Stroke is a common condition with etiology that can be either ischemic or hemorrhagic. It ranks as the second leading cause of death worldwide and can lead to functional decline, which can be assessed using functional measurement scales. Various non-modifiable risk factors have been identified, such as sex and race, as well as modifiable factors including diet rich in sugary drinks and low in fruits and vegetables, depression, and stress. Stroke occurs due to perfusion cessation in a specific region of the brain. Depending on the affected area, patients may exhibit a range of clinical manifestations. These manifestations are crucial for suspecting a stroke event and initiating timely treatment to prevent irreversible damage. In this context, clinical assessment and diagnostic aids play a vital role, with computed tomography being the most commonly used neuroimaging technique. Other diagnostic tools, such as microRNAs, which are small RNA fragments that regulate various cellular processes, also hold promise as therapeutic targets under study. As for prognostic indicators for stroke patients, the National Institutes of Health Stroke Scale, Alberta Stroke Program Early Computed Tomography Score, and lymphocyte neutrophil index provide valuable information regarding functional dependence, risk of hemorrhagic transformation, and mortality.El accidente cerebrovascular es una patología frecuente cuya etiología puede ser isquémica o hemorrágica. Es la segunda causa de muerte en el mundo, a su vez, puede ocasionar gran deterioro funcional que puede ser evidenciado mediante escalas de medición de funcionalidad. Se han descrito diversos factores de riesgo no modificables como el sexo y la raza; y modificables como la dieta rica en bebidas azucaradas y baja en frutas y verduras; la depresión y el estrés. Es generada por el cese de la perfusión de alguna región cerebral, según la zona afectada el paciente puede presentar diversas manifestaciones clínicas. Estas, son la clave fundamental para que se sospeche que el paciente está presentando el evento y se le realice un tratamiento oportuno para evitar daños irreversibles. En este contexto es de vital importancia la valoración clínica y el uso de ayudas diagnósticas, la más utilizada de las neuroimágenes es la tomografía computarizada. Se han desarrollado otras herramientas diagnósticas como los microARN, los cuales, son fragmentos pequeños de ARN que regulan diversos procesos celulares y, por ello, representan también un blanco terapéutico que se encuentra en estudio. En cuanto al pronóstico de los pacientes que tienen un episodio de accidente cerebrovascular, el National Institutes of Health Stroke Scale, Alberta Stroke Program Early Computed Tomography Score y el índice neutrófilos linfocitos aportan información acerca de la dependencia funcional, riesgo de transformación hemorrágica y mortalidad