantes. Si al menos éstos últimos dominaran la destreza denominada “comprensión auditiva” (es decir, si sustituyeran su monolingüismo por un semi-bilingualism ‘sesquilingüismo’, término acuñado por Ch. Hockett), se fomentaría un fenómeno que hasta ahora apenas se ha producido: situaciones comunicativas en que un interlocutor hable en euskera y el otro en castellano.Thirty years have gone by since the Basque Autonomy Statute (“Guernica Statute”) first came into force, which established co-officiality between Basque and Spanish in the entire Comunidad Autónoma Vasca (CAV: Basque Autonomous Community). An ambitious educational plan in Basque has been introduced with the Law 10/1982, November 24th 1982, Basic Law of Normalization in the Use of Basque). However, the presence of this language in the daily life of the CAV is far from relevant. Two circumstances contribute to this fact: the non-existence of monolingual Basque speakers and the great percentage of monolingual Spanish speakers. If at least the latter were competent enough in listening comprehension (i. e., if they substituted their monolingualism for semi-bilingualism, as Ch. Hockett put it), this would encourage a kind of situation which has rarely ever taken place: communicative situations in which one speaker spoke in Basque and the other one in Spanish